domingo, septiembre 18, 2011

LA BOMBA Y COMPAÑÍA, QUE LUJO.

Tengo que reconocer que no lo tenía del todo claro, pensaba que Parker y Noah podían aprovechar una mala tarde de La Bomba y sus compañeros para ganarnos un título que en condiciones normales no nos podían ganar de ninguna manera. No hablo mucho más de los franceses pues aunque me parece que tienen un gran equipo en todos los aspectos, con jugadores que me encantan, no han competido de forma limpia y honesta, pero allá ellos, al final la razón la da el juego y el balón. Al menos casi siempre.
Ni siquiera los dos primeros mates de los franceses para poner el 0 a 4 por mor de dos errores defensivos significaron casi nada, pues de esa primera ventaja a la última de los franceses en el partido, 8 a 10 cuando se habían jugado los primeros cuatro minutos, era una mínima parte de un partido que desde ese momento se leyó de forma correcta para tomar el mando y no perderlo hasta el final.
Creo que los franceses no esperaban un grado de implicación tan grande entre los nuestros, seguramente si contaban con los puntos de Juan Carlos Navarro y Pau Gasol, pero seguro que no esperaban con la suma de otros aspectos tan importantes como que Calderón aprovechase la floja defensa de Parker para castigarle y anotar en momentos importantes, que Rudy Fernández sumase cantidad de intangibles de intensidad desde la defensa o que Serge Ibaka demostrase porque es el mejor taponador de la NBA. Equilibrio perfecto en el juego interior, funcionaba muy bien el dentro-fuera y los bloqueos directos le hacían mucho daño a los franceses. El primer cuarto terminaba con un triple frontal de Marc Gasol que ponía el 25 a 20 tras otro triple anterior de Navarro que marcaba el camino a seguir.
El equipo español tenía muy claras las ideas y el desarrollo del partido, había que ir paso a paso minando la moral de jugadores como Parker o Noah y luego elegir el momento para darles el puntillazo definitivo.

Calderón volvía a la pista por Ricky Rubio y empezaba el festival defensivo de Ibaka, ponía 5 tapones en un abrir y cerrar de ojos, para abrir la brecha a los diez puntos en menos de cinco minutos. San Emeterio dio unos minutos de descanso a Navarro y las diferencias se seguían manteniendo en los mismos números, mientras Rudy Fernández seguía aportando defensa, dureza e intensidad sin tener en cuenta el físico de los franceses y Pau Gasol los puntos finales del cuarto para llegar al descanso con 50 a 41.
Tras el descanso los franceses intentaron meterse en el partido y tras la primera escapada seria de los nuestros, 56 a 43, el encuentro entro en un tira y afloja durante un buen rato en el que los puntos de Navarro nos mantenían por delante de forma casi cómoda, 69 a 60. Luego entró Sada y Sergio Llull para terminar 75 a 62 al finalizar el tercer cuarto.
El partido ya estaba decantado y las diferencias se mantenían con la aportación de todos en la rotación de 10 que había decidido Scariolo, incluidos Sergio Llull y un intensísimo Víctor Sada que aportaba defensa y ritmo. Los franceses del célebre Collet, por la genialidad del otro partido, también terminaron entregándose y sus estrellas NBA, Parker, Noah, Diaw y Batum, no llegaron al nivel de las nuestras, de la NBA o de San Feliú de Llobregat. El nivel de juego de los nuestros en general fue espectacular y ver jugar a Juan Carlos Navarro a esta altura es una experiencia fantástica e inolvidable para los aficionados al baloncesto. Al final 98 a 85, Campeones de Europa 2011, MVP para Juan Carlos Navarro y los Juegos Olímpicos de Londres como premio extra.
Escribir sobre lo que supone para nuestro baloncesto el nivel alcanzado por este grupo de jugadores que sobresalen hace una década cuando se proclamaron Campeones del Mundo Junior es hablar de lo que significa el baloncesto con todas sus letras ante otros deportes de más repercusión mediática y al que cada día nos parecemos menos. Juan Carlos Navarro, Pau Gasol, Felipe Reyes, Jose Calderón, en primera línea, luego Rudy Fernández, Marc Gasol, cmo estrellas emergentes más San Emeterio y Víctor Sada como nexo de unión a los más jóvenes, donde destacan por encima Serge Ibaka y Ricky Rubio más Sergio Llull y Víctor Claver.
Un grupo homogéneo sin fisuras y con los roles muy asumidos, esto es lo más difícil y lo más valorable del trabajo de Sergio Scariolo, que ha ido de menos a más en este campeonato para terminar jugando el mejor baloncesto de equipo que se puede ver hoy en una cancha, sea de donde sea. Como entrenador destacaría el trabajo de Sergio Scariolo en el aspecto táctico pues el equipo encontró siempre recursos ante los problemas que se presentaron y en el aspecto de gestor del grupo, un grupo con grandes estrellas que supieron poner al equipo por delante de su ego, y eso aunque alguno no lo entienda es el trabajo más difícil del entrenador.

Este es mi homenaje a este grupo que nos ha tenido pegado a la tele durante tres largas semanas y que al final nos ha regalado a todos el título de Campeón de Europa. Ésta ha sido la canción del grupo en los momentos previos de los partidos, se la dedicaban a mi tocayo, Felipe Reyes, que había perdido a su padre el día antes de jugar en Murcia. Es el grupo Bongo Botrako y su canción Todos los días sale el sol, chipirón. Ellos, unos fenómenos, cambiaron el chipirón por Felipón y la convirtieron en su canción. Alegría y buen rollo para animar al grupo y al bueno de Felipe.

1 comentario:

FERNANDO dijo...

Esta selección es grandiosa... estos jugadores son irrepetibles... yo no sé cuantas satisfacciones nos van a dar todavía...