SCOLA POR ENCIMA DEL BIEN Y DEL MAL

Hacia tiempo, mucho tiempo, que no veía jugar a nadie con la convición y la determinación con la que Luis Scola ha colocado a su equipo, Argentina, en los cuartos de final tras ganar en su duelo frente a Brasil. En un partido tremendamente igualado durante más de 35 minutos, el pívot nacido en Buenos Aires y formado en España decidió tomar las riendas del partido y anotó una tras otra las últimas canastas de un veteranísimo equipo que luchó como si fuera la final de este mundial. El partido que retrasmitió Marca Televisión y en el que Ramón Trecet y Cesar Nanclares hicieron los comentarios técnicos del partido, muy bien ambos en esa faceta, fue uno de esos encuentros que se guardan en la retina durante mucho tiempo. Para los entrenadores que vimos el partido fue una clase magistral de como se juega desde el poste alto y Ramón Trecet hizo hincapié en este aspecto del juego del argentino, difícil que veamos detalles técnico-tácticos comentados en La Sexta de esta importancia.

Yo voy un poco más lejos en este aspecto, Scola supo leer a la perfección la situación de negar el bloqueo directo, que propuso Brasil, que él ponía en el lado para cualquiera de sus exteriores, él se abría hacia el tiro libre y además de no recibir ninguna ayuda del lado débil, el entrenador argentino de Brasil no supo corregir esta situación, podía tirar abierto sin problemas, podía volver a distribuir el juego o jugar 1x1 hacia la canasta con ventaja cada vez. En este detalle tan pequeño, y tan grande al mismo tiempo, se ve perfectamente en el gráfico de la izquierda, se centró la clave de una victoria que pone en cuartos de final a la experta Argentina muy bien dirigida por Sergio Hernández.

Brasil se fue por delante en el descanso con un apretadísimo 46 a 48 gracias a los puntos y la dirección de un acertado Marcelinho Huertas. Los argentinos apoyados en el juego de Carlos Delfino y Pancho Jasen mantuvieron a su equipo a fuerza de triples y gracias a la intensidad defensiva de sus grandes frente a Tiago Splitter. Los brasileños no encontraban los puntos de su pívot referencia, Splitter, y estaban por encima gracias a los puntos de Leandro Barbosa.

La segunda parte fue un calco, Cequeira daba minutos de descanso a Prigioni y el veterano Leo Gutiérrez aprovechó sus minutos para meter dos bombazos de 3 puntos muy lejanos, en los brasileños empezaba a notarse el cansancio y Varejao no marcaba ninguna diferencia con lo que Scola decidió tomar las riendas del partido y ganarlo el solito, anotó 10 de los últimos 12 de su equipo para terminar anotando 37 puntos en 39 minutos y colocar el definitivo 93 a 89 tras anotar un último tiro libre que lanzó a fallar.
Tras ver el partido de Scola se quedan muchas cosas en el tintero que se podían contar como la presencia de Román González, al que fuí a ver en expreso a la Argentina para traerlo a Murcia hace unos años, o los minutos de Fede Kammerich, o la presencia en el banco argentino de Sergio "La Oveja" Hernández, el excelente partido del alero del Estudiantes Pancho Jasen y un montón de cosas más que tras ver lo visto uno entiende como un jugador, Luis Scola, debe crecer adecuadamente en su juego y hacer felices a los que han trabajado con él, por lo menos desde la perspectiva de un entrenador de formación.

Por cierto, en el otro partido del cuadro de octavos por ese lado, Lituania ganó a China en un partido que protagonizó Kleiza, 30 puntos en 36 minutos de juego, y en el que casi siempre los lituanos mandaron en el marcador, en el primer cuarto los chinos ganaban 17 a 22, pero el juego y los puntos de los lituanos en el segundo y tercer cuarto, 18 puntos de ventaja entre ambos, decidieron la victoria para los europeos. Al final 78 a 67 tras muchos minutos de hacer la goma. Los chinos notaron en exceso los pocos puntos de su mejor hombre en este Mundial, Jianlian Yi, que ha terminado este campeonato con 20,2 puntos y 10,2 rebotes por partido que habla de las excelencias del alero alto que hoy juega en los Nets de la Nba.

Hoy más con el partido de España a las 17,00 horas nuestra y esperar que volvamos a dar un paso hacia delante. Ya saben aquello de que hacia atrás ni para tomar impulso.