El lunes con el agua que estaba cayendo y a las nueve de la noche, no parecía la hora ni el día más idílico para hacer una reunión de entrenadores, de todas formas estaba citada con una semana de antelación y me dije a mi mismo, alguien vendrá seguro. Llegué a la FBRM una media hora antes y solo habían dos entrenadores, amigos además, con lo que pensé: Bueno, no pasa nada, alguno más vendrá.
La verdad es que la sorpresa fue absoluta...cuando era la hora convenida, había más de 30 entrenador@s en la pequeña sala de reuniones de la Federación Murciana de Baloncesto. Primero, me dediqué a mirar las caras de los presentes, en los cinco minutos de cortesía a los rezagados por las inclemencias del tiempo, y me dió la impresión de que todos venían con muchas ganas de oir cosas que les podían interesar.
La reunión solo tenía un fin claro, era informar a los que se presentaran a ella, el propósito de la FBRM de hacer un programa digno de tecnificación para chicos y chicas desde la edad benjamín hasta el último año cadete, incluido, por supuesto, todo el tema de selecciones autonómicas que compiten en los diferentes Campeonatos de España y la posibilidad que tenían de sumarse a ese proyecto.
Algunos incluso me adelantaron proyectos por escrito, que seguro ayudarán en hacer un programa lo más interesante posible para los jugadores y, por supuesto, esa era una de las idéas principales, para los entrenadores. Tras tantos años en esta tierra, que me ha dado tanto, me sorprendió ver a entrenadores jóvenes y veteranos sentados juntos y preguntando, poco es cierto, por los detalles que les había hecho ir hasta allí ayer noche.
Luego a la salida de la reunión y de forma totalmente inesperada, yo, por ejemplo, quería salir para casa a toda prisa pues soy seguidor de culto al CSI en sus diferentes localizaciones, pues eso, de forma inesperada, muchos de los que estuvimos en esa reunión nos sentamos a cenar en un grupo de casi 20 personas y para hablar de baloncesto. Tengo que decir que en los 23 años que llevo en esta ciudad no me había pasado nunca una cosa así, ya comenté al final de la cena y cuando pagábamos a escote, que esta situación la ibamos a intentar repetir, por lo menos, una vez al mes. Reunirnos, hablar del programa de tecnificación, de los jugadores que hemos visto y seguimos, de los mejores ejercicios y del trabajo que hemos realizado en nuestros clubes y en esas sesiones de tecnificación y luego una cenita para despellejarnos vivos y hablar de lo humano y, sobretodo, de lo divino que es este juego.
La reunión solo tenía un fin claro, era informar a los que se presentaran a ella, el propósito de la FBRM de hacer un programa digno de tecnificación para chicos y chicas desde la edad benjamín hasta el último año cadete, incluido, por supuesto, todo el tema de selecciones autonómicas que compiten en los diferentes Campeonatos de España y la posibilidad que tenían de sumarse a ese proyecto.
Algunos incluso me adelantaron proyectos por escrito, que seguro ayudarán en hacer un programa lo más interesante posible para los jugadores y, por supuesto, esa era una de las idéas principales, para los entrenadores. Tras tantos años en esta tierra, que me ha dado tanto, me sorprendió ver a entrenadores jóvenes y veteranos sentados juntos y preguntando, poco es cierto, por los detalles que les había hecho ir hasta allí ayer noche.
Luego a la salida de la reunión y de forma totalmente inesperada, yo, por ejemplo, quería salir para casa a toda prisa pues soy seguidor de culto al CSI en sus diferentes localizaciones, pues eso, de forma inesperada, muchos de los que estuvimos en esa reunión nos sentamos a cenar en un grupo de casi 20 personas y para hablar de baloncesto. Tengo que decir que en los 23 años que llevo en esta ciudad no me había pasado nunca una cosa así, ya comenté al final de la cena y cuando pagábamos a escote, que esta situación la ibamos a intentar repetir, por lo menos, una vez al mes. Reunirnos, hablar del programa de tecnificación, de los jugadores que hemos visto y seguimos, de los mejores ejercicios y del trabajo que hemos realizado en nuestros clubes y en esas sesiones de tecnificación y luego una cenita para despellejarnos vivos y hablar de lo humano y, sobretodo, de lo divino que es este juego.
Durante los casi doce años que me tocó vivir como entrenador en Tenerife cuando empecé en esta historia, tengo que decir que reuniones de entrenadores y cenas posteriores hacíamos con mucha frecuencia, una al mes mínimo, y eso nos unía un poco más a los entrenadores que por entonces trabajábamos en Santa Cruz, incluso en clubes diferentes al principio.
Ayer cuando estaba sentado en la mesa cenando y compartiendo pizza con mis jóvenes compañeros de ahora, me sentí muy orgulloso de haber logrado dar este primer paso en un cambio que necesitamos de forma urgente en nuestro baloncesto murciano.
Espero recibir muchas de esas fichas de entrenador, que repartimos ayer, y que tenga muchos problemas para buscar a las personas adecuadas por la cantidad de éstas que reciba, será una buena señal de que la gente, no solo quiere hablar sino que además, también quiere arrimar el hombro y colaborar en esta empresa que no será nada fácil. Ya se lo comenté a todos los que fueron ayer, este trabajo hay que hacerlo llegar a muchos puntos de la Región y tenemos que aprovecharnos de gente con gran experiencia y conocimientos, que trabajan y viven en Murcia, para que ayude a crecer a los más jóvenes entrenadores y a todos los que quieran, pues al fín y al cabo son los que más tiempo están con estos jugadores en sus equipos y clubes correspondientes. Yo estoy muy ilusionado conque esto salga bien y a medio plazo veamos los resultados.
Os voy a dejar con una canción de otro tiempo, de ese tiempo cuando yo empezaba a entrenar. En esos finales de los setenta, yo era algo más joven, este grupo y ésta canción, significaron muchas cosas. Hoy la gente, apenas se acuerda de Pepe Risi y los Burning, un grupo diferente que tocaban y cantaban de forma diferente. Hoy siguen en la carretera y tocan aquí y allá, marcaron una época y esta es mi forma de homenajearlos: Que hace una chica como tú en un sitio como este...es de 1978 y era banda sonora de una película con el mismo título.
Espero recibir muchas de esas fichas de entrenador, que repartimos ayer, y que tenga muchos problemas para buscar a las personas adecuadas por la cantidad de éstas que reciba, será una buena señal de que la gente, no solo quiere hablar sino que además, también quiere arrimar el hombro y colaborar en esta empresa que no será nada fácil. Ya se lo comenté a todos los que fueron ayer, este trabajo hay que hacerlo llegar a muchos puntos de la Región y tenemos que aprovecharnos de gente con gran experiencia y conocimientos, que trabajan y viven en Murcia, para que ayude a crecer a los más jóvenes entrenadores y a todos los que quieran, pues al fín y al cabo son los que más tiempo están con estos jugadores en sus equipos y clubes correspondientes. Yo estoy muy ilusionado conque esto salga bien y a medio plazo veamos los resultados.
Os voy a dejar con una canción de otro tiempo, de ese tiempo cuando yo empezaba a entrenar. En esos finales de los setenta, yo era algo más joven, este grupo y ésta canción, significaron muchas cosas. Hoy la gente, apenas se acuerda de Pepe Risi y los Burning, un grupo diferente que tocaban y cantaban de forma diferente. Hoy siguen en la carretera y tocan aquí y allá, marcaron una época y esta es mi forma de homenajearlos: Que hace una chica como tú en un sitio como este...es de 1978 y era banda sonora de una película con el mismo título.
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