sábado, agosto 11, 2012

TRABAJO HECHO, OTRA MEDALLA DE GRAN VALOR

Cuando empezaron los partidos de preparación de estos Juegos Olímpicos creo que todos veíamos con bastante preocupación el juego mostrado por los nuestros y la cantidad de problemas físicos que se sumaban a un grupo colosal de jugadores a los que las lesiones han mermado de forma considerable. Por eso creo que el valor de esta medalla de Londres es mucho más relevante que éxitos anteriores donde este equipo nacional jugaba como los ángeles y encandilaba con sus recursos. El juego colectivo de este grupo se parece muy poco al que arrolló en Japón para ser campeón del mundo en el 2006 o al que ganó la medalla de plata en Pekin 2008, creo que este estilo se parece mucho más al juego que desplegó en Polonia 2009 y en Lituania 2011 que al final dos dieron dos títulos europeos.
Ayer se volvió a sufrir de la misma manera que se hizo frente a Francia hace unos días y ayer se volvió a ganar con bastante mejor final que contra los galos. La suerte de España, por explicarlo de una manera entendible por todos, es que Rusia no supo aprovechar para nada la empanada de los nuestros en la primera parte y cuando se dieron cuenta de lo que ocurría la bestia ya había despertado y sacaba muchos de esos recursos que los han convertido en una selección que marcará un antes y un después en el baloncesto mundial. 
Las lesiones de jugadores importantísimos como Juan Carlos Navarro o Rudy Fernández han mermado considerablemente la aportación individual de ambos y lo que suman en el engranaje de un juego donde las referencias son nuestros jugadores interiores. Ayer también se notó al principio pero la suma de los puntos de Calderón, en su mejor partido desde hace tiempo, y el grado de intensidad defensiva alcanzado en la segunda parte con un Felipe Reyes para enmarcar sacaron al equipo de ese letargo de mediocridad al que empezábamos a acostumbrarnos para volver a mostrarnos su mejor cara posible, esto es muy importante tenerlo en cuenta, para meternos de nuevo en una final olímpica y darnos una nueva medalla.
Cuando empezó la remontada tras el descanso, por la que pocos apostaban por cierto, oía los gritos de mis vecinos y entendía muy bien lo que significa para muchos que este equipo gane y sume éxitos, este es un grupo que se ha ganado el respeto de casi todos, independientemente de que el entrenador se llame Pepu Hernández o Sergio Scariolo, y los ratos de felicidad que aportan a los aficionados no se enturbia con derrotas insustanciales o casi programadas, al final lo que cuenta es lo que es tangible y más tangible que una medalla olímpica, del metal que sea, es muy difícil de conseguir. Los rusos se llevaron el oro a Moscú en el Europeo de Madrid 2007 y su fama de "bestia negra", sin faltar a nadie, les daba un plus de peligrosidad que en la fase previa les permitió remontar un fantástico primer cuarto de los nuestros, 11 a 28, para ganar y meternos en unos "fregados" incomodísimos que se han resuelto con bastantes problemas hasta la segunda parte de ayer en Londres.
Cada partido en estos Juegos Olímpicos ha sido una historia diferente y la de ayer se escribió de dos formas muy diferentes. En los dos primeros cuartos la falta de acierto y los errores en ataque solo lo aprovecharon los rusos para irse ganando al descanso por un escuálido 20 a 31 debido a sus propios problemas ofensivos, que también los tenían, y a que enfrente tenía un grupo que sabía muy bien que si no se metían los tiros había que defender muy agresivos. La rotación de Sergio Scariolo había sido un poco, solo un poco, más abierta que frente a los franceses y tampoco ninguno de los que se sumaron al juego aportaban muchas más cosas que el quinteto titular salvo un triple de Sergio Llull en el segundo cuarto y una canasta en contrataque de Serge Ibaka gracias al ritmo que impuso Sergio Rodríguez al final del primero. Hay que ver cuantos Sergios hay en esta historia. El resto era ponerse en manos de Pau Gasol para llegar solo once abajo al descanso.
Tras el paso por el vestuario salió con el mismo quinteto de gala pero el acierto en los primeros tiros cambió de forma radical el espíritu del equipo, a base triples y tiros libres los nuestros dieron un tirón y se pusieron 41 a 44, la zona de ajuste rusa empezaba a desmoronarse gracias a los tiros exteriores y un ataque mucho más agresivo. Tras una canasta de Pau Gasol en los momentos finales del cuarto palmeando un tiro cercano de Felipe Reyes, el cordobés marcó el camino con su acierto defensivo sobre el cuatro de turno ruso, el acierto de Calderón crecía para empatar a 46 y cerrar el tercer cuarto con la remontada casi terminada.
Scariolo había dado un paso adelante con sus defensas alternativas y con ese empate se puso en manos de Felipe Reyes, San Emeterio y Llull como acompañantes de Pau Gasol y Calderón, la defensa creció animada por la facilidad con la que se anotaba y con la entrada de Marc por Pau se remató la faena para ponerse por delante con otro triple de Calderón, 51 a 49, y decidir que todo pasara por las manos de un Marc Gasol iluminado en ese tramo decisivo, tanto en defensa como en su lectura del juego ofensivo desde el poste bajo, en el que los rusos se perdieron ante la intensidad y agresividad defensiva que además permitía anotar mucho más fácil a los nuestros. Al final 67 a 59 para los nuestros y clasificados para otra final histórica.
Independientemente de lo que se haga mañana frente a USA el trabajo está hecho y la ilusión por nuestro juego está trasmitida a los más pequeños y seguimos soñando con la pelea por un oro casi imposible. 
Que los nuestros no han estado a ese nivel al que le veíamos jugar hace unos años, es una realidad palpable, pero también es cierto que todos los problemas a los que se han enfrentado este grupo con la base de la generación del 80 se han ido resolviendo con aportaciones individuales o colectivas que los hacen más grandes en cada competición que participan. Que todos tenemos un entrenador dentro es algo que aumenta a medida de nuestra relación existente con el juego y que cada uno de nosotros hubiese hecho una selección diferente también es evidente, incluso que nuestra rotación de estos jugadores sería muy distinta o que el estilo de juego podría cambiar en detalles fundamentales del juego, está claro, pero lo único tangible y real es que Sergio Scariolo ha  vuelto a poner a su granito de arena en que esta selección vuelva a dar un paso adelante y nos vuelva a permitir soñar con un oro olímpico y en ese sentido hay que estar agradecido con el entrenador italiano, llevar un grupo de este calibre no es fácil en absoluto, aunque alguno piense lo contrario. Mucha suerte mañana, el trabajo está hecho. Enhorabuena.

No hay comentarios: