Ayer cuando escribí la entrada sabía perfectamente que ésta era una de las posibilidades que podían ocurrir. Quería ser positivo y pensar que al menos una de las tres opciones que teníamos de poner una selección entre las mejores para el próximo año existía. No me equivoqué pues en dos de los tres cruces tuvimos opción de ganar hasta el último momento, en la tercera todos eramos conscientes de los difícil que podía ser arrebatarle a Andalucia su vuelta al grupo especial de cadete femenino. Una mañana con mucho frío y mucha nieve desde que las selecciones salieron del hotel hasta que volvieron al mediodía después de jugar sus partidos, los cuatro a la misma hora, las 10,00, que está claro no ayudaron nada a nuestros equipos que se jugaban mucho.
Empezando por éstas últimas, las cadetes femeninas, hay que decir que su cruce era el más complicado de los tres, y creo que hasta ellas mismas lo sabían. Lo importante es que han jugado al máximo de sus opciones sabiendo las diferencias físicas que existían de antemano y no se han rendido en ningún momento, prueba de ello es que les quedaron fuerzas para ganarles el segundo y el último cuarto, para de paso no perder el espíritu de equipo para luchar a partir de ahora por la novena plaza. Al final 69 a 49 en un partido en el que las andaluzas, que ahora pelearán por el título nacional, trataron de ponerse por encima desde el principio y solo en el primer y tercer cuarto impusieron su dominio. Ahora toca intentar estar lo más arriba posible entre el 9º y el 12º. Complicado, por no decir complicadísimo, tiene su primer partido de este cruce con Galicia, cuarto de su grupo especial. Creo que hasta el momento no se le puede poner ni un pero al trabajo de Víctor Verdú, sus ayudantes y sus jugadoras.
El equipo de Juan Víctor Lorente llegó empatado al final del tercer cuarto, 35 a 35. Tras ganar con claridad el primer cuarto, 7 a 16, llegó al descanso todavía por delante con un 24 a 26. Los minutos finales decidieron un encuentro donde el dominio del rebote, 64 por 45, resultó uno de los factores más importantes. La navarra Amaia Moracho dominó el rebote y anotó con poca oposición cerca del aro, siendo la jugadora que desniveló la balanza para la selección de Navarra. Al final el resultado de 50 a 46 refleja la tremenda igualdad entre dos equipos, la diferencia es que uno jugará por estar en las finales y el otro del 9º al 12º.
Exactamente igual que las anteriores, las cadetes femeninas, y los próximos, el infantil masculino, ahora deben luchar duro por estar en esa zona media entre los mejores. Aunque a alguno no le siente muy bien, tengo que decir que a nivel personal y de trabajo me encanta que muchas de estas jugadoras conviven y mejoran su baloncesto en nuestro campus de verano desde hace años.
Los infantiles masculinos volvieron a fallar, como los que entrené el año pasado, en el partido más importante. Aunque las diferencias son evidentes, el infantil del año pasado debió ganar a Castilla La Mancha, eramos superiores, y el de este año podía ganar o perder al 50% con Castilla León. Los nervios del inicio del partido jugaron una mala pasada a los chicos de Fran Sánchez, los castellano leoneses superaron con facilidad la presión y anotaron demasiado fácilmente, 13 a 25. En el segundo cuarto el partido se igualó y tras ajustar la defensa el marcador se situó en un más ajustado 37 a 45. La mejoría continuo en el tercer cuarto y tras ganarlo y dejar a sus rivales en solo 9 puntos se pusieron 51 a 54. El último cuarto se igualó completamente desde el principio y el equipo murciano se puso por delante varias veces pero sin sacar más de uno o dos puntos de ventaja. Luego en los últimos minutos la precipitación y las pérdidas decidieron el marcador para los castellano leoneses que jugaron mucho mejor la recta final del partido, terminando 67 a 75. Guillermo González, otro fijo de nuestro campus de verano volvió a ser el mejor por su actividad y aportación.
Mañana se jugarán frente a los locales de Aragón, 4º del grupo 1 especial, el paso para jugar del noveno al decimo. Buena oportunidad para seguir mejorando y preparar las cosas para que la próxima temporada sea la definitiva y consigamos el ascenso en esta categoría.
Los cadetes masculinos ganaron su primer partido en su encuentro frente a un débil Melilla, 92 a 25, y mañana terminarán su participación frente a La Rioja para intentar terminar en el puesto 16º y dejar a estos dos equipos en los últimos puestos. Las diferencias entre nuestro baloncesto y el de las ciudades autónomas africanas es evidente. En realidad creo que el baloncesto de Murcia hoy en día está muy por encima de unas cuantas autonomías que terminarán más arriba, tipo Ceuta por ejemplo, pero el tipo de competición es el que es y eso no se puede evitar. Si no somos capaces de ganar a Cantabria, como nos pasó ayer, nos pasa lo que nos pasa.
El problema de las clasificaciones anteriores, la del año pasado por ejemplo, condicionan mucho la formación del grupo para el año siguiente y si encima que te toca Galicia, que venía de bajar el año anterior, y vuelves a fallar contra los cántabros no tiene solución.
Este grupo, el cadete masculino, es una asignatura pendiente para el próximo año y además de empezar muy pronto con ese grupo, antes de que acabe este mismo enero, hay que intentar buscar unas alternativas deportivas que pongan a los jugadores del 95 con opciones de pelear entre los mejores, igual que el año pasado en infantiles.
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