miércoles, febrero 02, 2011

SALUD, DIVINO TESORO.

Yo creo que la salud es el tesoro más preciado del que disponemos. Cuando era mucho más joven que ahora y pensaba que mi vida estaría ligada por completo al mundo de la medicina, años en los que convivían facultad de medicina y baloncesto casi profesional en mi Santa Cruz natal, tenía claro que mis estudios me permitirían vivir de forma intensa la relación con los pacientes, sus dolencias y lo más importante, sin duda alguna, el buscar el remedio para que sus miedos lo fueran menos y yo pudiera colaborar para que su vida fuera más agradable. Pasaron los años y el baloncesto iba ocupando un espacio cada vez mayor, yo tenía que terminar mis estudios, y mis experiencias en las canchas iba robando el tiempo a la bata blanca y al " fonendo". Cuando llegó el momento de decir basta y terminar lo poco que quedaba para dar un paso adelante en mi vida y convertirme en un aficionado más, me salió una oportunidad diferente, había un equipo en la península, como decimos en Canarias, que quería ficharme. No fue fácil dejar a mis padres, mis amigos, mis relaciones y mi baloncesto chicharrero, pero se conjugaba, o yo lo quería ver así, la posibilidad de entrenar en Murcia y terminar mis estudios en una universidad diferente. Luego la realidad ha sido bien diferente, el baloncesto al principio absorbió cada minuto de mi vida, al poco tiempo al baloncesto se le sumó una familia y "mi" medicina cada vez quedaba más lejos a pesar de que me engañaba matriculándome e intentando dar un paso que cada vez veía más lejano. El tiempo pasó y el baloncesto profesional 100% también, eran tiempos difíciles para coger una maleta y volver a probar con un viaje a otro sitio, a otra ciudad. He sido hombre de pocos clubes en mi vida.
Hace poco tiempo, va para cinco años, y cuando todavía no había cumplido los 50, alguien decidió por mi que no podía seguir en el club de mi vida, lo había dado todo por él. Era el momento de dar un paso al lado e intentar hacer otras cosas. En Archena me dieron la opción de poder seguir haciendo baloncesto, evidentemente no teniendo una ocupación a tiempo completo, y decidí que era el momento de finalizar esa parte de mi vida que se había quedado colgada de un hilo. Finalicé mis estudios y mi carrera, al mismo tiempo entraba a trabajar en nuevo proyecto en mi vida en el que llevó más de cuatro años, por lo que el paso de ejercer la medicina o prepararme el MIR, hubiera sido curioso, no entraba dentro de mis posibles argumentos de futuro, por lo que mi vinculación al mundo de la salud ha sido y es de algún modo muy intenso. Ahora cuando por razones familiares algún familiar muy cercano se ve envuelto en esos problemas que nadie quiere tener, mis recuerdos, mis mañanas de facultad y biblioteca, mis noches de pijama verde en la clínica de mi tío, mis amigos de la facultad que hoy son grandes profesionales de la salud, todos esos momentos me alcanzan de forma muy directa. Lo más importante es que en mi vida los médicos y los otros profesionales de la salud son muy importantes y hoy mucho más porque ese al que quieres está mucho mejor y mira al futuro con esperanza. Gracias.
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Anoche jugamos el tercer partido de la liga veteranos de esta temporada. Sumamos la tercera victoria frente a un Pimentón La Estrella que bien se podía llamar el Capuchinos de principios de los 90, por no faltar no faltaba ni Don Antonio Sánchez, delegado del equipo y profesor de matemáticas del Colegio en aquella época, además de padre de Dani Sánchez, un buen amigo que jugó y entrenó en le colegio durante años. Además este año junto a Dani Sánchez, Carlos Albarracín, Alberto Parrilla... están como fichajes de lujo Joaquín López, entrenador del Santomera en Primera División y jugador durante años del Capuchinos en la misma categoría, y un jugador por el que siempre tuve una especial predilección, Stefan Díaz. Stefan, junto a Jose Serrano, llegaron de Santomera para jugar conmigo en el Juvenil del Juver hace muchos años, un equipo lleno de buenísimos jugadores que en un buen número de ellos han jugador en categorías superiores, que yo me acuerde de estos estaban el propio Jose Serrano, Salva Costa, Carlos Peñafiel, Javier García Melgarejo, Vicente Moreno y Salvi Vivancos, era un grupo fantástico que caímos en un sector en León frente al Unicaja de Richi Guillén tras una prórroga en la misma temporada y en los mismos días en que nuestro Juver Murcia salvaba la categoría en Valladolid en aquel 5º partido de playoff con Oleart en el banquillo y John Ebeling como máxima referencia de un club que llegó a llevar casi diez autocares a Valladolid llenos de aficionados. Eran otras épocas. Como decía, que me había perdido, me reencontré en la pista con Stefan que tras muchas lesiones en sus rodillas tuvo que decir muy pronto adiós al baloncesto, me alegré mucho de verle y verle bien, era una delicia verle jugar de joven y todavía mantiene detalles de esa calidad que siempre tuvo.
El partido, como el anterior que jugamos, quedó sentenciado en la primera parte gracias al juego de Javi García y Rafa Árias, aunque en esta ocasión tanto Benito García como Juanjo López, Israel Alvaro y José Enrique Peñarrubia hicieron que no se notaran las bajas importantes de Juan Oliva, Quini García y Ernesto González. Buena primera parte con Javi jugando un piso más arriba que el resto y luego minutos para todos para finalizar con una victoria bastante cómoda. He vuelto, tras muchos meses de inactividad, a mis entrenamientos y anoche no podía ni moverme, tenía agujetas hasta en las gafas, no hizo ni falta que yo jugara muchos minutos para sacar el partido adelante, espero seguir teniendo salud y humor para jugar estos partidos durante mucho tiempo. Que bien, aunque sea mentira, me ha quedado esta coletilla final.
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Para terminar esta entrada una canción preciosa de Alejandro Sanz, se llama Desde cuando y su letra es fantástica con cosas muy bonitas que puden hacer variar el rumbo de la vida de alguno, con respecto a tantas cosas.

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