LA DEFENSA ES LA GRAN DIFERENCIA

Como dice el título de la entrada la defensa es la que marca la diferencia en muchos deportes y en el baloncesto, como no, suele ser decisiva. Ayer mañana recibí una visita inesperada en mi trabajo, Gonzalo Rodríguez ayudante de Moncho Fernández y ex entrenador del Balneario de Archena, se acercó al CD La Flota a saludarme, compartimos muchas cosas en una temporada en el banquillo de Archena que jugó muy buen baloncesto y ganó una Copa Leb Bronce y perdió un ascenso a la Leb Plata en el último partido de la competición, muchas vivencias y muchas situaciones. Bueno, a lo que iba, hablamos de baloncesto, de la Leb y de lo que había visto hasta ahora en una competición que parece plácida hasta el momento para el equipo donde trabaja como ayudante de Moncho Fernández. Pues de las cosas que le comenté, es que la diferencia entre el Obradoiro y el CB Murcia de hoy es básicamente la defensa. Luego, el partido, desgraciadamente me ha dado la razón.

El arranque del encuentro era el que soñaba el CB Murcia, muy concentrados e intensos desde su defensa y apoyados en el excelente juego, en ataque y defensa, de Vitor Faverani. El ala pívot brasileño no solo anotaba con cierta facilidad sino que imponía su presencia bajo su aro, hasta cinco tapones. Mientras el brasileño dominó el juego ofensivo de su equipo y sus faltas se lo permitieron, el CB Murcia se mantuvo por encima, de forma exígua eso si, en el marcador. Al descanso todavía mandaba en el marcador por 34 a 30 y el juego cada vez era más igualado, después del buen inicio que poco a poco fue recortando el juego del Obradoiro.

La segunda parte significó el asentamiento de ese nivel defensivo del que hablaba antes, los gallegos trabajaron mucho mejor las situaciones de bloqueo directo y las ayudas interiores, solo permitían el tiro exterior de Jasen, 1 de 6 en triples, y gracias a esa dureza defensiva aprovecharon para ponerse por encima con un parcial de 18 a 24, que los ponía por delante cuando quedaba un cuarto por jugarse con un ajustadísimo, 52 a 54. El Murcia intentó diferentes situaciones defensivas con cambios y ajustes defensivos pero si Hopkins había igualado el partido en la primera parte, ahora era el turno del alero Washington que anotó con facilidad en ese tramo del tercer cuarto.

En el último cuarto el Obradoiro todavía aumentó un peldaño más su nivel defensivo de lo que querían unos y otros, ambos equipos rotaron el banquillo y jugadores como Ruffin o Feliú, en los visitantes, solo hacían mejorar el nivel defensivo de los que anotaban con regularidad, Hopkins, Washington, Junyent y Corbacho. Otro aspecto importante que decidió el partido fue la dirección en la cancha del portorriqueño Andrés Rodríguez y de su recambio Eric Sánchez, que para el que no lo sepa es hijo de Fernando Sánchez Luengo que entrenó en Murcia hace muchos años en ACB tras ser ayudante y preparador físico con Clifford Luyk, superiores en el ritmo y en la dirección a los bases del CB Murcia.

Los rebotes, 35 a 30 para el Obradoiro, y las pérdidas, 16 a 11 para el CB Murcia, fueron aspectos que también sumaron junto con la tercera falta de Vitor Faverani que lo sentó en el banco en el minuto 25, momento clave del encuentro, y la técnica al entrenador local. En resumidas cuentas creo que el Obradoiro batirá el record de mejor inicio del Manresa y luego el de número de victorias del CAI y del propio Murcia, aquel de la temporada 2002-2003 que entrenaba yo mismo sin ir más lejos.

Tres derrotas en casa en doce jornadas jugadas no es para estar muy contentos, es más, creo que son números que obligará a este Murcia a jugarse el ascenso en un play off donde la ventaja de jugar en casa parece que tiene poca o poquísima importancia para este CB Murcia, pues salvo pájaras inesperadas, el Obradoiro tiene camino franco y liberado para ser el único candidato al ascenso directo.

Por cierto, para tener ese nivel defensivo que tiene hoy el Obradoiro hay que trabajar mucho y bien, además de tener los jugadores apropiados para hacerlo y con la mentalidad adecuada, que también lleva su trabajo, el resto son pamplinadas.