lunes, enero 23, 2012

ESTADO DE SHOCK

El sábado por la noche os contaba mi perplejidad por la falta evidente de jóvenes jugadores españoles en los cuatro equipos que habían disputado los dos partidos de la jornada adelantados al sábado por la tarde.
Hoy después de ver lo visto y tener que además escribir mi colaboración para el diario La Verdad como cada fin de semana en el que juega el Ucam Murcia en casa, sigo en estado de shock tras el varapalo en forma de derrota de los hombres de Luis Guil en un partido que parecía controlado y que se fue a tomar viento en apenas dos o tres minutos, que fue el tiempo que pasó entre el el 72 a 57 y 73 a 74, un verdadero mazazo en todos los sentidos.
Primero os dejo la colaboración y luego explico algún detalle extra que por falta de espacio no suelo subir en la aportación al periódico.

En el baloncesto profesional de hoy, de ayer y de siempre, el que cada protagonista conozca muy bien lo que tiene que hacer en cada momento es fundamental y como nos gusta tanto los detalles del baloncesto americano a eso le llamamos reparto de roles y en eso tratamos que nuestros equipos tengan muy claro que es lo que pueden y deben hacer dependiendo de cómo esté el marcador en cada momento. En ese único aspecto el Lagun Aro de San Sebastian se basó para ganar un partido en el fue por debajo de forma clara hasta la entrada del último cuarto cuando el marcador se puso 72 a 57.


Es muy raro perder un partido que vas ganando con claridad en la recta final si no explicas como se puede encajar un parcial de 1 a 17 en poco más de tres minutos, 73 a 74 y muchos minutos por jugar. Andy Panko, Javi Salgado y Jimmy Baron saben muy bien de la importancia de su juego y sus tiros en una recta final apretada y a los nuestros les sobró ansiedad y determinación cuando el partido se torció en un instante fatídico donde nadie tomó las riendas de un partido que parecía encaminado

Pedro Rivero jugó excelente hasta esos minutos finales, la lesión le ha venido muy bien para jugar con la pausa necesaria y sin acelerarse para además hacer buenos tiros que ayudaban a estar por delante, pero la rotación de siete jugadores de Sito Alonso más las ayudas puntuales de Papamakarios y Ogide les ayudo a llegar con las ideas mucho más claras a un equipo en el que nadie tomaba las riendas y donde empiezan a notarse demasiado que jugamos con un extranjero solamente en el que nunca coinciden los hados para que exista el equilibrio adecuado entre exteriores e interiores para poder empezar a sumar victorias.

Se cierra la primera vuelta y visto lo visto hay por lo menos dos equipos, o tres incluso si incluimos al sorprendente Lucentum de Alicante, que jugarán la Copa del Rey porque suman, como mínimo, el doble de victorias que el Ucam Murcia, que tienen un nivel muy parecido al equipo de Luis Guil, que parece condenado a pelear por eludir el descenso con Blusens Obradoiro y Blancos de Rueda de Valladolid. Ahora llega la segunda vuelta y un montón de dudas por resolver cuando solo se han sumado cuatro victorias en 17 jornadas, se han hecho bastantes cambios de jugadores debido a lesiones y al rendimiento, el futuro del equipo en ésta liga solo depende de cada uno de ellos asuma el papel adecuado.

Hasta aquí mi relato de una situación nada positiva intentando ser lo menos negativo posible. Del partido se pueden contar muchas más cosas pero creo que se pueden resumir en algunas pocas pero muy importantes. Trataré de ser lo más didáctico posible para que cualquier lector del blog pueda entender lo que quiero decir.

El equipo jugó un baloncesto bastante bueno durante más de 30 minutos y si no era lo suficientemente bueno si que era muy acertado en el lanzamiento exterior donde se anotaba muy por encima del 50% en tiros de tres y daba cierta tranquilidad en el marcador. A mi hasta ese momento me parecía que se abusaba de intentar repartir minutos a jugadores que están muy lejos de Murcia y que alguien había hecho algo malo en el "scouting", así llamamos al seguimiento técnico y táctico, de la defensa de Javi Salgado que lo había metido de lleno en el partido dejándolo tirar con demasiado espacio usando los bloqueos directos. De todas formas eso se compensaba con un desconocido Pedro Rivero que jugó con una pausa y un "tempo" inhabitual en él en esta liga hasta el momento en esta competición 2011-2012 y eso le permitió además tirar como lo hacía en Leb Oro, con espacio y acierto. Lo siguiente que se me ocurre es algo que todos, desgraciadamente, hemos visto, este Robert Kurz es un alma en pena que busca un sitio en el desaparecido purgatorio y que no se parece en nada al Rober Kurz que jugó una vuelta la temporada pasada en Granada
y deslumbró con su baloncesto ofensivo.
En su defensa, si cabe algún tipo de defensa, decir que el papel que tiene asignado en este equipo no le hace jugar con ningún tipo de confianza y eso se le nota demasiado. Si seguimos desgranando aspectos que pudieron conducir a llegar a ese final apretado donde ellos sabían muy bien lo que tenían que hacer y los nuestros se quitaban la pelota de encima porque parecía que quemaba más de la cuenta, se me ocurre que mientras ellos estaban en manos de Andy Panko y Javi Salgado no dejaron de creer que Jimmy Baron iba a terminar metiendo sus triples en el momento que los necesitara y eso fue suficiente para que una vez que se igualara el partido a falta de 5 minutos el ganador estaba tan claro que se hacía muy duro ver la recta final.
Para terminar decir que un equipo como este, al Ucam Murcia, que ahora tiene claro su rotación interior aunque Sekulic se viese afectado incomprensiblemente por el reparto de minutos con Kurz, que parece que Pedro Rivero ha vuelto con las pilas recargadas con la velocidad media adecuada para jugar en esta liga y que con el resto, hay rotación exterior de sobra para competir con equipo como puede ser el Lucentum Alicante, Fuenlabrada, Lagun Aro o Assignia Manresa, en posiciones de ensueño comparadas con las de nuestro equipo, creo que la dinámica en la que se ha entrado es perjudicial para todos, incluida la afición o buena parte de ella que sigue siendo muy futbolera en los malos momentos.
El equipo necesita un cambio radical en la forma que sea, lo de un jugador, por ejemplo, que aglutine, que pueda crearse sus propios tiros y que tenga el balón en los momentos difíciles, como Walsh en el final frente al Estudiantes. Ojo que yo no digo que Ime Udoka no sea capaz de hacer eso, calidad le sobra, pero si no se le da ese papel, es muy difícil que él pueda tomarlo por si mismo.
De los gritos de dimisión y de otras cosas que no me gustan en los momentos en que más se debe ayudar al equipo no voy a escribir nada, este grupo necesita un revulsivo que cambie esta dinámica en la que se encuentra y mirar hacia fuera siempre es lo más fácil.
Las imágenes que ilustran esta entrada son de la edición digital de La Opinión de Gloria Nicolás y de la Web Solobasket de Javier Barquero.

Para terminar esta entrada con algo de música buena y de siempre, me acojo a los que más me gustan y nunca me dejan mal. Dire Straits y su Walk of Life es una buena forma para desear suerte y esperanza a un equipo que es de todos y que entre todos debemos arrimar el hombro para intentar sacarlo adelante.

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