Esta semana me había propuesto estar un poco más sosegado con las entradas en mi libreta, sosegado me refiero al número de ellas y no a lo que escribo pues me parece que tratando de dar mi punto de vista con educación es difícil faltar al respeto a alguien en concreto. Las redes sociales se han hecho con el poder de los medios de comunicación y los comentarios que a veces me gustaría que se pudiesen debatir en este foro han pasado a ser mucho más activos y rápidos en el facebook, por ejemplo, donde siempre cuelgo el acceso a la última entrada que hago. Al final creo que los dos temas estrellas de esta semana serán un por lado la peligrosa situación de nuestro Ucam Murcia y el papel de los jugadores españoles en nuestra célebre liga Endesa ACB, todo eso sin olvidarme del baloncesto de base en nuestra ámbito más cercano que al fin y a la postre es de la que más cosas positivas vamos a sacar. Como creo que la situación de los jugadores españoles no va a cambiar mucho en las próximas jornadas me parece que ésta será para analizar un poco más a fondo lo que nos toca vivir con el equipo que está más cerca de nuestros sentimientos, por lo menos ese es mi caso.
En la anterior entrada ya expliqué que el reparto de roles y papeles dentro de un grupo que quiere conseguir cosas es fundamental para que todos, conociendo cual es el suyo, remen en la misma dirección que les pueda llevar a conseguir el éxito que buscan. Cuando se iniciaron los fichajes de este equipo, el Ucam Murcia por supuesto, a casi todos nos pareció un excelente fichaje la contratación de Robert Kurz, un ala pívot polivalente con mucha capacidad para anotar que había jugado muy bien en Granada y que tenía un brillante pasado universitario que incluso le había permitido jugar en la NBA, yo creo que en eso coincidíamos casi todos.
Además parecía que podía ser una excelente combinación con James Augustine, un buen jugador al que las lesiones no le habían permitido triunfar en Valencia tras jugar de forma brillante con el Gran Canaria, o con Blagota Sekulic, un interior con cuerpo y fundamentos que incluso había jugado en el Real Madrid y que tiene amplia experiencia en el baloncesto profesional europeo. Sin duda un trío de jugadores interiores de lujo para tener una rotación equilibrada donde se aportaban puntos y rebotes.
Además se fichaba a Guillermo Rejón que es un gladiador en toda regla que podía ayudar en el trabajo del día a día y salir al campo a jugar con intensidad y dureza dando un plus de conocimiento del juego por su larga trayectoria en esta liga ACB. El juego interior parecía, a priori claro está, de nivel de cualquier equipo de zona media. Si a eso se le sumaba la posibilidad de jugar minutos con el australiano David Barlow en la posición de cuatro abierto las opciones eran muy completas.
El aficionado de a pie, el que va al Palacio de Deportes a ver ganar a su equipo y de paso ver el mejor baloncesto que se puede ver en Europa a nivel de ligas, no entiende el porque si esto pintaba de esa manera tan buen se pueda ir al traste de la forma en que lo ha hecho. Ya lo dije, Robert Kurz, nunca se ha sentido pieza importante de este equipo y aunque eso no sea ninguna disculpa si es verdad que la percepción de las cosas parecen muy diferentes siendo una estrella o siendo un artista de relleno. Ante esa situación lo que espera el que lo ve desde fuera, yo por ejemplo, es que el jugador tenga un arranque de calidad y casta y le demuestre a todos, a su entrenador el primero, que están equivocados con él y se salga en un partido para poner las cosas en su sitio de cara a los siguientes. Eso está claro que no ha sucedido ni antes ni después de su lesión y sigue siendo el mismo jugador frío y casi indolente incapaz de aportar seguridad a su juego y a sus compañeros. ¿De quien es la culpa? Pues solamente de él, porque seguro que tampoco ha demostrado a su entrenador en el día a día, durante los entrenamientos, que es capaz de ganarse esa confianza para que Luis Guil cuente con él como referente interior y titular indiscutible, ningún entrenador quiere perder y estoy seguro de que Luis tampoco.
La segunda parte de este problema arrastra al resto pues antes había una rotación de tres jugadores de nivel alto y un guerrero con todas las letras, ahora a esa rotación se ha sumado Barlow por la lesión de Kurz en su momento y porque su aportación ofensiva al equipo es superior jugando de cuatro con espacios y usando su tiro exterior aprovechando las ayudas interiores de su hombre, que jugando de alero alto donde tenía problemas para sacar tiro más o menos cómodos. Esta rotación de cuatro más uno, no olvidemos a Rejón, se hace excesivamente grande para un equipo donde se pretende que alguno tome el testigo de Kurz y nunca, al menos hasta hoy, existe un equilibrio en la aportación de sus compañeros aunque Augustine sea el más regular del grupo. Sekulic pasa de jugar bastante bien frente al Real Madrid y el Unicaja a estrellarse frente a un rival como el Lagun Aro donde podía haber hecho mucho daño cerca del aro. Todo eso sin olvidarnos que entre Augustine y Barlow sumaron 28 puntos y 14 rebotes y el problema vino con la nula aportación desde el banquillo de Kurz y Sekulic que sumaron 2 puntos y 4 rebotes.
¿Cual es el problema en esta posición? Pues el reparto general de papeles y el poco o ningún protagonismo que se asigna o se toma el mismo, por parte de Robert Kurz, un jugador en el que creíamos todos y en el que se habían puesto todas las esperanzas.
De todas formas este asunto se puede trasladar a las otras posiciones del equipo, donde siguiendo la filosofía expuesta desde el primer día, donde no hay "killers" con licencia para tirar y si hay aportación general del grupo aprovechando el momento bueno de cada uno. La idea general no es mala si las cosas ruedan perfectamente, no es el caso y si el de Fuenlabrada o Alicante por dar ejemplos que no dependen del rendimiento de uno u otro para estar jugando la Copa del Rey y casi salvados a estas alturas de la película. El problema es que en el Ucam Murcia hay muchos actores secundarios y pocas opciones reales de mantener una línea coherente en su juego durante más de dos semanas seguidas. El domingo frente al Lagun Aro entre los dos bases anotaron 27 puntos con un escalofriante 5 de 9 en triples, el problema es que entre Salgado y Neto anotaron 25 puntos con 4 de 6 en los triples para Javi Salgado, todo esto en el mejor partido de Pedro Rivero en Murcia en mucho tiempo. Este aspecto tan positivo del juego no se había tenido antes hasta la fecha y solo saber quien era el que tenía que jugar esos minutos en los que el partido se fue de las manos condicionó el rendimiento de ambos.
Sigo creyendo que la apuesta de Franch es demasiado arriesgada pero su juego, al que le falta leer los momentos importantes del partido, parece una apuesta muy inteligente siempre y cuando se le controlen esos instantes donde parece perder el rumbo y ser el único jugador sobre la pista. Guil para eso tiene a un maduro, por lo visto frente al Lagun Aro, Pedro Rivero y la opción "B" de Miso que puede desempeñar ese papel sin ningún problema. Creo que en esta posición los roles están bastante definidos y solo el incremento en la madurez de su juego hará crecer a Josep Franch y con él al equipo.
En los escoltas y aleros es otra historia bien diferente. Luis Guil tiene claro que su esquema actual pasa por contar con Andrés Miso y Jordi Grimau como primeros espadas de un equipo que tiene un alero extranjero en esa posición, antes Matt Walsh y ahora Ime Udoka, además de poder contar con David Barlow como alero alto, opción de la que se olvidó el domingo frente al Lagun Aro cuando Sito Alonso se decidió a jugar con Andy Panko de alero, momento en el que se apagaron casi todas las luces de los nuestros.
Miso ha pasado por problemas de lesiones tras hacer una pre-temporada muy buena y creo que su aportación de escolta o de base casi siempre ayuda al equipo, aunque tengo que decir que sus minutos finales el domingo fueron desastrosos, exactamente igual que la del resto de sus compañeros. Creo que él sabe muy bien de la importancia de su juego y su aportación anotando, defendiendo o dirigiendo es fundamental en esta segunda vuelta que empieza ahora.
En el caso de Jordi Grimau ha ido de menos a más a lo largo de esta primera vuelta y ahora parece que él solo ha tomado las riendas de decidir sus tiros y su aportaciones ofensivas, el valor desde luego no se le puede poner en duda, pero el acierto y el cuando y el porqué de esos tiros si que se puede cuestionar y mucho. Ahora está en casi 10 puntos de media pero también es verdad que juega muchos minutos, 26 para ser exactos, y tira con bastante frecuencia, más de 8 tiros por partido. Sus lanzamientos en la recta final del partido fueron un desastre, es verdad, pero en su defensa hay que decir que casi nadie quería hacerlos y cuando le llegaba el balón a sus manos o se la tiraba o se acababa la posesión. Creo, ahora no, pues lo creía cuando estaba Matt Walsh en el equipo que su protagonismo, el de Grimau, en el juego con un americano de cierta calidad en la pista está sobredimensionado y eso alguien se lo tenía que haber explicado hace tiempo, las rachas y los momentos dulces hay que aprovecharlos pero el protagonismo lo tiene que tener quien se lo gane y a quien se lo den, ni más ni menos. Todo eso sin contar que Sergio Pérez y Juan Ignacio Jasen, cada uno con sus características propias, pueden echar una mano en un momento determinado de diferentes partidos.
A todas estas tenemos un alero extranjero o cotonou o como se quiera llamar, Ime Udoka, que también puede jugar como escolta con un pasado en la NBA y en el baloncesto ACB al que aparentemente no se le da ningún galón especial salvo el que tiene que salir a defender muy bien y eso lo suele meter con faltas muy rápidamente. En tres partidos disputados Udoka promedia 17 minutos de juego y 5 puntos anotados de poco más de 7 tiros que hace por partido, unos números bastante pobres teniendo en cuenta la calidad que en teoría atesora y el papel que tendría que tener en un equipo que lleva una victoria en los últimos ocho encuentros. Como entrenador creo que si Udoka debe ser importante en este equipo, tiene que ser como aquello de la mujer honrada que no solo debe serlo sino que además debe aparentarlo. En este caso ni una cosa ni la otra y tengo que decir, lo mismo que decía con Kurz, si el entrenador no cuenta más con él es que tiene claro que su aportación es inferior a la de los otros, nadie juega a perder.
La controversia para algunos viene por el alta y la baja de Matt Walsh en medio de toda esta dinámica perdedora en la que él, precisamente, fue pieza clave para sumar la única victoria en los últimos ocho encuentros. Walsh se fichó aprovechando la baja de Kurz por lesión y el paso, temporal en ese momento, de Barlow a la posición de "4" ante la falta de rotación interior. El alero con pasaporte USA ocupaba plaza de extranjero y sin llegar a rendir de manera espectacular y con solo un papel secundario, demostró que tenía capacidad para crear juego, pasar muy bien el balón y posibilidades de generarse su propio tiro. Luego y ante la recuperación de Robert Kurz, el club se movió con rapidez para fichar un jugador en esa posición y que no ocupara la plaza de extranjero que volvía para el interior fichado como referencia interior, se intentó con Djedovic pero ante la falta de acuerdo con su actual club italiano se cambió de rumbo para firmar a Ime Udoka, un nigeriano de 34 años con formación USA más pasaporte "cotonou" y con varias temporadas en la NBA como gregario de nivel en los Spurs de San Antonio. Está claro que no son jugadores similares ni por asomo pero con un nexo de unión, ni a uno ni al otro se les considera jugadores determinantes y por ello su aportación depende muy mucho de lo que sean capaces de generarse desde su propio juego y en los minutos, no muchos, que disfrutan.
Ahora solo queda coordinar todos estos detalles y que como dice el refrán marinero que cada palo aguante su vela, o lo que es lo mismo que cada uno ha de asumir sus propias responsabilidades, soportar las consecuencias de sus propios actos y resistir los embates de la realidad, sin apoyarse o escudarse en los demás. Aunque en este caso, si cada uno de ellos se acompaña y apoya en sus compañeros muchísimo mejor. El resto es hablar por hablar y escribir por escribir, esta es mi opinión y creo que con ella no ofendo a nadie, entre otras cosas porque las escribo con el máximo respeto a los profesionales, entrenadores y jugadores. Ahora la palabra la tienen ellos y toda una segunda vuelta por delante para eludir los dos últimos puestos de la clasificación que llevan a la Leb Oro. Tres equipos con 4 victorias y tres equipos con 6 triunfos hacen un total de seis opciones para luchar por evitar ser uno de los dos últimos y con 17 partidos por delante y muchos enfrentamientos directos entre esos 6 contrincantes, muchas cosas pueden pasar todavía. Mucho ánimo y mucha suerte.
Esto no ha cambiado casi nada en los últimos 20 años y se muy bien de lo que hablo. Os dejo con un rap de Nach y El Chojin que se llama Ayer y Hoy, creo que viene bien para terminar esta entrada escrita con la ilusión de ayudar y arrimar el hombro en la misma dirección que conduzca a salir de la encrucijada en la que estamos.
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