EL SECRETO ES AMARILLO

La tarde de ayer dió para mucho, baloncestísticamente hablando claro está. Del curro para casa volando bajo para ver al Madrid en el Nokia Center de Tel Aviv por Teledeporte y luego, en horario de estar viendo Águila Roja, a debutar en la prestigiosa liga de veteranos que ha organizado con buen criterio nuestra federación de baloncesto. Si alguno perdió un rato de su tiempo viendo al Real Madrid en su desplazamiento previo al partido de Murcia sabrá perfectamente el porqué del título de la entrada. Resulta que el equipo blanco que entrena Ettore Messina, uno de los mejores entrenadores del continente, ha perdido tres partidos este año en la Euroliga, dos en la primera fase y el de ayer en Tel Aviv, y sus tres rivales vestían de amarillo, BC Khimki, Asseco Prokom y Maccabi Electra. Estos tres rivales visten de amarillo e incluso el comentarista técnico de Teledeporte, que por sus conocimientos se parece muy poco al nuestro del 7 Región de Murcia, ya comentó durante la retransmisión que no sería mala idea que el Murcia, próximo rival de los blancos en ACB, fuera buscando unas camisetas de ese color.

Lo curioso de este tema es que el amarillo suele ir acompañado de una leyenda de mala suerte que en este caso se hace realidad con el Real Madrid. Según cuentan la gente del teatro y toda la farándula que se mueve a su alrededor, en toda Europa no solo en España, desde que Moliére muriera vestido de este color, prácticamente no se permiten ni decorados ni vestimentas de color amarillo en los escenarios. Incluso la tradición cristiana hace siglos y ávida de buscar razones donde no existían, asoció el amarillo con el color azufre de los infiernos y lo convirtió, al color, en imagen de la falsedad, la traición e incluso el adulterio. En la Edad Media a los herejes y apestados les colocaban unos sacos amarillos y las ciudades por las que pasaba cualquier tipo de epidemia se les obligaba a ondear una bandera de éste color.

El pobre Moliére murió en escena interpretando El enfermo imaginario. Este enfermo, el que nos ocupa en este asunto, puede ser muchas cosas, pero no imaginario. Que el Cb Murcia está muy grave es una verdad objetiva, lo dice la clasificación y su juego, por lo que ponerse de amarillo no creo que agrave más su estado. Además todos somos conscientes de que a febrero de 2010 la camiseta, roja o blanca, está vacía de contenido. Los profesionales que gestionan el club no han creído pertinente llenar ese espacio de la camiseta con un Murcia muy grande, no olvidar que el Ayuntamiento de nuestra ciudad es el segundo patrocinador de este club tras la Comunidad Autónoma, y seguimos sin tener nada en la camiseta. El Power Electronics Valencia, que es como se llama ahora el que fuera durante años el Pamesa, pasó unos meses sin sponsor oficial y en su camiseta naranja lucía un Valencia muy grande, acompañado de basket.com, su página Web que era muy llamativo. De todas formas no todo el mundo que estudió publicidad lo hizo en la misma universidad y las tendencias en ese sentido seguro que serán muy amplias y diversas. Por tanto, tal y como proponía el sagaz comentarista técnico de Teledeporte, creo que deben correr a comprar unas camisetas amarillas y colocarles los números para que estén listas el domingo. Si tienen problemas para encontrarlas el ADM de Primera Nacional o el San José de la Vega de Autonómica, los Lakers de Murcia, les pueden prestar algún juego de equipaciones, pues esos son los colores que usan habitualmente.

El Madrid sin Felipe Reyes y con un Bullock que solo jugó dos minutos en los albores del partido, pareció un alma en pena frente a un conjunto, con escasos centímetros y kilos, que puso mucho más en la lucha por sacar el partido adelante. Debutó en Euroliga, con el Real Madrid claro está, la nueva perla blanca, Ante Tomic, un pívot croata de 2,16 y mucha calidad para su edad, apenas 23 años, al que los frescos de los árbitros de la Euroliga trataron como si fuera recien salido de junior en un partido de ACB. Este tema de los arbitrajes de la máxima competición continental podría llenar páginas, si nosotros nos quejamos amargamente de los arbitrajes que recibimos en ACB desde hace años, por su prepotencia y falta de respeto, los arbitrajes locales en ésta carísima Euroliga a los equipos grandes es simplemente acojonantes, por decir algo que suena bien y no sea muy faltón.
Al Maccabi le sobró con la calidad ofensiva de Alan Anderson y la ayuda en la anotación de Eidson y D´or Fischer. La defensa planteada por Pini Gershon, un clásico del baloncesto israelí, ahogó el juego madridista y hasta se repitieron situaciones de 24" de posesión sin lanzar al aro. En el Madrid solo los lituanos Kaukenas y Lavrinovic dieron la talla en un partido que recuerda siempre grandes espectáculos de baloncesto.

A mi no me gusta mucho el color amarillo, lo reconozco abiertamente y creo que ya he escrito varias veces el motivo. Mi club de formación, mi "alma mater" en el baloncesto, es el RC Náutico de Tenerife y en él, durante muchos años, libré grandes batallas en forma de partidos de baloncesto frente al Canarias de La Laguna, hoy en Leb Oro llamándose Ciudad de La Laguna Canarias, en los que los aficionados de la isla denominaban La Marea, blanco y azul eran nuestros colores, frente a La Fiebre Amarilla, oro y negro eran los suyos. De ahí me viene ese poco de repelente que me dan los amarillos. No se vaya a creer alguno, tonto sería, que esa animadversión deportiva al amarillo me viene por otro lado.
Hoy al Canarias lo entrena Alejandro Martínez, que empezó como entrenador igual que yo en el Náutico, y éste fin de semana vuelve a jugarse un derby, no ta intenso como los de antes, ante el Tenerife Rural, un club al que entrené hace unos años y que no tiene mucho que ver con el Náutico pero que tomó su testigo en las competiciones importantes de nuestro baloncesto.

Yo, como no tengo abuelas, soy muy mayor y encima no llegué a conocerlas cuando era un niño, las dos murieron muy pronto, cuento las cosas como yo las veo. Esto lo digo porque siendo entrenador del Zumos Juver de Murcia, ahora CB Murcia, si que ganamos al poderoso Real Madrid en nuestro Pabellón del Príncipe de Asturias, no existía todavía nuestro Palacio de Deportes, y enfrente teníamos a jugadores de la talla de Stanley Roberts, Carl Herrera, Antonio Martín, José Luis Llorente, Romay o el mismo Biriukov. Corría la temporada 90-91 era el inicio de la segunda vuelta y nos impusimos por 77 a 74 con un partidazo de Ralph McPherson, Julio Torres y Jordi Soler. No hizo falta jugar de amarillo, jugamos de blaco y rojo, como siempre, con un Zumos Juver de sponsor en la camiseta y con un pabellón donde no cabía un alma. En aquel momento de la competición nuestra posición se parecía poco a la actual, es verdad, pero aquella noche en el Príncipe de Asturias estará grabada en mi memoria para siempre.

Anoche, ya que hablamos del Juver, jugamos nuestro primer partido de la liga de veteranos que organiza la Fbrm. Me cuesta escribir, estoy molido y eso que jugué unos 12 minutos escasos, y dormí bastante mal debido al esfuerzo realizado. No valen risas sobre esto pues ya cumplí los 53 y todavía no he visto a ninguno mayor que yo jugando ésta competición. Que no digo que no los haya. Primera victoria frente a un correoso Murcianegocios.es al que nos costó doblegar mucho más de la cuenta. Al final 46 a 36 y ahora nos toca vernos las caras, el próximo martes, frente al lider tras la primera jornada, el CB Capuchinos Murcia que ayer y antes que nosotros, pasó por encima del Club Social Cajamurcia por un contundente 19 a 58. Me parece que no voy a jugar mucho en los próximos partidos, probaré uno más, pues si al día siguiente estoy como estoy ahora, me parece que seré más el entrenador que otra cosa. De todas formas el rato valió la pena, corrimos, nos reímos y disfrutamos ganando, eso ya es mucho tal y como están las cosas.


Para terminar esta entrada os dejo un clásico de la música de todos los tiempos. El Submarino Amarillo, The Yellow Submarine, marcó un antes y un después en la carrera de los Beatles. Mi particular homenaje al mejor grupo musical de todos los tiempos. Hay muchos videos de esta canción que se pueden descargar desde la red.