El baloncesto suele ser un gran vínculo de unión en este tipo de competición y sirve para rememorar viejos tiempos, buenos amigos que por una razón u otra van desapareciendo de tu vida y momentos, muchos momentos buenos y malos.
Sabíamos de antemano que jugábamos cuatro partidos en cuarenta y ocho horas, conocíamos muy bien lo que podía incidir en nuestro rendimiento los resultados que íbamos a ir cosechando y creo que eramos perfectamente conscientes de lo que podía pasar a nivel de resultados teniendo en cuenta los rivales con los que nos teníamos que enfrentar.
El primer partido frente a Madrid se presumía complicado por el nivel de su plantilla donde además de los internacionales Yusta y Blanco, tenían un gigante africano de 2.10 llamado Gracin Bakumanya Bolongi, el partido no se presentaba fácil ni mucho menos. Empezamos muy bien jugando a gran nivel y ganamos el primer cuarto 17 a 15, a partir de ese momento el juego del pívot africano junto a la agresiva defensa de sus compañeros nos llevó al descanso a ir 13 por debajo, 27 a 40, en un encuentro que Bakumanya nos domina en el rebote y sus tapones, cuatro nos puso en poco más de 23 minutos muy bien distribuidos por su entrenador.
Tras el descanso el partido se rompió gracias a sus ataques rápidos y nuestro poco control del juego y del rebote, 23 por 48 de los madrileños. Encima nuestra primera rotación en el juego exterior hasta ese momento, Nacho Jiménez, tras un tiro exterior de una esquina cae encima del pie de su defensor que no estaba en el sitio adecuado y se produce una fractura que lo aparta de ese partido y del resto del campeonato.
En los nuestros Juan Oliva, 19 puntos y 7 rebotes para 21 de valoración, el base Javi Pérez y el pívot yeclano Sergio Pérez fueron los únicos que aguantaron el tipo en este partido con el que abríamos el torneo. Al final 47 a 79 para Madrid y como curiosidad decir que los madrileños ganaron al País Vasco, segundo del otro grupo, en semifinales por 48 a 98 con solo 22 minutos de juego de Bakumanya.
Al día siguiente mismo plan, partido mañana y tarde sin descanso por medio para ver rivales o simplemente para descansar. Por la mañana mis paisanos de Canarias donde además de hijos de exjugadores a lo que conocí muy bien, Pablo Perdomo y Alberto Artiles, también había un hijo de un compañero de carrera, Blás Ramón Almenara, que junto al talentoso base Daniel Melián complementaban un equipo donde sobresalían Justin Tene y Bassirou Gueye, dos chicos africanos interiores por encima de los dos metros, más un exterior, Diamond Onwuka, de gran calidad física.
Otro partido donde empezamos bien pero la tremenda fuerza de sus interiores cargándonos el rebote nos creaba muchos problemas. Al descanso nos dominaban 33 a 50 donde era muy complicado parar a sus interiores sin dejar a sus tiradores con muchos espacios. Tratamos de mejorar nuestra defensa y aplicarnos más en el rebote pero nunca nos acercamos lo suficiente para que ellos se pusiesen un poco nerviosos a pesar de ganar esos dos cuartos tras el descanso 19 a 17 y 20 a 18, para terminar perdiendo por 72 a 85 contra un equipo que solo había jugado un partido el día anterior frente a la Comunidad Valenciana a la que había ganado por la mínima, 66 a 65, gracias al dominio del rebote.
De todas formas y a pesar del cansancio acumulado supimos reaccionar y llegamos muy justos al final del partido, 62 a 60 a falta de cinco minutos, pero una canasta de 2+1 que solo uno de los árbitros vio en una de las últimas jugadas finales y algunos pasos que siempre cayeron en nuestra dirección les dio la victoria, 74 a 71, sin que nosotros aprovecháramos la posesión final para empatar a un equipo que jugó y remontó al ritmo de Pablo Pérez, un base internacional que juega más de 20 minutos de media en liga EBA con el filial del Valencia, y la ayuda de un Jon Galarza muy activo en el rebote y en la anotación. Por los nuestros Juan Oliva se fue a los 20 puntos y 14 rebotes para 31 de valoración, bien secundado por Chumi, Dols, Javi Pérez y los rebotes de Manuel A. Tortosa. Los de la Comunidad Valenciana ganaron a Madrid, que ya era primero del grupo y aprovechó para descansar antes de las semifinales, terminaron cuartos de grupo y se cruzaron con Galicia, por el séptimo y octavo puesto, ganando 77 a 83 en un partido que dominaron desde el descanso hasta el final.
Tras descansar el sábado por la mañana, primera mañana libre al tercer día, volvíamos a jugar por la tarde frente a Islas Baleares, última del otro grupo, que venía de perder en su último partido con Cataluña, Campeón de España posteriormente, por un apretado 70 a 62 tras un partido muy igualado. La verdad es que no le dimos muchas opciones a los de Baleares con un 4 a 20 al final del primer cuarto y ganando 19 a 32 en el descanso. Tras el tercer cuarto dominábamos de 17 puntos, 37 a 54, y superando la treintena al final, gracias a la intensidad defensiva del grupo, con el definitivo 39 a 71, que también sirvió para dar minutos a los que menos habían jugado en esos tres días tan intensos.
Para mi lo más importante es la actitud de todo el grupo desde el primer hasta el último partido, muy serios y con muchas ganas de competir contra rivales del mejor nivel que luego terminaron en segunda, tercera, quinta y séptima posición de un Campeonato, el último de estos como entrenador de una de estas selecciones autonómicas, que me dejó el mal sabor de boca de pensar que si hubiésemos jugado en el otro grupo las cosas hubiesen ido de forma muy diferente.
De los rivales con los que hemos jugado me llamaron la atención los siguientes jugadores. De Madrid el más importante fue Gracin Bakumanya, un pívot de 2.10 que se me hace muy complicado pensar que solo tiene 15 años, intenso, reboteador, intimidador y con capacidad para anotar, aunque en la final no estuvo a la altura de las circunstancias por el motivo que sea. También me gustaron los jugadores manchegos que ahora juegan con los madrileños, Daniel de la Rua, un base muy buen pasador, y Jose A. Blázquez, un ala pívot muy competitivo que ya jugó contra nosotros el año pasado con Castilla La Mancha. También me pareció un jugador interesante el ala pívot del Estudiantes Alejandro Young, muy activo en el rebote que además puede anotar. Me decepcionaron, seguramente esperaba mucho de ellos, Santiago Yusta y Rafael Blanco, dos internacionales que las dos veces que los vi no estuvieron nada bien.
En Andalucia, a mi gusto claro está, me pareció muy interesante el pívot Eduardo Pérez de La Blanca, muy fuerte y muy duro bajo las dos canastas. El alero Romaric Belemene, un africano muy definido físicamente para sus 15 años que además de intimidar con sus tapones tiene una gran calidad ofensiva. También destacable el base Carlos Hidalgo, rápido y con capacidad para anotar con su tiro exterior.
De Canarias me parecieron muy formados sus dos interiores africanos. Justin Tene, muy interior pero demasiado hecho para mi gusto para esta categoría, y Bassirou Gueye, un jugador más exterior pero con mucha actitud para el rebote y buenos movimientos cerca del aro.
En los nacionales sobresalen el base Daniel Melián, muy rápido que pasa muy bien y además lee muy bien el juego en el contrataque, me gustó mucho. Además me parece muy interesante el escolta Alberto Artiles, hijo de Pepón Artiles, que si tira con espacio y tiempo es muy difícil que falle desde la línea de tres puntos.
En los valencianos está muy por encima del resto está el base manchego Pablo Pérez, capaz de dirigir y anotar cuando su equipo lo necesita, fabricándose sus propios tiros en situaciones de 1x1 o finalizando el mismo en los contrataques. Se le nota mucho la apuesta de su club en su mejora haciéndolo jugar en liga EBA, donde disfruta de muchos minutos para formarse en una liga muy diferente a la competición cadete o junior que pudiera jugar con el Valencia.
En el equipo de Islas Baleares no hubo ningún jugador que me llamase la atención y salvo algunos minutos del base Sergi García, anotando o dirigiendo, no había muchas más cosas que sobresalieran.
En la final del Campeonato de España el equipo de Cataluña mereció ese título gracias a su estabilidad en el juego y la solidez de su defensa. Los interiores Ramón Vila, un poco más alto de dos metros pero con un físico lo suficientemente fuerte para controlar el rebote ante cualquier rival y además con capacidad para anotar cerca del aro o tras rebotes ofensivos, más el chicharrero fichado por el Joventut, Samuel Rodríguez, un ala pivot que sabe muy bien donde debe jugar y donde puede hacer daño a los rivales con su tiro o por su velocidad cerca del aro, son su columna vertebral interior. De los exteriores me gustaron mucho el internacional Xabier López-Arostegui, polivalente para jugar de base o escolta y con muchos recursos ofensivos además de ser un buen defensor, y el alero Albert Real, muy agresivo en defensa y con muchas alternativas para anotar.
En la próxima lo que vi de nuestro equipo femenino y lo que más me gusto y disgustó del Campeonato. Termino esta entrada con la cantante australiana Lenka y su particular The Show. Supongo que les gustará.
1 comentario:
Animo Nacho, seguro que te recuperas pronto, eso si, no tengas prisa en reaparecer al menos hasta después del partido contra el CBC97 ;-)
Un saludo
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