jueves, octubre 03, 2013

DE LA SINRAZÓN A LA EMOCIÓN...

Esta entrada parecía que no iba a salir nunca del horno, decir en Murcia de la nevera suena a cachondeo generalizado. Entre este "bochornazo" del mes de octubre que castiga sin piedad nuestra región, con 36º grados a primera hora de la tarde como si estuviéramos en agosto parece que ya todos tengamos algo de fiebre, y las mil y una cosas en las que ando metido, apenas tengo tiempo y ganas para ponerme a escribir y terminar las entradas que dejo medio hechas y que luego pierden completamente su interés. Como antes empezaba con la sinrazón de lo sucedido en Santiago de Compostela con la pobre Asunta, este cambio climático que vivimos también es una auténtica sinrazón ambiental, por mucha explicación que nos quieran dar.
En esta ya he tenido que cambiar muchas cosas porque sino se quedaba completamente desfasada. Pienso que tarde o temprano tendré que cambiar el formato de las entradas para hacerlas más cortas si quiero que tengan cierta continuidad.
La sinrazón es una situación en la que parece que nos movemos como peces en el agua. La sinrazón de lo que vivimos y aguantamos, la sinrazón de lo que nos rodea de forma más próxima o más lejana, la locura de la muerte que no entendemos aunque para morirse solo haga falta estar vivo. Seguimos leyendo las noticias y yo, seguramente como muchos, sigo pensando en que la maldad mezclada a partes iguales con la locura es una combinación que nos hace mucho daño con solo ver los resultados de lo que pueden llegar a originar en estos tiempos que corren. Yo sigo sin poder entender nada de nada y me imagino que de ninguna manera lo podré entender por mucho que algunos busquen razones de lo más variopintas, incluida la locura temporal u otras patologías similares, y todos tendrán claro de lo que escribo. Aunque la vida de cada uno de nosotros, con todo lo que conlleva, seguramente nos hace afrontar todo lo que se nos viene por delante con la actitud para que el daño sea el justo y podamos seguir para delante aunque no entendamos casi nada. Creo que no volveré a escribir de este tema, pero es que cada vez que abro la libreta para escribir me viene la imagen a la cabeza y no puedo remediarlo.
El fin de semana pasado vi en directo y muy cerquita de la pista, gracias a José Luis Galilea, el torneo Sportquarters que se celebró en el Palacio de Deportes de Murcia. Simplemente comentar sobre esto que aunque algunos justifiquen la poca presencia de público en la grada, yo no la puedo entender de ninguna manera. Precios baratos, creo o a mi me lo pareció, y equipos interesantes de ver por comprobar el nivel que pueda tener la competición que empieza en breve. Buenos y muy igualados partidos que creo que nos pueden dar una imagen de lo que vamos a ver muy pronto. De los equipos que vimos me pareció que el Estudiantes es un grupo que debe de crecer a medida que jugadores como Rabaseda, Colom y Kuric, como exteriores, y Lucas Nogueira y Guerra por dentro crezcan y tomen el papel de importancia que se les presume y que me parece que van mejorando, en algunos casos, tras verlos el martes frente al Real Madrid. Ivanov, nuevamente, me volvió a parecer un fichaje muy importante para ellos por su juego y agresividad.
El Valencia de Perasovic me pareció que es un equipo que ha mejorado con respecto al de la temporada pasada y que se ha reforzado muy bien con la llegada de Pablo Aguilar, Sato, Lafayette, Lucic y Van Rossom. Juegan con las ideas claras, saben muy bien lo que buscan y jugadores como Rafa Martínez, Pau Ribas y otros que siguen, Lishchuk y Dubljevic, por ejemplo completan un equipo muy interesante en todos los sentidos. Me agradó mucho ver jugar frente al Estudiantes a Pablo Pérez, jugador junior de primer año esta temporada y nacido en 1997, una de las apuestas de futuro del equipo valenciano. Esta noche, en el partido frente al Ucam Murcia en San Javier, veremos si ese camino, que parece el correcto, sigue en la misma línea.
El Unicaja de Joan Plaza se presentó con algunas bajas por lesión o permiso, supongo, en Murcia jugó a buen nivel frente al Valencia los dos primeros cuartos y luego su nivel fue a menos para terminar perdiendo sus dos partidos. 
Creo que jugar con Granger, Calloway, Toolson, Carlos Suarez, Caner-Medley, Fran Vázquez y Rafael Hettsheimeier, siete jugadores de primera línea internacional eran argumentos más que de sobra para jugar de forma más sólida, pues los chicos que acompañaron a todos los anteriores, son jóvenes y muy interesantes como por ejemplo Sabonis, Todorovic o Pozas, que ya han demostrado en Leb su nivel. Supongo que con la llegada del pívot Vladimir Stimac y del alero Mindaugas Kuzminskas más la reincorporación de los importantes Txemi Urtasun, Sergi Vidal y Zoran Dragic, se convertirán en otro equipo muy distinto al que vimos en Murcia. Teniendo a todos sus efectivos suman doce jugadores de primera línea y una plantilla de lo más completa para la temporada que empieza muy pronto.
Los de casa, los del Ucam Murcia, jugaron dos partidos muy diferentes en ese fin de semana. A mi me gustaron lo justo frente al Estudiantes, pero reconozco su capacidad de lucha frente a las adversidades del marcador que solo lograron dar la vuelta en la recta final y me gustaron bastante frente al Unicaja con dos cuartos, el primero y el último, con un juego muy diferente al del día anterior, muy sólidos y con las ideas muy definidas. 
De los nuevos me pareció que Lima, sobretodo por su físico y polivalencia, y Romdhane, por su velocidad y conocimiento del juego, como interiores, pueden ser un buen complemento para Tillie y Antelo, haciendo un cuarteto interesante para esta liga. Orupke creo que tiene mucho trabajo específico por delante y su físico, muy alto y muy fibroso, puede ayudarle en ese sentido. 
Creo que lo puede tener complicado para sumar minutos que le hagan crecer como jugador pues tiene una buena batería por delante y los resultados serán muy importantes como para ponerse en probaturas. En los exteriores creo que Rodrigo San Miguel, buque insignia del equipo en la dirección, está jugando a muy buen nivel en la dirección del grupo. Junto a él no pudimos sacar muchas conclusiones con Davis, lesionado en la espalda en el primer partido y que apenas tuvo tiempo para demostrar su nivel. 
Scott Wood demostró su habilidad para tirar desde muy lejos y en momentos claves, aspecto que debe confirmar en los próximos partidos y el inicio de la liga. 
Junto a ellos Jordi Grimau, reincorporado tras su paso por Valladolid, volvió a jugar al nivel que se le presume y la sorpresa, al menos para mi, es el nivel mostrado por Miki Servera en esos dos partidos, añadiendo mucho más músculo a su juego defensivo que lo ha llevado a mejorar de forma considerable y mostrando mucha más agresividad a su juego de ataque, dos aspectos que le puedan ayudar a consolidar su juego en esta liga tan dura y complicada para los jugadores nacidos en España. 
En los partidos que quedan de esta pretemporada, Valencia mañana y Manresa el próximo domingo, deben buscar esa estabilidad en su juego para poder afrontar el inicio de la liga con la confianza que necesitan para esos partidos del inicio donde el nivel de juego de los nuevos es fundamental.
Termino esta entrada sobre aspectos más emotivos a nivel personal. Esta semana he tenido la suerte de reencontrarme con Quique Azcón, uno de los bases más listos que entrené en Murcia en tantos años de baloncesto profesional y con el que llegué a tener una gran complicidad tanto en la pista como fuera de ella. Con Quique viví mi primer ascenso en Murcia en aquella temporada fantástica, la 89-90, en la que realizamos un gran baloncesto y en el que había un gran grupo humano. Luego volvió a jugar conmigo en nuestra primera temporada en ACB, la 90-91, y de aquella solo guardo grandes recuerdos en grandes partidos en los que iniciamos la historia de este club, que ahora se llama Ucam Murcia, que por entonces era el Zumos Juver de Murcia. Me acuerdo muy bien de nuestra primera victoria en la liga frente al Magia de Huesca en nuestro estreno en casa, jugábamos en el Príncipe de Asturias, y me acuerdo como si fuera hoy cuando le ganamos al Real Madrid de Stanley Roberts, Carl Herrera, Antonio Martín, Fernando Romay y compañía que entrenaba el mítico Wayne Brabender.
Luego el destino nos separó y aunque él ha estado mucho tiempo ligado al baloncesto como agente trabajando al lado de Martín de Francisco, que en paz descanse, y Germán González, sus socios en Winners, y su labor colocando y moviendo jugadores en España y Portugal apenas nos dio muchas posibilidades de estar un buen ratio con él. El lunes tarde y el martes estuve con él en Madrid en un tema que muy pronto, me imagino, verá la luz pública, nunca mejor dicho, y en el que colaboré con él para una historia muy bonita y muy relacionada con nuestro baloncesto y la forma en que teníamos de entenderlo en aquella época. Espero que ahora no vuelva a pasar tanto tiempo y pueda disfrutar de él y de Thais, su mujer, como cuando era el base con quien mejor me entendía en la pista. 
Ayer miércoles vuelvo al trabajo y mientras desayuno se presenta Antonio Martínez, para mi siempre Antoñito, para darme un regalo que me ha hecho una ilusión tremenda. Antoñito jugó su primer año a baloncesto federado conmigo en el Juver Murcia Cadete de la temporada 88/89, que fue mi primer equipo de categorías inferiores en Murcia aprovechando alguno de los lapsus que me tomaba de vez en cuando con respecto al baloncesto profesional. Esa temporada empecé con ellos y con el primer equipo de Primera B hasta que se incorporó Ari Vidal, que en paz descanse, tras las Olimpiadas de Seúl donde había sido el seleccionador de Brasil. 
Recuerdo muy bien aquella primera experiencia con jóvenes en Murcia durante una temporada completa, mis jugadores, los partidos, la forma en que fuimos campeones remontando una dura derrota en Cartagena y un sector en Málaga con rivales como mi Náutico de Tenerife, entre otros. 
Antoñito era una pieza fundamental de aquel equipo y luego, como otros, jugó muchos años a baloncesto disfrutando de él siempre. En aquel equipo estaban, además de él, jugadores como Benja Martínez y Marcos Martín, que luego llegaron incluso a jugar conmigo en ACB, Ricardo Martos, Alberto Rojo, Fran Blanco...cadetes que me hicieron muy feliz aquel año y del que solo guardo buenos recuerdos. Hoy Antoñito me ha regalado su camiseta importante de entonces, con su nº 9 y enmarcada, que siempre estará en un sitio importante de mi vida y de mi corazón porque se lo importante que fue para él. Muchas gracias Antonio, del que por cierto no he dicho que hoy es un hombre hecho y derecho con una familia maravillosa y al que adoran todos los que alguna vez jugaron con él o tuvimos la suerte de disfrutar del baloncesto con él.
Lo que hoy haga el Ucam Murcia en San Javier, el inicio de la EBA con los equipos de Murcia y el comienzo del trabajo con las selecciones autonómicas cadetes lo dejo para mañana, que será otro día, espero, lleno de sinrazones, baloncesto y emociones...

Termino con un homenaje a Quique y a Antoñito con una canción de aquel 1988, el año en que el primero llegó a Murcia, el segundo se cruzó en mi camino en forma de tirador cadete de alto nivel y nació mi hijo Juanjo. Robert Palmer y su Simply Irresistible, una canción que con su vídeo marcó una época en todos los sentidos.

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