La palabra estilo, según la wikipedia, puede hacer referencia a diseño, forma o aspecto. Creo que está claro que los entrenadores solemos tener un estilo bastante definido de trabajar. Este estilo suele variar en muchos casos con el paso del tiempo y la experiencia profesional, exactamente igual que muchos aspectos personales de cada uno, sea entrenador de baloncesto, ingeniero o jardinero. Hace un tiempo leyendo la prensa me encontré con la salida de un libro bastante curioso, escrito por un conocido tertuliano en algunos programas del corazón que se llama Josemi Rodríguez-Sieiro. "Cuestión de estilo" es el título y creo que lleva vendidas algunas ediciones.
Evidentemente todo, o casi todo es cuestión de estilo y según el escritor del libro, de alta alcurnia gallega, el estilo es una amalgama de personalidad y educación. Entiendo por educación una actitud, un talante que comienza por el respeto a uno mismo, proyectado siempre hacia los demás. Hoy día andamos sobrados de vulgaridad. Por eso quien tiene estilo se destaca.
En los banquillos estamos acostumbrados a ver estilos muy diferentes, desde la NBA hasta los bancos más humildes de categorías inferiores. El estilo de los entrenadores va en consonancia con su forma de ser de cada uno de ellos, aunque es verdad que muchas veces queremos pasar como lo que no somos y ese escaparate puede ayudar a dar una imagen muy diferente de lo que somos realmente.
El estilo normalmente determina el modo en que enseñamos, como entrenamos, como dirigimos al grupo, del deporte que sea, que método de disciplina usamos, como repartimos los roles y cual es el papel que damos a nuestros jugadores y cual asumimos nosotros en todo ese reparto de papeles del día a día y de los entrenos y partidos. Cuando se habla de este tema hay algunos estereotipos bastante conocidos y del que todos tenemos una idea aproximada, está el entrenador autoritario, también conocido como dictador o halcón, está el entrenador dócil, niñera o paloma, y un tercer tipo que podemos llamar cooperativo, profesor según algunos y amigo según otros.
Los entrenadores autoritarios han estado de moda durante mucho tiempo y todos tenemos en la mente, seguro, a Dusko Ivanovic como un ejemplo de nuestro baloncesto profesional. En el fútbol y a riesgo de equivocarme este estilo ha quedado un tanto desfasado y el ejemplo de Van Gaal en nuestro fútbol parece que no ha cuajado. En cambio en nuestro baloncesto este estilo sigue siendo muy querido y buscado por algunos directivos al que les encanta este tipo de entender el trabajo de entrenar.
Normalmente el entrenador autoritario toma todas las decisiones relacionadas con su equipo y su trabajo. Desde los entrenamientos, partidos, viajes, reglamento interno, vida cotidiana de los jugadores, relación con árbitros y otros entrenadores, factores y detalles internos dentro del club.
A los jugadores, ayudantes, asistentes y empleados del club a su servicio, solo les queda obedecer, acatar y asimilar sus órdenes basadas la mayoría de las veces en una amplia experiencia profesional.
Las maneras de cara a la gente son lo único que diferencian muchas veces a este tipo de coach, en algunos casos estos "halcones" o "dictadores" son capaces de vender una imagen diferente de cara al público y consiguen enganchar mucho mejor con todo el mundo aunque lo lleven todo muy controlado. En este último tipo más hábil de entrenador yo pondría unos cuantos muy conocidos por todos como pueden ser Aíto García Reneses o el mismo Ettore Messina, dos de los mejores entrenadores que hay en Europa sin ninguna duda.
Luego en el segundo grupo de entrenadores, en los dóciles o palomas, también hay algunos muy conocidos que están en la mente de casi todos. En el fútbol, deporte profesional por excelencia, el entrenador dócil es capaz de conseguir grandes éxitos si el grupo de jugadores que entrena, además de ser muy buenos sintoniza con esos métodos que les da la libertad que su calidad requiere. Un ejemplo puede ser la época dorada de Vicente del Bosque con el Real Madrid o ahora mismo con la selección española de fútbol, eso al menos dicen los que entienden de fútbol, a mi me cae de p... madre.
En el baloncesto también los hay, yo incluso he convivido con algunos en Murcia, pero no están demasiado bien vistos en nuestro basket profesional. Si escribo algún nombre de los que yo creo que puedan entrar en este grupo igual me llama mi amigo Juan María Gavaldá y me riñe. Creo que todos sabemos más o menos quien o quienes pueden estar en este perfil, entrenando antes o después a grandes equipos o incluso a la selección española.
El tercer grupo de entrenadores, el estilo cooperativo o profesor, es el que más se lleva o eso creo yo. El proponer cosas, compartirlas y luego tomar decisiones, normalmente las que él quiere, pero tras hablarlas y compartirlas. De estos hay muchos y conocidos, que no solo consiguen grandes logros deportivos sino que además conectan muy bien con sus jugadores, sus directivos, medios de comunicación y aficionados en general. Creo que a todos, incluido merengues, nos encanta Guardiola.
Estos entrenadores se aprovechan de la experiencia de los más veteranos y ayudan a que los más jóvenes tomen el camino correcto. Creo que algunos grandes entrenadores de primera línea pueden cambiar su posición y su estilo, por eso son grandes, dependiendo del momento y de la situación que viven en ese momento. Hace unas pocas semanas hemos vivido una situación puntual con uno de los entrenadores con más estilo que hay en España, estilo en el amplio sentido de la palabra, y nos ayudó a ganar una medalla de oro en Europa. Lord Chesterfield hace unos años dijo algo parecido a esto "el estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor". Y seguramente tenía razón.
En mi carrera de entrenador profesional, casi treinta años, creo que puedo estar enclavado en este último grupo. Con buenos momentos, regulares y malos momentos, que por supuesto también los hubo en tantos años de baloncesto profesional, como además el madurar en muchos de los aspectos que nos condiciona nuestra forma de ser y por supuesto nuestro estilo.
Para cerrar esta entrada un cantante con un estilo muy propio. Seal es un londinense de origen nigeriano, hace unos años ya ganó varios Grammys y es un cantante consolidado en muchos aspectos. A change is gonna come es una canción original de Sam Cook y Seal la canta especialmente bien y seguro que un cambio va a venir.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo con lo que has escrito sobre la categoria preinfantil,quizás (visto lo acontecido)solo un pero..... ¡¡nadie pensó en permitir un solo equipo por club en la categoria infantil!! (puesto que pasa a ser solo de un año- el 96,en este caso-)
De esta manera el club que quiera sacar dos equipos...uno infantil...y otro preinfantil).
Un abrazo
fdo.Rcardo Vidal Bugallo. (ricardovidalbuga@gmail.com)
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