miércoles, febrero 23, 2011

CUESTION DE EDUCACION

Ya que empecé la semana con una cuestión de liderazgo ahora se me ocurre seguir con otro tema interesante. Hace pocos meses publiqué una entrada que algunos no entendieron muy bien o en la que yo, posiblemente, no supe explicarme convenientemente, comenté los problemas derivados de la forma de vivir los partidos de algunos padres y el flaco favor que le hacian al baloncesto y especialmente a sus propios hijos. Ahora parece que algunas de estas situaciones se han recrudecido en nuestras pistas y los problemas han vuelto a ser protagonistas en muchas pistas, desde Cartagena a Archena pasando por Cehegín, Murcia o cualquier otro rincón de nuestra geografía regional, por ejemplo, y sin querer molestar a ninguna de sus aficiones en concreto, y en encuentros de muy diferentes categorías.
En todas las canchas siempre hay alguno que hace que los demás no se sientan cómodos, esto es fácil pues la mayoría van a los partidos a entretenerse y pasar un rato agradable viendo a su hijo, su hermano, su marido o su novio, luego, como dice el dicho, viene uno y la jode, y perdón por la expresión. En la mayoría de los casos porque van a las canchas a decir lo que no les dejan decir en su casa o en su trabajo, faltar al respeto a los rivales, a los árbitros sean del sexo que sean, o incluso a los que van a ver el juego sin ánimo de molestar. Es sencillo, pero creo que sería maravilloso si un día cumplieran sus amenazas, veladas y con la boquita pequeña, de no volver a ver a su equipo si alguno le reprende o le llama la atención. Insultar a los que no se pueden defender, insultos machistas si el árbitro es una chica que quiere hacerlo bien, faltar al respeto de forma indiscriminada a quien no tiene ganas de problemas, todo esto es muy fácil para el imbécil de turno que solo busca ese minuto de gloria de confrontamiento con alguien que le diga lo tonto que es en ese momento. Yo creo que lo mejor y lo que más le molesta a ese descerebrado de turno es que no se le haga al más mínimo caso, cosa difícil en algunos momentos, y se vuelven a casa con el rabo, suelen tenerlo y no por delante precisamente, entre las piernas.
En el caso de los partidos de seniors, en primera división y en algún pueblo de la Región por poner un ejemplo cercano en el tiempo, no es un problema de padres, es un problema de educación o de mala educación, mejor dicho, que pasa en muchas canchas de toda la geografía española y no solo en nuestra región.
Este problema, desgraciad
amente, no tiene solución, pues los padres en categorías inferiores terminan viendo el problema y mejoran su actitud o dejan de ir a las canchas ante la insistencia de sus propios hijos para no pasar más verguenza, pero en el caso de los seniors este problema es muy difícil de erradicar, pues seguramente a cada cancha que vayas, desde autonómica a la ACB, te encuentras con algún espécimen de esta ralea que aprovecha ese ratito para soltar toda la frustración que lleva dentro y no le dejan hacerlo en su círculo más cercano a lo largo de su vida semanal y cotidiana.
Descubrir los problemas que se pueden originar en una pista por el mal comportamiento de alguno de los protagonistas principales, jugadores principalmente o entrenadores en segundo lugar, está en manos de los árbitros, que para eso están entre otras cosas. El pensar que un árbitro no es objetivo y se convierta en blanco de las críticas de jugadores, entrenadores y público es un factor difícilmente controlable y que nos deriva a situaciones que en la pista son más o menos controlables, nos guste o no, pero que desde la grada y en partidos de estos niveles conllevan un alto grado de insultos y faltas de respeto, más cuando en ese graderío hay cuatro gatos mal contados y un par de ellos, se convierten en "tigres siberianos" por un rato. Ese si que es un problema muy complicado de erradicar y con el que tenemos que coexistir.
Por otro lado hay que dejar claro que esas actitudes no ayudan para nada a que el juego sea más vistoso o más divertido, todo lo contrario. Los jugadores y entrenadores, de un equipo u otro normalmente se dejan arrastrar a una parafernalia que no solo no conduce a ningún sitio, sino que si te puede llevar a alguna parte es para crearte más problemas añadidos con técnicas, descalificaciones, más insultos y sanciones. A lo "tigres siberianos" eso les da lo mismo, ellos van a lo que van y con eso es suficiente, se hacen notar y son unos artistas por un rato. Que pena de vida y que penoso es tener que aguantarlos.

Un poco de
buena música para terminar esta entrada que seguro tendrá su repercusión. El grupo Maldita Nerea tiene su origen en Murcia y ahora son uno de los grupos musicales con más repercusión en el ambiente juvenil. Sus letras dicen muchas cosas y algunas muy bonitas, esta canción, Tu mirada me hace grande, es ahora un auténtico bombazo que pronto será número uno en todas las listas musicales.

3 comentarios:

Juanjo Aznar dijo...

Que un energúmeno te grite en un partido senior no nos suele afectar en absoluto, por lo menos a mí me da hasta risa, irónica eso sí. La propia persona se descalifica. El problema es en partidos de categoría base cuando te sientes impotente viendo como los niños que están en la pista "absorben" esas actitudes de personas que deberían dar ejemplo y no todo lo contrario. Un saludo

Septena dijo...

Bien dices, Felipe, cuando afirmas que este es un problema de mala educación extendido por todo el país y en cualquier categoría. Y lo que me temo es que no es privativo del baloncesto, que también afecta a casi todas las manifestaciones deportivas. Voy más lejos: es un problema de ámbito social.
Desgraciadamente, esa mala educación se está convirtiendo en la norma de muchas gentes y desde hace ya bastante tiempo. Y va a más. Y comienza desde la cuna. No hay más que oír la forma en que demasiados padres se dirigen a sus retoños en cualquier lugar: la guardería, el colegio, el super, la calle... El espacio deportivo no iba a ser menos y ahí está también.
Malo, malísimo ejemplo el que muchos adultos están dando a muchísimos niños y jóvenes.
La solución sólo puede ponerla cada uno. Con autocontrol y respeto, mucho respeto hacia los demás. Pero, para esto, hay que volver al principio, a la educación que hay que mamar desde la cuna. Si no, difícil, muy difícil será la solución.
Un abrazo y enhorabuena por tu oportuna entrada.

Francisco dijo...

Buenas noches, estoy de acuerdo que la educación es un factor fundamental, por poner un ejemplo cercano, el otro día conocí a varios padres de Maristas 97, estuvimos hablando un buen rato y creo que sería practicamente imposible tener un problema con ellos pues me parecieron de una educación total y gente maravillosa (por si lee esta entrada le mando recuerdos a mi futuro compañero de residencia que según me dijeron después, parece que era el padre de Nacho).

Juanjo el problema en categorías inferiores yo creo que son dos basicamente.

Uno es cuando el insulto va dirigido a tu hijo o hija una y otra vez, hasta Un Premio Nobel de la Paz saltaría por defender a su cachorro.

Otro problema creo que es el desconocimiento total de las normas básicas. Juanjo, p.e. ¿cuantas veces habrá pasado que un jugador que haya hecho pasos previos, choca con el defensor que pasaba por allí y a continuación se oye un grito del padre-madre del atacante ¡¡¡ARBITRO, QUE VAS A DEJAR QUE LO MATEN!!!!?

Si tuvieramos los padres conocimientos de estas normas básicas, nos ahorraríamos muchos percances.

Un saludo