EL CANARIAS DE TENERIFE, UNA VUELTA ESPERADA

La verdad es que llevaba bastante tiempo soñando con el retorno del baloncesto ACB a Tenerife, lo cierto es que no era lógico, para nada, que el lugar de España donde más se habla, se escribe y se oye sobre este deporte, no tuviera representación en la máxima categoría. Yo siempre digo que tuve demasiada suerte en esta historia del baloncesto, debuté como primer entrenador del máximo representativo de las islas con solo 24 años casi recién cumplidos, luego un sinfín de subidas y bajadas que no dejan de ser la historia más común en los entrenadores que tenemos que entrenar a equipo pequeños, que tarde o temprano terminan siendo engullidos por aquellos que tienen mucho más que tú. En este caso, el de un club como el CB Canarias no es que haya tenido suerte, ha buscado con ahínco un ascenso que supieron ganarse primero en la pista, siendo los primeros en la Leb gracias al trabajo de Alejandro Martínez y sus jugadores en la cancha y que luego refrendaron sus directivos moviendo muy bien sus fichas en los despachos cuando casi nadie daba ni un duro de los de antes porque los laguneros, jugaran con los mejores representando a una provincia y a un sentimiento que conozco muy bien.

Tenerife necesitaba dar este paso adelante en estos tiempos muy difíciles, ya estaba bien para los aficionados el ver baloncesto ACB en la televisión. Los que ya no están, seguro que aplaudirán con rabia esta vuelta desde su merecido descanso eterno. En estos tiempos circunscribirnos a unos colores, por aquello de la fiebre amarilla, es perder el tiempo, perder aficionados y además perder una oportunidad que se me antoja muy complicada de repetir a corto plazo. El baloncesto de Tenerife debe estar por encima de unos colores, los que sean, para representar con orgullo una tradición que se vive en la isla desde 1966 con el RC Náutico en la primera división de antes y aquellos partidos en la Avenida de Anaga, que luego refrendo el Canarias de Pepe Cabrera en primera división y en ACB en el Luther King con Jose Carlos Hernández Rizo como entrenador en la década de los 80 y esos dos ciclos de dos temporadas en ACB de esos dos inventos diferentes que se llamaron Tenerife Amigos del Baloncesto y CB Tenerife. Y lo de inventos no va con mala intención en absoluto, es la pura realidad de unos clubes que trataron de ser de todos y que luego no fueron de nadie, para nada comparable con el sentimiento que se puede tener hoy con el Canarias o en su día con el Náutico.

Este Canarias se volverá a cimentar en los éxitos de un bloque que se conoce muy bien y que, aunque unos puedan pensar que es demasiado veterano, ha demostrado estar en muy buena forma para conseguir un ascenso de forma tan fácil y concluyente. Teniendo en cuenta como están las cosas en  nuestro país y por ende en nuestro baloncesto, creo que la apuesta de seguir con ese bloque y apuntalarlo en puestos muy definidos les puede dar un  resultado más que positivo, otros se han lanzado abiertamente a un mercado salvaje de buscar nuevas joyas para nuestro baloncesto que muy pronto les obligará a empezar con esa ruleta de cambios y gastos extras que desgraciadamente conozco muy bien. 

A mi me da cierta preocupación el puesto de base, la dirección del equipo en la pista es fundamental para cimentar un baloncesto sólido y concluyente, pero estoy seguro de que los fichajes de Ricardo Uriz y Carlos Bibiá estarán muy bien meditados para intentar conseguir ese equilibrio necesario que tiene que existir entre el banquillo y la pista. La llegada de Saúl Blanco me parece un éxito en toda regla, sin ser un tirador por excelencia es un buen anotador para esta liga que además conoce muy bien, y en la que ya ha demostrado que puede ser una referencia importante en el perímetro. Junto a Blanco es fundamental que Richotti, Levi Rost y Jaime Heras aporten su creciente explosividad, sus tiros en los momentos adecuados y su conocimiento del juego, por ese orden, para que las piezas encajen perfectamente y sean el complemento idóneo a un juego interior duro, polivalente, intenso, aguerrido y que además tiene una figura de gran calidad como es el veterano chicharrero Richi Guillén. Creo que la llegada de Blagota Sekulic, con sus centímetros, su peso y su experiencia, es el contrapunto más acertado al cuarteto de fibra y músculo que forman el "artista" Guillén, el atlético e instintivo Donaldson y los guerreros, sin antifaz, Chagoyen y el griego Lampropoulos. El grupo tiene muy buena pinta y lo digo tratando de ser lo más objetivo posible.

Algunos pueden pensar esto o lo otro, que falta un tirador o un base de más nivel, pero la verdad es que el trabajo que hagan y la dinámica en la que entren gracias a ese esfuerzo del grupo, será lo que marque el camino en esta liga Endesa ACB 2012-2013. Alejandro sabe muy bien que ganarse el respeto de los rivales y de los árbitros, es un aspecto esencial en esta historia y ese Pabellón Santiago Martín, a mitad de camino entre Santa Cruz y La Laguna, debe ser un hervidero de aficionados desde el primer día, para conseguir la comunión adecuada que les ayude en los momentos más delicados, que seguro que los habrá, durante esta temporada. Este equipo, con dos jugadores tinerfeños en la plantilla, no es de Santa Cruz ni de La Laguna, no es amarillo y negro ni azul y blanco, es del baloncesto de Tenerife y eso tiene que estar por encima del resto, yo al menos desde la distancia lo veo así. Mucha suerte.

Termino esta entrada que escribí para mi amigo Agustín Arias y su periódico en Tenerife, creo que hoy salía publicado en un especial dedicado al reingreso del Canarias en la liga ACB. La canción es Fever, Fiebre en español y seguramente Amarilla como este Canarias que busca quedarse en la ACB. El intérprete es Joe Cocker del que tengo que decir que fue del músico de quien compré con 14 años mi primer LP con su versión de los Beatles, With a Little Help From My Friends, una maravilla.