domingo, mayo 31, 2009

ASCENSOS

Esta tarde en la televisión, en ese canal llamado Popular Televisión y con una narración y comentarios del nivel del Canal 7, por lo malos me refiero, he visto el ascenso del Lucentum alicantino a la ACB ganándole al Melilla en un partido jugado de poder a poder. Oscar Quintana, cariñosamente Florentino Fernández, le ganó la batalla a Paco Olmos en un partido que pudo ganar cualquiera de los dos, me alegro mucho por Oscar pues desde que en la temporada 97-98 ascendimos juntos, Murcia y Fuenlabrada, guardo una muy buena relación con él. En aquella temporada en la que luego le ganamos la final a doble partido, nosotros ganamos el ascenso en Tenerife frente a un equipo que entrenaba Iñaki Iriarte y vivimos un partido muy igualado que rompió Eduardo Sánchez, que curiosamente también ha jugado esta final a cuatro para ascender con el Tenerife, tras dos partidos tremendos de Tony Smith en Murcia que nos habían puesto con un franco 2 a 0. Ganar un ascenso en donde te has criado, formado como entrenador y persona es increíble, es una sensación difícil de explicar.

Aquella temporada salimos en la Leb con un equipo muy justito que se terminó conformando como un gran grupo que defendía muy bien y que no solo dependía en ataque de Tony Smith, teníamos a Xavi Sánchez, un Ramón Moya elegido mejor jugador nacional de la liga, Donzel Rush, Eduardo Sánchez, Rafa Vega, Albert Roure, Chechu Bermudo, Quini García, Juanjo Ayuso y Carlitos Peñafiel. Recuerdo muy bien el excelente trabajo de Marcos Molina como segundo entrenador y preparador físico, el de Juan Carlos "El Raspa" como fisio, pues llegamos a la recta final y sumamos ocho victorias seguidas en el play off, 3 a 0 al Cajasur de Córdoba, 3 a 0 al Tenerife y 2 a 0 al Fuenlabrada, en una temporada que nunca olvidaremos. Lo que contaba antes sobre ese ascenso en Tenerife era para recordar los grandes momentos que vivimos en mi isla después de ganar aquel tercer partido en el Pabellón Municipal de Santa Cruz.

Cuando consigues un éxito como este te acuerdas de otros momentos similares. Yo ya había vivido esa sensación antes, como segundo entrenador de mi RC Náutico en la temporada 79-80, hace la friolera de 30 años y con 22 años de edad, logramos un ascenso a lo que hoy es ACB y tras una liga de segunda división muy intensa en nuestra cancha de la Avenida de Anaga. Está claro que de aquella fiesta me acuerdo muy poco, yo era un entrenador muy joven que asistía y sobretodo aprendía con José Carlos Hernández Rizo, uno de los mejores entrenadores que ha dado el baloncesto de Tenerife en su historia.

Del segundo ascenso, ya como entrenador, se acordará mas de uno y dos, eso espero al menos, además ya no tengo muy claro si ese ascenso cuenta, oficialmente o no, en mi carrera deportiva. En la temporada 89-90, joder la próxima temporada hace 20 años, subimos a la ACB ganando al Obradoiro, con el que el CB Murcia coincidirá la próxima temporada en ACB si los gallegos cumplen los requisitos, en otra eliminatoria con muy poca historia, deportivamente hablando en ese momento, en la que ganamos sin conocer la derrota y con el partido decisivo en Murcia y en un Príncipe de Asturias donde no cabía un alfiler. Aquel era un equipo muy diferente al que comentamos antes, este equipo estaba hecho para ascender y cumplimos nuestro trabajo de forma perfecta, Quique Azcón y Ernesto Fernández eran los bases, J Davalillo y Micky Abarca eran los escoltas, Esteban Pérez y el joven canterano José Carlos Fernández los aleros, por dentro estaban Emilio Nicolau, el malogrado Jose Ángel Martín de Francisco, Morty para todos, Adolfo Fernández y el veterano Mike Phillips, Mike sustituyó al internacional argentino Rubén Ariel Scolari, Ariel nos ayudó como uno más hasta el final y fue también clave en ese ascenso. Fulgencio Manzano era mi segundo entrenador, Cuco Ros el preparador físico y Jesules el utillero.

Ahora no es el momento de recordar los detalles que ocuparon tanto espacio y del que tras 20 años puede colocar al Obradoiro en ACB. Yo solo voy a recordar lo que significó el ascenso, lo gratificante que fue entrenar jugadores de ese nivel, lo bien que jugábamos al baloncesto, la fiesta que vivimos aquella noche y los días siguientes. Esteban Pérez que no jugó aquel tercer partido, se había lesionado un tobillo y ni siquiera jugó aquel homenaje que jugamos en Badalona a Mike Schultz, unos días después. La experiencia y el recuerdo de aquel ascenso, el primero como entrenador jefe es absolutamente imborrable en todos los aspectos, las caras de felicidad de aquella toda gente que nos apoyó en aquel Príncipe de Asturias y como han cambiado algunos de aquellos, que en esa época eran incondicionales de un baloncesto y de una forma de entenderlo.

Luego viví un tercer ascenso con el CB Murcia hace relativamente poco, en la temporada 2002 - 2003, jugando el mejor baloncesto que recuerdo haber entrenado nunca y con un record de 14 victorias consecutivas que es una de las partes de mi historia con el baloncesto, que seguro, no olvidaré nunca. Muchos se acordaran que no empecé esa temporada como entrenador, Oleart era el responsable del equipo y un mal inicio le condenó a un cese inesperado tras perder en casa frente al Lobos de Cantabria. Empezamos ganando en Tenerife, que luego ascendió con nosotros, y volvimos a caer en Torrelavega frente a los Lobos de Sergio Hernández. Un equipo muy completo con tres bases de lujo, José Luis Galilea, Rafa Monclova y Edu Sánchez, un grupo de aleros de gran nivel, Xavi Sánchez, Llorenç Mons, Anthony Stacey y Quique Bárcenas, y un amplio grupo de pivots que trabajaron muy bien, Antonio Reynolds Dean, Steve Horton, Matt Nover y Álvaro Tor. Éste último, había sustituido a un Ramón Moya que había caído lesionado. Quini García era el segundo entrenador y con él, además, entrenaba al equipo cadete del club.
Muchos se acordarán del 5º partido frente al Lobos en cuartos de final en el Palacio de Deportes y luego aquella semifi
nal por el ascenso frente al Complutense de Turner, Lampe y Joe Alonso, a los que ganamos por un tres a cero y ascendimos en Pozuelo de Alarcón tras ganar 72 a 74. Que fiesta aquella noche en Madrid, tremenda. Esa temporada incluso hicimos la hombrada y ganamos el título de campeón ganando al Tenerife en su cancha y a un solo partido. Que fácil lo hacíamos y que bien llegamos a jugar, que gozada poder haber entrenado ese grupo y disfrutar con ellos de aquel baloncesto que hacíamos.

Desgraciadamente también he vivido esta situación de intentar ascender y no conseguirlo, se da la casualidad, además, que hasta tres veces hemos fallado en esta circunstancia y las tres veces han sido con "mi" Balneario de Archena.
Casi todos sabéis que he cumplido tres etapas diferentes en el equipo del Valle de Ricote, en la primera jugamos por el ascenso en la final a ocho de Chipiona en la temporada 96-97, nos eliminó a las primeras de cambio el Sondeos del Norte que entrenaba Javier Castroverde. Nosotros, recuerdo muy bien, fuimos con un equipo bien fusionado de jugadores jóvenes con los que había trabajado en categorías inferiores del CB Murcia, Salva Costa, Carlos Peñafiel, José Antonio Serrano, Samu Garrido, Javi Garcia Melgarejo y Ginés Ruiz, de este grupo se había caido Edu Sánchez que había dado el salto al equipo de ACB. Junto a ellos estaba un buen americano como John BLake, un par de veteranos de gran nivel como Jose Carlos Broncano y Paco Guillem, el equipo lo completaban los pívots Iker Ibarrola y Marino Rodríguez. Con Marcos Molina de ayudante y preparador físico que realizó un gran trabajo. Un gran viaje a Chipiona y una experiencia muy interesante.

En mi tercera etapa con el Balneario, la más larga, me han tocado vivir otros dos sinsabores de no ascenso una vez que habíamos terminado unas excelentes campañas en ambas temporadas. La primera en la temporada 2006-2007 en una final a ocho que se celebró en el Príncipe de Asturias de Murcia y donde un sólido Illescas nos apartó del camino del ascenso. Teníamos un buen equipo en Archena, pero mirándolo fríamente el Illescas era superior. En el puesto de base teníamos a Mario Fernandes, un portugués de Madeira, Pablo Yanes y Juanjo, mi hijo, en los escoltas y aleros estaban Javi Martín, Javi Ruiz, Samu Alcaraz, Cesar Morales y Gonzalo Ávila, en los pívots jugaban Rubén Ruiz, José Antonio Fernández, Iván Aparicio y Javi García Melgarejo. Antonio Ruiz era segundo y preparador físico, en resumidas cuentas, un grupo excelente del que disfrutamos todos de una temporada donde hicimos grandes partidos y una excelente eliminatoria previa frente al Mérida. La única alegría, a nivel personal, fue el ascenso del Santa Pola como campeón de la EBA que entrenaba Quini Garcia.

Para terminar con los sinsabores de los no ascensos me queda solo comentar el de mi última temporada con los archeneros en la Leb Bronce, la temporada 2007-2008, donde tras una temporada espléndida en la que nos proclamamos Campeones de Copa ganándole al ADM en Vigo, terminamos segundos a una sola victoria del ascenso directo por detrás del Gestibérica de Vigo, y tras eliminar al Cajasur de Córdoba por 2 a 0 nos tocó jugarnos el ascenso con el Basquet Coruña a un solo partido en Cáceres. Seguramente ese día jugamos el peor partido de la temporada y creo que es una forma bastante injusta de ganar o perder un ascenso, de todas formas todos sabemos las reglas antes de empezar.
El equipo estaba formado por Pepe Llorente y Juanjo en el puesto de base, Brett Beeson, Javi Martín, Javi Ruiz, Gonzalo Ávila y Cesar Morales como escoltas y aleros, con un buen grupo de hombres grandes como Joe Dabbert, Rubén Ruiz, Iván Aparicio y José A. Fernández. Gonzalo Rodríguez era mi ayudante y Antonio Ruiz el preparador físico, un buen grupo con el que logramos un título nacional para Archena y con el que se nos escapó el ascenso cuando creíamos que lo teníamos hecho.

Algunos de mis "amigos" se preguntará porque no cuento también las temporadas malas con los sinsabores del descenso. Pues prometo que estudiaré esa posibilidad, no estoy mucho por la labor de flagelarme, pero igual a algunos le pueden servir esas experiencias para no hacerlas igual. Cuando empecé este blog, ya lo dije, era un simple ejercicio de memoria y todos sabemos, que de una forma u otra, la memoria suele ser bastante selectiva.

Por este asunto os dejo con un tema muy interesante de Amaral, de los que no se conocen mucho, un tema que se llama Subamos al cielo, y que dice cosas como estas: Quiero que nos subamos al cielo, Yo quiero que nos subamos al cielo. Quiero ver desde el aire, la tierra y el mar, Yo no quiero morirme, yo quiero subir y poder bajar. Yo quiero que nos subamos al cielo. Quiero ver desde el aire, la tierra y el mar, Yo no quiero morirme, Yo quiero subir y poder bajar.


1 comentario:

Andreseitor dijo...

Recuerdo el homenaje a Mike Schultz, con un partido televisado en Badalona y creo que jugó Norris con el Juver, no?