martes, diciembre 01, 2009

ORIGENES ESCOLAPIOS

Nunca hice demasiado hincapié en la forma de entrar en este mundo del baloncesto, que luego ha sido mi vida por cierto, y ahora que empiezo a escribir esto en mi isla, se me mezclan muchos detalles que trataré de poner por orden. El viernes por la tarde viajé una vez más a Tenerife, este año con tanto viaje parezcoel baúl de la Piquer, la intención era pasar un par de días con mi padre y mis hermanos. Como siempre y desde hace muchos años poco tiempo para compartir con ellos estos ratos que cada vez son más difíciles de poder hacer coincidir con mi trabajo y mis ratos de vacaciones. Me encantan esos paseos por el norte de Tenerife con el "fotingo" de mi hermano para comer por algún sitio de ese maravilloso paisaje.
Viaje relámpago si se puede llamar de esa manera, ayer lunes a las 10,00 estaba en mi sitio como un campeón.

Pues el viernes por la noche y con mi hermano Carlos, asistí a una cena que desde el año pasado hacen alumnos de mi colegio, las Escuelas Pías, de diferentes etapas, al sacerdote que hizo posible que el baloncesto fuera parte importante de la vida de muchos de los que en aquella época fuimos a los escolapios en el Quisisana.
Ese cura era el
Padre Montenegro, Enrique Montenegro para ser más exactos, un adelantado de su época con respecto al baloncesto y todas las cosas que giraban a su alrededor. Curiosamente yo no tuve prácticamente nada que ver en mi formación con toda aquella parafernalia que se vivía en mi colegio. Mi nivel como jugador a nivel de escolares nunca me dejó jugar en los primeros equipos de mi edad y mis primeros equipos federados como jugador, primero, y como entrenador, después, estaban bastante lejos del nivel que yo podía ver cada día en mis compañeros de colegio.

También es verdad que esa falta de protagonismo en mi comienzo cestista me obligó a apretar los dientes y buscarme la vida para demostrarles a todos aquellos que yo también podía tener mi espacio en este juego que nos gustaba tanto. Mis compañeros de Quisisana, mi colegio, los de mi curso, nacidos a finales de 56 y básicamente del 57, fueron Campeones de España de Minibasket y uno de ellos, Tomás Ramos, llegó a ser capitán de la selección española de mini que por aquella época ya jugaban Jamborees de tipo internacional. Yo en aquella época alucinaba con aquellos jugadores, solo un año o dos mayores que yo, que marcaron una etapa en el baloncesto de Tenerife, Taqui Martínez, Javi Hernández, Ramón Asensio, Fernando Esquivel, Alberto Génova, José Luis García, José Juan Pardo, Elías Ramos...todos eran un poco mayores que yo y verlos ganar todo en Canarias era de las cosas que más influyeron en mi camino. Todos ellos vivieron con el Cura Montenegro una época gloriosa del baloncesto escolar y federado en Tenerife.

Tenían casi todo lo que nos gustaba a los que empezábamos en el baloncesto, las mejores equipaciones, El Cura las copiaba de los entonces NBA, las mejores zapatillas, ellos usaban las Converses Chuck Taylor cuando el resto jugaba con Keds o similares, un entrenador exigente que hasta los grababa para ver luego los partidos, El Cura era un auténtico adelantado a su tiempo, y hasta las canastas eran de otro tiempo y sitio. Todo eso, intentar alcanzar aquello, era una de las causas que me hizo jugar primero y hacerme entrenador después, veía baloncesto como un loco y quería sacarme los títulos de entrenador antes que nadie. Cumplí los 20 en diciembre del 76 y en el verano del 77 ya tenía el entonces título nacional. Tambien es verdad, que si no hubiera sido por el empujón de Víctor Floreal, entonces Presidente de la federación tinerfeña, para entrenar al mismo tiempo que todavía jugaba, pues esa oportunidad no me llegaba en mi colegio, a lo mejor hoy no estaría escribiendo sobre esto. En la foto de la izquierda, sentado en la vieja pista de Anaga con Pepe Cabrera, Víctor, Pepe Clavijo y Manolo Hernández, estos dos últimos entrenadores en Las Palmas.

El Cura fue profesor de matemáticas en mis últimos cursos del colegio y siempre me picaba mucho con el baloncesto. Oportunidades cestistas no me dió prácticamente ninguna pero me dejó impregnarme de todo aquello, vivir con ellos y disfrutar de un baloncesto que todavía hoy se podría jugar. En esa época tengo la anécdota que en mi último curso previo a la universidad, dejé el colegio para ir al Instituto de La Laguna para cursar el Cou. Pues ese año jugando escolares mi instituto ganó el campeonato escolar juvenil ganando a mi colegio de siempre.
Junto al Cura se formaron otros entrenadores de primer nivel en Tenerife, primero Paco Apeles, que también asistió a la cena, y José Carlos Hdez. Rizo, luego alguno de aquellos jugadores como Ramón Asensio o Fernando Esquivel. En la foto de la izquierda, en la cena del año pasado, Javier Pérez, Juan Lima, Jose Juan Pardo, Paco Apeles, Toñi Sanz y Toño Pintor, entre otros.

Junto a todos los anteriores habían otros veteranos del colegio con algunos años más que yo que jugaron buen baloncesto y de los que recuerdo bien verlos en el Quisisana, Juan Lima, Javier Pérez, Jose M. Izquierdo, Toñi Sanz.. y alguno más joven, como por ejemplo Eduardo Fernández, otro increíble jugador con el que compartí facultad de Medicina y hoy es un gran estomatólogo, Pablo Fragoso y alguno que sin ser del colegio como Emilio Davó compartió baloncesto en aquella cancha mítica de la ,Rambla. Incluso algún infiltrado de La Salle como Juan Antonio Yanes, que creo jugó con El Cura su mejor baloncesto. Pues Taqui, hoy arquitecto de gran nivel, organiza esta cena junto a Javi "El Moro", gran amigo que incluso estuvo en mi boda en Murcia, y aprovechan estas fechas que coincide con la fiesta de San José de Calasanz, patrón del colegio. Me alegré mucho de estar un buen rato con Tomi Ramos, hacía más años que no veía que a ninguno de los otros, que maravilla cuando jugaba, compañero de promoción, buen amigo y uno de los mejores bases que ha dado la isla, que curiosamente no ha vuelto a ver un partido de baloncesto desde que dejó de jugar hace casi treinta años. En la foto de la derecha, Tomi Ramos repasando el Grial de fotos que llevaron a la cena, Fernando Esquivel, Javi Hernández y Ramón Asensio, de pie. Buen rato y muy buenos recuerdos. Gracias por invitarme.


Para terminar esta entrada una canción de la historia de la música, de aquellos tiempos del colegio, de cuando empezaba aquello de la "música moderna". Una maravilla de siempre, Yesterday y los Beatles.

1 comentario:

Septena dijo...

Bonitos recuerdos, Felipe. Me alegra saber que mantienes el contacto con tus orígenes isleños. Soy Charo, tu paisana y aficionada a esta belleza de deporte. Disfruto leyendo tus entradas. Enhorabuena y un beso.