domingo, febrero 21, 2010

BALONCESTITIS II, III Y MUCHO BARÇA PARA TAN POCO MADRID

No hay demasiado tiempo para escribir cuando estás fuera de casa y con partidos de baloncesto y actividades sin parar. Bilbao, a dado para mucho sin ninguna duda, buena comida, buen ambiente y baloncestitis para dar y regalar.
Para ir por orden, aunque solo sea con algún detalle que me llamó la atención, el viernes tarde se dieron los dos resultados que casi todos esperábamos. Un Basconia sin Splitter pasó por encima de un Bilbao que se pareció más al que ha estado en el fondo de la clasificación que al que ganó en Madrid el domingo pasado. Un enorme San Emeterio pasó como una apisonadora por encima de todos los exteriores bilbainos, anotó, reboteó y recuperó balones dándole una intensidad al juego de su equipo que desarboló al Bilbao en su cancha. Del Bilbao lo mejor fue Banic, un interior con muchos recursos que resultó bastante poco para aguantar a Teletovic, Barac y Elihayu. Al final un cómodo 62 a 75 que estaba resuelto al final del tercer cuarto donde la ventaja de los de Vitoria era más amplia, 47 a 63.

Luego el Real Madrid de Jaric y Llull, con ellos dos se bastaron, ganaron a un DKV Joventut con demasiada juventud y pocos recursos para un partido como éste. El Madrid sin hacer nada de particular ganaron a un equipo que en muchos minutos tenía demasiada juventud en la cancha y poca producción ofensiva. Clase magistral de Marko Jaric jugando de base, escolta o alero. Junto a él, Sergio Llull defendió y anotó con facilidad, penetrando o tirando desde el triple, 6 de 9. Mal partido de los interiores blancos, Lavrinovic y Tomic, del que no se aprovecharon los grandes de la Penya. En los verdinegros solo Bogdanovic y un Tucker, muy fallón en el triple, aguantaron el tipo ante los recursos ofensivos de los exteriores blancos. Al final del tercer cuarto ya ganaban los blancos de nueve puntos, 67 a 58, y nunca pareció que la Penya tuviera opciones verdaderas de victoria.

El sábado semifinales de lujo con un Valencia que dió la cara frente al Barça y un Madrid que ganó con facilidad ante un Baskonia y más de 6000 seguidores del club vitoriano. El Valencia jugó, o lo intentó, al ralentí. Buscó un partido a pocos puntos y lo consiguió, 55 a 51 al inicio del último cuarto, luego un nuevo apretón del FC Barcelona estiraron hasta 66 a 52 a falta de cuatro minutos. Buen partido de Ricky Rubio y Fran Vázquez, ellos junto a la aportación de Mickeal y Navarro se bastaron para ganar a un Valencia donde solo el interior australiano Nielsen los mantenía vivo. Junto a la intensidad del australiano jugaron un buen partido el pívot Perovic y un Claver que cada día crece más en su juego. El resultado final 72 a 64 para un Barcelona que llegaba a la final muy descansado.

Luego un Real Madrid muy sólido en defensa pasó por encima de un Caja Laboral que aparentó llegar muy cansado a esta semifinal. Jaric, aparentemente algo tocado, no aportó casi nada, pero junto a una defensa muy agresiva, los puntos de la pareja lituana, Lavrinovic y Kaukenas, fueron casi suficientes para abrir el marcador. Bullock jugó poco y sin aportar casi nada. El Baskonia se diluyó ante sus fieles de forma abrumadora y el 7 a 20 del último cuarto dice las diferencias entre unos y otros.
En los de Ivanovic se notó mucho la poca aportación de sus hombres importantes y la baja de Splitter. San Emeterio volvió a ser el mejor, aunque estuvo mucho más controlado en sus tiros y penetraciones, y solo contó con la ayuda de Eliyahu y los primeros minutos de Barac. Lo mejor del Madrid fue, con su diferencia, su defensa, 50 a 78 lo dice todo y claro.

Seguramente si el Real Madrid hubiese sabido lo que se le iba a venir encima en la final a lo mejor no hubiese puesto tanto interés en semifinales. La final, con Rey incluido y pitada de traca, solo duró un cuarto, 19 a 16 para los de Xavi Pascual.
El Madrid empezó muy centrado en su juego, pero la defensa y el buen criterio de Rubio en la dirección del juego junto a la finalización de Fran Vázquez, MVP de la final, y Lorbek pasaron por encima del juego, pobrísimo, de los blancos. El 2º cuarto terminó con el partido muy pronto, 21 a 9, finalizar 15 arriba al descanso, 40 a 25, significó abrir una brecha muy importante para la segunda parte.
En dos minutos la ventaja se amplió a veinte puntos, 45 a 25, y luego fueron estirando las ventajas hasta que llegó el momento de la relajación final que permitió a los blancos acercarse al final a un resultado que no fuera escandaloso, 80 a 61. En el Barça disfrutaron todos del juego, defendieron, atacaron, buscaron buenos tiros, fueron al rebote ofensivo y pasaron por encima de un equipo que se quedó sin recursos muy pronto. Los puntos de Velickovic, Kaukenas y Lavrinovic llegaron cuando el partido estaba sentenciado. Bullock y Tomic no jugaron ni un solo minuto, en el caso del escolta americano, esta situación, parece un problema serio a estas alturas.
El equipo de Xavi Pascual juega a un nivel difícil de igualar en todos los aspectos. En defensa tienen muy claras las ideas y los conceptos, presionan el balón, no conceden tiros fáciles y aunque parezca que juegan regular, frente al Cajasol o Valencia, suelen tener la situación muy controlada en todo momento. El entrenador catalán sabe muy bien el género, por hacer un simil, que tiene y lo distribuye prefectamente. Para jugadores como Fran Vázquez el tener de compañeros a Juan Carlos Navarro, Ricky Rubio o el mismo Sada, es un lujo al alcance de pocos jugadores interiores y más cuando nuestro baloncesto se pierde en continuos bloqueos directos.
Creo que lo conseguido hasta el momento por Xavi está lejos del alcance de muchos entrenadores con más recorrido y mayor prestigio. Su experiencia profesional hasta hace más bien poco, dos temporadas se cumplirán esta semana, se limitaba a ser ayudante de Ivanovic o entrenador en liga EBA o en LEB 2 con el desaparecido Aracena. Por eso creo que estamos ante la entrada con más claridad y solidez en nuestro baloncesto profesional en los últimos años. Nadie había conseguido tantos triunfos tan rápidamente y, especialmente, de la forma en que se consiguen. Juego fácil, bonito y sencillo, aprovechando las magníficas virtudes de sus jugadores y sin decir nunca una palabra más alta que la otra, todas estas virtudes hacen de él que sea el entrenador del momento. Que dure.

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