La falta de acuerdo, relación o correspondencia de una cosa con otra se denomina incongruencia, exactamente igual que el hecho o dicho ilógico o contradictorio. Es nuestro sino, el encontrarnos con incongruencias o situaciones que parecen sin ninguna duda contradictorias. El deporte no es matemáticas y no tiene nada que ver con una ciencia exacta, el baloncesto mucho menos, pero las opiniones que vertemos sobre unos y otros están ahí para ser recordadas y en muchos casos revisadas. Estos días a la incongruente muerte de Andrés Montes, ya decía él aquello de que la vida "podía" ser maravillosa, nos vamos encontrando con otras situaciones menos importantes, es verdad, pero igual de contradictorias.
Tras el partido del fin de semana entre el CB Murcia y el Manresa nos hemos encontrado que el Murcia ha fichado esta temporada a un jugador nuevo que se llama Chris Moss. Y que en la tercera jornada de liga regular comparte el MVP de dicha jornada con su excompañero, hoy en Fuenlabrada, Chris Thomas. La cosa tiene su guasa. El ala pívot que parece ser ya jugó la temporada pasada en Murcia. Ahora en serio, hasta hace unas semanas Moss era un ser que ningún aficionado quería tener en este equipo bajo ningún pretexto.
Cuando digo ningún aficionado me refiero a esos que son tan participativos y dejan sus opiniones no solo en la red sino a cualquiera que esté dispuesto a oirla. Uno de sus máximos detractores estaba en el Canal 7 de la televisión autonómica murciana, que ha pasado de pedir el cese de actividades de dicho jugador por activa y por pasiva a comentar en el último partido un idilio que ha nacido entre este nuevo Moss y el rebote. Como si fuera un programa de esos que presenta Jorge Javier Vázquez o Jaime Cantizano. Lo malo es que no sabemos si el idilio durará mucho tiempo o a Moss le saldrán otras novias que le alejen de los tableros. Eso me preocupa más.
Hasta la tercera jornada Chris Moss había pasado desapercibido, no es que hubiese jugado mal, que no lo ha hecho. Simplemente era uno más dentro de un equipo que había perdido sus dos primeros encuentros sin muchas cosas que decir. Está claro que el protagonismo que tiene hoy Moss en este equipo no puede ser el mismo que tenía jugando al lado de Fajardo y Barnes, dos jugadores muy expertos y veteranos. Ahora ese papel, el de experto y veterano, lo tiene que ejercer él, pues tanto Prestes, Faverani como Moncasi son unos auténticos pipiolos. Buenos pipiolos eso si, pero pipiolos al fin y al cabo.
Creo que asumir el rol dentro de un equipo es una de las cosas más importantes para dar frutos al grupo. Chris Moss había ejercido ese papel de hombre importante en Menorca durante un par de temporadas y de repente, según algunos claro está, se olvidó de como se jugaba y que era lo que tenía que hacer para sumar cosas positivas. Ahora es el amante del rebote, el señor de los tableros y no se cuantas más cosas. Solo espero que toda esa parafernalia incongruente ayude a que el jugador encuentre su sitio y pueda ayudar a su equipo en las cosas que necesita. Eso es lo importante, aunque yo me tenga que aguantar tanto despropósito en la retrasmisión de los partidos.
Cuando el bueno de Andrés Montes ya está con Fernando Martín, Drazen Petrovic y otros tantos viéndoles jugar en alguna cancha del cielo, se me ocurre que es curioso la cantidad de homenajes que han salido tras la repentina marcha del Rey del Tiki Taka. Montes retrasmitió el partido de la medalla de oro europea en Polonia para nuestro baloncesto y aprovechó para despedirse, de esa manera que era él, diferente, sin reproches. Solo dijo adios y ya está. Ahora unos y otros se preguntan que ha pasado. He leído cosa muy bonitas en torno a su figura, de ex jugadores como "Palomero" Iturriaga o Corbalán, hoy hace un sentido homenaje en el Marca.
Daimiel, su compañero durante tanto tiempo en aquellas noches de NBA, hace una reflexión muy interesante aplicable a mucha gente que desgraciadamente nos deja. "Cuando pasa esto parece que hay más amigos de los que realmente había. He pensado mucho el juego que habría dado en una mesa de un restaurante comentar con Montes todo lo que está saliendo". La ACB tal y como ha comentado Juan Carlos García en su blog del Basketmaniaco no dispuso un minuto de silencio para alguien que siempre aportó cosas interesantes a nuestro juego. Otra incongruencia sin mucho sentido, pero...
Tras el partido del fin de semana entre el CB Murcia y el Manresa nos hemos encontrado que el Murcia ha fichado esta temporada a un jugador nuevo que se llama Chris Moss. Y que en la tercera jornada de liga regular comparte el MVP de dicha jornada con su excompañero, hoy en Fuenlabrada, Chris Thomas. La cosa tiene su guasa. El ala pívot que parece ser ya jugó la temporada pasada en Murcia. Ahora en serio, hasta hace unas semanas Moss era un ser que ningún aficionado quería tener en este equipo bajo ningún pretexto.
Cuando digo ningún aficionado me refiero a esos que son tan participativos y dejan sus opiniones no solo en la red sino a cualquiera que esté dispuesto a oirla. Uno de sus máximos detractores estaba en el Canal 7 de la televisión autonómica murciana, que ha pasado de pedir el cese de actividades de dicho jugador por activa y por pasiva a comentar en el último partido un idilio que ha nacido entre este nuevo Moss y el rebote. Como si fuera un programa de esos que presenta Jorge Javier Vázquez o Jaime Cantizano. Lo malo es que no sabemos si el idilio durará mucho tiempo o a Moss le saldrán otras novias que le alejen de los tableros. Eso me preocupa más.
Hasta la tercera jornada Chris Moss había pasado desapercibido, no es que hubiese jugado mal, que no lo ha hecho. Simplemente era uno más dentro de un equipo que había perdido sus dos primeros encuentros sin muchas cosas que decir. Está claro que el protagonismo que tiene hoy Moss en este equipo no puede ser el mismo que tenía jugando al lado de Fajardo y Barnes, dos jugadores muy expertos y veteranos. Ahora ese papel, el de experto y veterano, lo tiene que ejercer él, pues tanto Prestes, Faverani como Moncasi son unos auténticos pipiolos. Buenos pipiolos eso si, pero pipiolos al fin y al cabo.
Creo que asumir el rol dentro de un equipo es una de las cosas más importantes para dar frutos al grupo. Chris Moss había ejercido ese papel de hombre importante en Menorca durante un par de temporadas y de repente, según algunos claro está, se olvidó de como se jugaba y que era lo que tenía que hacer para sumar cosas positivas. Ahora es el amante del rebote, el señor de los tableros y no se cuantas más cosas. Solo espero que toda esa parafernalia incongruente ayude a que el jugador encuentre su sitio y pueda ayudar a su equipo en las cosas que necesita. Eso es lo importante, aunque yo me tenga que aguantar tanto despropósito en la retrasmisión de los partidos.
Cuando el bueno de Andrés Montes ya está con Fernando Martín, Drazen Petrovic y otros tantos viéndoles jugar en alguna cancha del cielo, se me ocurre que es curioso la cantidad de homenajes que han salido tras la repentina marcha del Rey del Tiki Taka. Montes retrasmitió el partido de la medalla de oro europea en Polonia para nuestro baloncesto y aprovechó para despedirse, de esa manera que era él, diferente, sin reproches. Solo dijo adios y ya está. Ahora unos y otros se preguntan que ha pasado. He leído cosa muy bonitas en torno a su figura, de ex jugadores como "Palomero" Iturriaga o Corbalán, hoy hace un sentido homenaje en el Marca.
Daimiel, su compañero durante tanto tiempo en aquellas noches de NBA, hace una reflexión muy interesante aplicable a mucha gente que desgraciadamente nos deja. "Cuando pasa esto parece que hay más amigos de los que realmente había. He pensado mucho el juego que habría dado en una mesa de un restaurante comentar con Montes todo lo que está saliendo". La ACB tal y como ha comentado Juan Carlos García en su blog del Basketmaniaco no dispuso un minuto de silencio para alguien que siempre aportó cosas interesantes a nuestro juego. Otra incongruencia sin mucho sentido, pero...
La canción y el video de esta entrada está dedicado al Montes que decía aquello de porqué todos los jugones sonríen igual. Un gaitero asturiano como Hevia tiene cosas muy bonitas para oir, os lo recomiendo, esta canción es del álbum que sacó en 1998 y se llama Tierra de Nadie, la canción es Busindre Reel, pero tampoco creo que sea lo más importante.
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