Quitándole horas a la noche y sin saber muy bien cuando podré subir esta entrada me enzarzo en intentar escribir algo que pueda servir para mi colaboración habitual con La Verdad y sabiendo que si se publica, será el próximo viernes. La verdad es que a los que nos gusta el baloncesto pasamos un excelente rato viendo el partido entre el Ucam Murcia y el Assignia Manresa. Es esa clase de partidos que empieza con la sensación de no saber muy bien como terminará la noche y que cuando se va acercando el final no quieres que termine porque te lo estás pasando muy bien. Creo que al equipo de Ponsarnau, que venía a jugar este partido con los deberes hechos y sin más pretensiones, le pasó factura el viajar el mismo día del partido y llegar a Murcia un rato antes del encuentro pero no seré yo quien critique esa medida teniendo en cuenta como están las cosas, económicas me refiero, y más sabiendo que ese posible cansancio por un viaje muy largo en autobús solo podría favorecer a los nuestros que si que se jugaban mucho en el envite. Os dejo primero mis reflexiones para La Verdad y luego continua con algún detalle que me parece interesante de comentar.
Noche mágica de comunión entre equipo y aficionados de la que todos los entrenadores soñamos en un partido que empezó con demasiada tensión y terminó en una fiesta que servirá para insuflar el ánimo necesario para afrontar el partido del domingo frente al Asefa Estudiantes, que desgraciadamente puede ser determinante, con un plus de motivación y emotividad al ver y sentir como el público de Murcia entraba en un trance místico durante algunos minutos con un equipo que bordaba el baloncesto y hacía disfrutar a propios y extraños.
Oscar Quintana volvía a sorprender a todos colocando a Pedro Rivero de base titular, está claro que quiere a todos sus hombres implicados hasta el último momento, y volvió a dejar el peso del equipo en su tridente mágico, Augustine, Udoka y Douby, apoyados en ese peón de lujo en el que se ha convertido David Barlow desde la llegada del técnico cántabro. La intensidad defensiva fue subiendo por momentos para llegar a rayar la perfección en el tercer cuarto, parcial de 27 a 11, y dejándonos claro a todos que si un equipo es capaz de jugar desde su propia defensa todo es mucho más sencillo. Augustine brilló con luz propia demostrando cual es su grado de implicación en el proyecto y la clase y madurez del juego de Ime Udoka volvió a ser clave frente a un equipo que quería pero no podía ante la intensidad manifiesta de cada acción defensiva de los hombres de Quintana.
El partido estaba cerrado al final del tercer cuarto con un 63 a 46 casi definitivo y entonces se decidió dar descanso a sus mejores hombres, que podrían haber hecho una estadística de ensueño al mismo tiempo que se corría un riesgo innecesario, para preparar lo que puede ser una gran final el próximo domingo en Madrid frente al Asefa Estudiantes. La rotación en el puesto de base dio calidad y energía al juego y a pesar de los errores bajo la canasta manresana Sekulic aportó intensidad defensiva y rebotes importantes con lo cual solo falta que la aportación de los exteriores de rotación ayuden en los minutos que Udoka y Douby deban descansar por problemas de faltas o cansancio, si es así la máquina estará perfectamente engrasada para ese posible partido de vida o muerte del próximo domingo. La lectura más importante es que los aficionados de Murcia sabemos de la complicidad existente dentro de ese equipo, que es el de todos, y que salvo sorpresas de mal gusto la temporada que viene seguiremos disfrutando de baloncesto ACB.
Hasta ahí lo que debe aparecer mañana, si aparece claro está, en La Verdad, como siempre tienen problemas de espacio creo que esta vez es el tamaño es el adecuado para que no se quede nada en el tintero.
Se podría escribir algunas cosas más del partido de anoche pues el tercer cuarto fue un cúmulo de experiencias positivas de las que hacen crecer a un grupo y eso puede ayudar si el domingo se la juegan en Madrid. La calidad de Ime Udoka es difícil de evaluar pues no suele tener rivales de su talla pero su forma de entender el juego ha hecho crecer a sus compañeros de forma importante y eso es un factor muy importante que ha hecho crecer a sus compañeros en cada jornada.
También podría escribir de las cosas que no me gustaron pero no vale la pena pues estoy seguro de que la mayoría de los que vieron el partido coincidirían conmigo y ahora no es el momento de reproches, es el momento de aunar esfuerzos y superar escollos, que puede quedar alguno, luego ya vendrá el momento de aportar ideas y opiniones.
Por cierto, como otras veces escribo de la incidencia negativa del arbitraje en los partidos, decir que anoche el arbitraje de Juan Carlos Arteaga y Michel Pérez Niz, dos canariones de pro, junto a Pérez Pérez, fue excelente y eso también hay que decirlo.
Las imágenes del partido, magníficas por cierto, son de la extensa galería de La Opinión de hoy en su edición digital.
Las imágenes del partido, magníficas por cierto, son de la extensa galería de La Opinión de hoy en su edición digital.
La parte musical no ha sido fácil pues he buscado algo en el cartel del famoso SOS 4.8 que empieza mañana en Murcia y la verdad es que no he encontrado casi nada que me gustara lo suficiente como para subirlo en mi bitácora, debe ser cosas de la edad. Al final me he decidido por este The Last Goodbye, El Último Adiós, del dúo The Kills que tocan mañana noche sobre las 20.45 horas en el escenario Estrella de Levante. The Kills hacen música indie, esa que se oye tanto ahora, o post punk, que a mi nunca me gustó, pero este tema es de una gran sensibilidad, o al menos a mi me lo parece.
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