jueves, septiembre 11, 2014

GRAN SERBIA Y DEBACLE TOTAL...

Yo creo que todos teníamos claro que cuando los equipos llegan a estas alturas de un Campeonato Mundial sus expectativas crecen como la espuma y el inicio entre Serbia y Brasil fue un claro ejemplo de esto. 
El equipo de Sasha Djordjevic va mejorando su nivel a cada jornada que pasa de manera espectacular y de paso han logrado un equilibrio general en su juego que antes no había y es el que muchos entrenadores sueñan para sus equipos. Los serbios leen muy bien el baloncesto cuando se sienten bien en la pista y a los cambios automáticos en la defensa individual de los brasileños, ellos tratan de sacarle el máximo provecho. 
Por otro lado Nemanja Bjelica jugando de "cuatro" hace mucho daño, por su movilidad y su tiro, a cualquier interior grande rival, con lo que su aportación con Radujlica o Krstic aumenta con los espacios que estos le crean y sus opciones de 1x1 desde el poste alto.
Brasil empezó con un Marquinhos Vieira muy entonado pero Tiago Splitter aporta muy poco en aspectos ofensivos dejando muy solo en este aspecto a Anderson Varejao, aspecto fundamental para el juego de su equipo, Al final del primer cuarto 21 a 17 para los serbios que se parecía poco al 16 a 23 para los brasileños en la primera fase.
En el segundo cuarto casi más de lo mismo, Milos Teodosic llevaba el control del partido salvo unos buenos minutos de Alex García sobre él. 
El mismo alero, Alex García, había puesto por encima muy rápido a los suyos con dos triples seguidos, pero el talento del base serbio bien secundado por Bjelica y Krstic terminaron de poner por encima a los suyos al llegar al descanso sobre un equipo brasileño que notaba más de la cuenta los minutos de su teórica segunda unidad, donde solo Nene Hilario mantenía el tipo. Al final del segundo cuarto 37 a 32 para Serbia y partido completamente abierto para la segunda parte. 
Tras el descanso los serbios salieron al campo imprimiendo un mayor ritmo defensivo a su juego y Raduljica aprovechaba muy bien sus opciones bajo del aro. Eso unido al disparate de las protestas brasileñas que les hace encajar un siete a cero, cuando ya perdía de nueve, disparó a Serbia en el marcador poniendo un 50 a 34 que dejaba el partido con un claro favorito. Teodosic seguía dirigiendo y controlando todas las acciones de su equipo y Krstic se encargaba de hacer más sangre debajo del aro brasileño. Barbosa anotó su primera canasta cuando su equipo estaba 17 puntos por debajo y Serbia ya jugaba como más le gusta, viendo la canasta muy grande y sabiendo sacar el máximo provecho de la desesperación brasileña. El tercer cuarto se cerro con 66 a 44 y Serbia ya virtualmente clasificada.
El último cuarto solo sirvió para agrandar la herida abierta y casi cada ataque de los serbios finalizaba con un triple, se pusieron muy pronto casi treinta arriba, 75 a 46, y el entrenador serbio dio minutos a su banquillo y descanso a sus hombres importantes pensando en las semifinales. Splitter estaba completamente desaparecido, exactamente igual que Marcelinho Huertas, Raulzinho Neto o Nene Hilario, solo Varejao, sin estar demasiado brillante opuso algo de resistencia junto al trabajo de Alex García. Serbia es semifinalista con todo derecho, su juego ha ido "in crescendo" de forma clara en este campeonato mundial y su nivel ahora mismo es óptimo, cada uno sabe muy bien su papel y eso es muy difícil de conseguir. Al final 84 a 56 para Serbia y mala imagen de Brasil.
Luego era el turno del Francia frente a España en el partido que todos esperábamos. El inicio no fue nada bueno y las dudas iniciales, por decirlo de alguna manera, de Pau Gasol en las primeras acciones puso un ocho a cero para los galos que ponía más emoción de lo esperado al inicio esperado. Boris Diaw anotó dos triples consecutivos y eso dio mucha tranquilidad a las acciones ofensivas de los de Collet. La aportación de los exteriores españoles igualó el partido y esa igualdad, con Pau Gasol en el banquillo, llegó hasta el final del primer cuarto, 15 a 15.
En el segundo cuarto con la vuelta de Pau por Marc, bastante gris hasta ese momento, más la entrada de Sergio Llull y Jose Calderón el juego se igualo bastante aunque los franceses aprovechaban muy bien las segundas opciones en rebote ofensivo tras acciones en penetración de Fournier. Gelabale, que siempre ha sido un buen tirador de tres puntos, aportaba frescura al ataque, al mismo tiempo que empezaban a leer con acierto los miss-match, desajustes defensivos en los cambios en la defensa individual o directamente en los emparejamientos con Batum. Siro López, con acierto, hablaba de lo positivo de solicitar un tiempo muerto por parte de Orenga, pero Collet se les adelantó con 32 a 28 para los franceses. Desde ahí hasta el final del cuarto, más errores significativos de casi todos, apenas se jugaba con criterio, y Francia estiró un poco más su ventaja para llegar al descanso con un 35 a 28, corta ventaja si se tenía en cuenta el juego de España hasta ese momento.
Solo la intensidad defensivo podía solventar los problemas del equipo en ataque y España se acercó gracias al talento ofensivo de Juan Carlos Navarro poniendo el empate a 39 en el marcador. Un lío en toda regla, con empujones variados y antideportiva a Pietrus por medio, puso por delante a España por la mínima 39 a 40. Con los franceses otra vez por delante, 42 a 40, Orenga le hizo caso a Antunez y volvió Sergio Rodríguez a la pista ante la falta de control del juego español. 
El nivel defensivo español y el talento de Sergio Rodríguez asistiendo a Rudy Fernández pusieron por delante a España al final del tercer cuarto, 42 a 43. Con todo por jugarse se entró en el último periodo, "Juan Carlos Calderón" estaba en el banco español según el amigo Siro López, y la igualdad se mantenía con acciones de Fournier y Pau Gasol por cada equipo. 
Un parcial de 9 a 2 para Francia volvió a poner distancias, 51 a 45, ante la inoperancia ofensiva absoluta de Marc Gasol y compañía. 
El entrenador francés Vincent Collet llevaba el partido donde quería y la ansiedad empezaba a notarse de forma ostensible, dejando todo el juego ofensivo en manos de Pau Gasol ante una Francia que estaba perfectamente controlada por Thomas Heurtel, siete puntos suyos con un triple incluido ponía un 60 a 52 a falta de un minuto por jugarse.
Como los que me leen habitualmente saben lo que pienso desde hace meses, este sería un buen momento para recordar mis palabras, pero no vale la pena. 
El final fue un desastre absoluto y Francia terminó barriendo al equipo español y a su método, el de venir sin entrenador, por un duro 65 a 52. Ese método que colocó a Orenga en una posición que no merecía en absoluto y que al final ha pasado recibo a nuestro baloncesto. En resumidas cuentas una auténtica vergüenza en todos los sentidos, más si oyes a Juan Carlos Navarro decir que no se había preparado bien el partido, eso creo que lo teníamos todos muy claro. Jugar un torneo de este nivel sin entrenador es asumir unos riesgos demasiado grandes que el baloncesto español no se merece.

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