domingo, febrero 14, 2010

MASCARAS DE CARNAVAL

Domingo de Carnaval, domingo de derrota y domingo para volver a dar la misma imagen, con máscara o si ella. Casi todos, los de la Siete siguen sin enterarse de nada, dábamos este partido como vital para poder aspirar a salir del atolladero profundo, últimos desde hace meses, en el que el equipo se encuentra. Ha pasado una jornada más y hay una oportunidad menos.
La semana pasada nos pasó por encima el Real Madrid y los más radicales dijeron aquello de "claro, era el Madrid." Hoy el Bilbao, segundo por la cola y con tan solo dos victorias más que el Murcia, se ha puesto el mono de trabajo y ha ganado al Real Madrid, saliendo de los dos puestos de descenso y demostrando que hay que poner algo más que entusiasmo y buenas palabras para ganar a un grande a domicilio. Mientras el CB Murcia sigue de carnavales, con máscaras o sin ellas. Puro carnaval en San Sebastán.


El CB Murcia que ha fichado a Shammond Williams para el próximo lunes ha vuelto a caer en un partido en el que nunca dió la impresión que podía ganar. Un David Doblas enorme desde el salto inicial le ganó la partida a los grandes del Murcia y sus puntos y rebotes ayudaron a marcar las primeras diferencias. El primer cuarto ya terminó con seis arriba para los locales, 22 a 16. En el segundo cuarto, más de lo mismo en un querer y no poder para terminar llegando al descanso con un tiro triple de Oscar García, si he dicho Oscar García, que no entró y ya dejó una diferencia de ocho arriba para los locales, 42 a 34. Hasta ese momento, todavía parecía posible la lucha por el partido. Espejismo carnavalero.
En el tercer cuarto y cuando nuestros profesionales, los de la tele autonómica por supuesto, nos metían nuevamente en el partido con sus acertados comentarios. El Murcia se puso la peor máscara de carnaval y el Lagun Aro remató el partido con un parcial de 22 a 12 que sumado a los ocho del descanso dejaban una diferencia de casi 20 para el último cuarto. Hasta que los Panko, Barbour y compañía superaron la barrera de veinte puntos, muy pronto por cierto, en el último cuarto, no reaccionó el equipo de Torres que trató de maquillar el resultado con poco acierto, al final 84 a 68 y una derrota más para la carrera de fórmula ACB.

Edu Torres alternó defensas, a ratos vimos una zona 1-2-2 que puso en algunos problemas a los donostiarras, cambió a hombres en puestos diferentes, Vujanic jugó de base y escolta, se perdieron menos balones que otras veces, solo 12 ésta vez, pero los porcentajes de tiro de unos y otros, es significativa para darse cuenta la diferencia final en el marcador al concluir el encuentro para los de Pablo Laso, que por cierto gracias a este resultado salva su puesto que peligraba tras siete derrotas consecutivas.
Amara Sy aportó puntos y rebotes, 11 y 10, pero el equipo se diluye como un azucarillo en el momento en que Milos Vujanic pierde el control de la situación al mismo tiempo que le falla la gasolina y pasa a convertirse, por pura obligación, en el estilete ofensivo que debe anotar casi cada vez. Si los americanos del Murcia, entre los dos, suman 8 puntos y los del otro se van a 36, creo que hay suficientes motivos para pensar cual es la diferencia entre unos y otros. Delininkaitis, al que algunos apuntaban como su último partido con la camiseta roja del Murcia, anotó puntos y trató de dirigir, pero la aportación de unos cuantos fue sencillamente lamentable. Xavi Sánchez y José A. Marco volvieron a ver el partido desde el banquillo, mientras que Faverani que volvió al equipo anotó sus dos únicos puntos en un mate en una jugada en la que aprovechó no bajar a defender para anotar de palomero.

Ahora llega la Copa del Rey, menos mal pensará alguno, porque el próximo fin de semana es Piñata de Carnaval y si vuelven a salir con esa máscara en el Palacio frente al Unicaja la situación pasaría a irreversible casi matemáticamente. Llegará Shammond Williams, salvo sorpresas de última hora, y Edu Torres tendrá que mover ficha, aunque todo apunta a que el internacional lituano Delininkaitis deje su plazo para el polivalente base americano con pasaporte georgiano. El único problema es que si éste equipo hubiese contado con Williams, Asselin y Amara Sy hace un par de meses la situación actual sería bastante diferente, o eso creo yo al menos. Ahora es tiempo para ver como se afrenta la situación, hasta el momento las posibles soluciones han llegado demasiado tarde, todavía no entiendo muy bien porqué. Si hay que reforzar al equipo, aspecto claro desde el primer mes de competición, no se entiende porqué hay que esperar a estar casi descendidos, ojo que he dicho casi, para traer primero a dos jugadores y al mes un tercero cuando casi casi no se depende de uno mismo.
Se me olvidaba. Un asunto importante. Los jugadores, salvo casos muy reconocidos y no creo que en este grupo los haya, siempre salen a ganar y suelen darlo todo en la cancha. Otra historia es si estos jugadores son los ideales o no para jugar en esta liga y de eso, ellos no tienen la culpa. La responsabilidad es de otros, eso está muy claro.
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Hace unos años The Fugees, un buenísimo grupo de hip hop y música soul, versionó una preciosa canción que primero popularizó Roberta Flack, Killing Me Softly With His Song, en 1973. Hay muchas versiones de esta canción, desde Frank Sinatra a nuestro Pitingo. Pues eso, mejor que nos maten con una canción que con su juego y sus resultados.

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