jueves, marzo 18, 2010

LA SOMBRA DEL CIPRES ES ALARGADA

Miguel Delibes murió hace unos días y con él una de las figuras más importantes de nuestra literatura de siempre. Delibes encarnaba de una forma muy peculiar a todo su entorno desde lo más profundo del mundo rural, la caza, la fauna y todo lo que podía estar relacionado de una forma u otra, con el ser humano y todo lo que lo envolvía a su alrededor. Me sirve este pequeño homenaje a este gran autor de la postguerra civil española para que uno de sus títulos nos sirva como inicio de esta reflexión personal. La sombra del ciprés es alargada, la escribió en 1947 y esa novela le dió el Premio Nadal, era su primera obra y empezaba un largo camino de éxitos literarios que fueron usados con frecuencia en adaptaciones en el cine, en el teatro y en la televisión.

Bueno, pues como dice el título, la sombra del ciprés es alargada, pero debemos mirar más allá de la sombra en si mismo. O lo que es lo mismo las ramas nos deben dejar ver el bosque. Y supongo que muchos ya se habrán hecho una idea de a que sombra o a que rama me refiero. Una cafrada arbitral en Bilbao no puede, ni debe, ocultar la espantosa temporada que está haciendo el CB Murcia en la actual campaña de la ACB. Es verdad, independientemente de la resolución final del asunto, que la canasta nunca debió subir al marcador y que el CB Murcia debería tener una victoria más en su casillero, serían cinco victorias y la segunda de la era Torres en el banco murcianista, pero sigue siendo un bagaje de escándalo ante una competición que enfila su recta final.

Solo quedan nueve jornadas para terminar esta liga regular en la que las distancias de una manera u otra siguen siendo enormes entre el último clasificado y los dos anteriores, que para más inri ganaron en la última jornada, demostrando que pelearán por ese puesto de salvación hasta el último momento. El Xacobeo sin Stanic, su base titular, y con un Vasileiadis en estado de gracia, ganaron al Lagun Aro, que nos ganó en Murcia, y el Meridiano Alicante tiró de la casta de Mario Stojic y de su último fichaje, Erdogan, para ganar al Unicaja que hace muy poco también nos ganó en el Palacio. La lectura es sencilla, ellos están ganando lo que aquí se debió de ganar, ni más ni menos. Por eso, con el partido ganado o perdido en Bilbao, las diferencias con ellos siguen siendo demasiado grandes cuando solo faltan nueve partidos por jugarse.

En Bilbao los mejores volvieron a ser los mismos, Vujanic y Prestes, a los que se sumaron unos más entonados y dentro de la dinámica del equipo Asselin y Amara Sy. El resto volvió a pasar de puntillas por esta liga que los está ahogando y en la que solo suelen dar la cara, a veces, en los partidos de casa. Moss sumó menos siete de valoración, y sigue empeñado en empeorar sus promedios. Robles no solo no anotó, apenás lanzó dos veces a canasta en más de 22 minutos de juego. Scepanovic volvió a ser el de los desplazamientos y Faverani, que podemos contar de Faverani que ya no sepamos. Ante la falta de Williams, el equipo no pudo ganar en un mal partido que dominó un muchos aspectos del juego, hasta 15 puntos de diferencia entre equipo perdedor y ganador, pero del que no supo sacar tajada para no complicarse la vida con la canasta de Salgado. Una pena y van...

Por eso comentaba antes que unos se pueden aprovechar de las circunstancias de un partido desgraciado con un final polémico, pero esa no es la realidad de la temporada. La realidad de la temporada es muy distinta y todos, o casi todos, la conocemos muy bien. El querer desviar la atención de unos u otros hacía lo malo que son o pueden ser los árbitros, o el poco respeto hacía este club en esta liga, es algo que no es nuevo, lo he comentado muchas veces y es una realidad palpable, pero si el equipo se mantiene vivo, como lo ha hecho en las últimas temporadas a los árbitros y a los otros estamentos no les queda otro remedio que convivir con nuestra existencia en la ACB. El problema es, como ahora, descolgarte y sentirte el patito feo del cuento de Hans Christian Andersen, aunque éste patito no se convertirá en ningún elegante cisne en esta temporada y la mala suerte, la famosa mala suerte, suele ser compañera habitual de malos resultados, mal juego y jugadores equivocados.

Buscando nuevas cosas en el mundo de la música me he encontrado con esto que es muy diferente a lo que se suele oir. La Bien Querida o lo que es lo mismo Ana Fernández-Villaverde y su disco Romancero. Esta canción se llama De momento abril y seguro que puede gustar a muchos.

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