sábado, octubre 01, 2011

UNA DE PIRATAS Y SINVERGÜENZAS.

Esta entrada me hubiese gustado no tener que haberla escrito pero creo que es interesante que los entrenadores o futuros entrenadores sepan algunas realidades de la vida profesional de los que pretenden vivir del baloncesto.
Voy a contar un relato verdadero pero donde participan auténticos piratas, no se muy bien si tienen parche en un ojo o pata de pala. Piratas de la vida real que no respetan el trabajo de un profesional, ni su dedicación ni su cariño a lo largo de más de una temporada y media. Son cosas que pasan, es verdad, la vida real está llena de este tipo de personajes, mezcla de pirata y sinvergüenza clásico.
Para que no existan dudas tengo que decir que Quini García, uno de los personajes de este relato, es mi amigo con todas las letras y tengo que decir que es un amigo de verdad. Con esto no quiero coartar la lectura del relato, lo importante es leerlo y luego sacar las conclusiones.

Esto es lo que le ha pasado a un buen entrenador que además lo ha demostrado con creces. Quini García, a quien concierne lo que voy a relatar, es un padre de familia con dos niñas preciosas que cuando terminó su carrera profesional como jugador de baloncesto, después de mas de 150 partidos en la ACB y algunos más de esos en la segunda categoría del baloncesto español jugando en Primera B o en Leb, decidió encauzar su vida en Murcia tras casarse con una murciana y decidir ser entrenador. En su primer año serio como entrenador clasificó al infantil del CB Murcia para una fase final de un Campeonato de España infantil en Teruel en la temporada 2001/2002, consiguiendo la mejor clasificación de la historia de un equipo de Murcia en esa categoría en toda la historia del baloncesto murciano.
Luego y como ayudante del equipo senior del CB Murcia en Leb consiguió un ascenso como Campeón a la ACB en la temporada 2002/2003, en la que tuvo gran importancia por su perfecta comunicación con los jugadores y con su excelente trabajo de scouting a lo largo de toda aquella temporada.
Tras un par de temporadas como ayudante en ACB y Leb conmigo y sin mi en el CB Murcia decidió volar solo ante la falta de comunicación y oportunidades en un club que le pasaba factura continuamente por el mero hecho de ser amigo de sus amigos.
En la temporada 2006/2007 se proclama Campeón de la liga EBA en una fase final que se jugó en Murcia con el Santa Pola alicantino tras una temporada perfecta y ascienden a Leb Plata. Los de Santa Pola no le renuevan su contrato en la siguiente temporada y tiene que volver a cambiar de equipo para entrenar en Leb Bronce la 2007/2008, primero en Tíjola donde es cesado por los malos resultados, y luego en Menorca con el Alaior al que salva de categoría tras llegar a Menorca con el equipo en puestos de descenso.

Tras entrenar en Murcia en femeninos y masculinos con el CB Capuchinos, aceptó el reto de entrenar en liga EBA la temporada 2009/2010 al Festival del Cine L´Alfas que peleaba por los puesto mediocres de la competición, tras conseguir clasificarlo para jugar por el ascenso ganó el ascenso en un final de competición impecable sumando su 2º ascenso desde liga EBA en una de las competiciones más difíciles de nuestro baloncesto.
Tras ese broche final fantástico, los directivos de Alfas del Pi, sin que nadie les obligara, decidieron ofrecerle dos años de contrato como primer entrenador aunque renunciaron al ascenso a la Leb Plata y decidieron volver a jugar en liga EBA. La temporada pasada, en su primer año de contrato tras la renovación, se quedaron a un solo partido del ascenso tras hacer una temporada fantástica en la que terminaron segundos tras el Platja de Palma y perder en la eliminatoria definitiva del ascenso con el Aurteneche por solo 4 puntos de diferencia.
Quini empezó a planificar esta temporada 2011/2012, le restaba una temporada de contrato, y no atendió a ninguna posible oferta durante el verano en unos momentos difíciles para todos, incluidos los clubes de baloncesto. Cuando ya estaba a punto de empezar la pretemporada, finales de agosto, recibe una llamada del club alicantino en la que le dicen que no cuentan con él, a pesar de su año de contrato restante y que el equipo lo entrenará su segundo entrenador hasta ese momento, Toni Arques, al que curiosamente sustituyó en el banquillo como primer entrenador temporada y media atrás, además de ser su segundo entrenador durante todo ese tiempo.
Para terminar este relato con nombres y apellidos quisiera contar la parte final de la historia. Quini presenta una demanda de despido improcedente ante la justicia, le quedaba un año de contrato con el club alicantino, y en el acto de conciliación fijado en Alicante hace pocos días el Alfas le ofrece pagarle la cantidad de 45 días por años trabajado, lo reglamentado en estos casos pero le dicen que la cantidad, nada del otro mundo por cierto teniendo en cuenta la categoría, se la pagarían en cómodos plazos a lo largo de toda la temporada, por lo que no llegan a ningún tipo de acuerdo.
El club armado de razones ante la petición de un profesional al que han dejado sin trabajo y sin opciones a buscarse otras alternativas le remiten un burofax obligándole a presentarse en Alfas a cumplir con su trabajo. Quini, tras recibir el documento, y asesorado por su abogado, el pasado viernes, se presentó en Alfas para entrenar ante el asombro del entrenador y los jugadores que no se creían lo que estaban viendo. El entrenador, con buenos contactos políticos en el pueblo, informa al presidente de que Quini estaba entrenando al equipo, ni más ni menos que lo que ponía el burofax recibido, y la policía municipal se presenta en el pabellón, lo saca de la pista para identificarlo, como si no lo conocieran lo suficiente, y tras meterlo en la sala de prensa del club le dan un nuevo documento en que le informan que su trabajo en el club ha cambiado y ha pasado a ser 2º entrenador y responsable de scouting del equipo del que era su segundo entrenador. Además le imponen un horario de mañana y tarde con 8 horas de trabajo en Alfás. Cuando todo el mundo sabe que en esta categoría se entrena por la tarde y alguna mañana, muy pocas, de San Juan a Corpus.
Tras relatar los hechos solo me queda pedir a los que habitualmente lee este blog que ellos mismos coloquen los adjetivos del título de la entrada, piratas y sinvergüenzas, a los que se lo merecen en esta historia, Ni más ni menos.

Creo que la del Pirata cojo de Joaquín Sabina, es un buen final para esta entrada, aunque también podría venir muy bien aquella de Pacto entre caballeros, básicamente por el título.

5 comentarios:

abrahamtotana dijo...

recuerdo cuando los hombres eran derechos,y con un simple apretón de manos su palabra iba a misa y estaba por encima de cualquier contratiempo.Sólo desear suerte a Quini.

Francisco dijo...

Sólo conozco a Quini de alguna reunión de los campus y de algunas clases que me dio en el curso de entrenador, pero puedo decir que me parece un tío co.., digo, una magnifica persono. Simplemente desearle suerte en este mundo del basket.

Un saludo.

Moises Navarro dijo...

No salgo de mi asombro!!
No solo piratas y sin verguenzas, sino desagradecidos a un grandisimo trabajo y gente que solo son el escombro de este deporte y de la sociedad, por no decir algo peor y malsonante.
Esperemos que la vida sea justa y ponga a las personas, si es que se les puede llamar asi, donde les corresponda.
Por cierto, esa identificación de la policía no es lícita.
Conociendote se que esto te hará mas fuerte y mejor.
Mucho ánimo Quini!!

postebajo dijo...

Desgraciadamente, ya todo, funciona así, un compromiso deja de serlo, por el mero capricho de una de las partes, y generalmente de forma injustificada.
Ánimo y suerte "Quini".

Jesús Carrillo dijo...

asi vamos todos,la justicia es un reflejo de la sociedad y del momento que vivimos, lo triste es que aun hay personas que mantienen sus principios inalterables y siguen pensando que un apreton de manos es de ley, y ellos son los que pagan,son la carroña para los buitres que hoy, quiza debido a la necesidad, no miran la calidad ni profesional ni humana de quien esta en el suelo tratando de ganarse la vida honradamente.
un abrazo Quini.