Tengo que decir que cuando escribo esto no me refiero a alguien en particular, cualquier parecido con la vida real es pura coincidencia y además está escrito sin acritud y sin ánimo de molestar, es simplemente una reflexión en voz alta.
Para empezar traduciré el título para quien no lo entienda, pues son palabras usadas en mi tierra, Tenerife, allí se entienden muy bien y aquí no significan prácticamente nada.
Para empezar traduciré el título para quien no lo entienda, pues son palabras usadas en mi tierra, Tenerife, allí se entienden muy bien y aquí no significan prácticamente nada.
El cachanchan es alguien que no sirve para nada, es un desastre y el culichichi es el típico cotilla, murmurador o chismoso, incluso algunos los definen como rastrero, lameculos y correveidile. Son dos adjetivos canarios que en las Islas se usan o usaban con frecuencia y que a mi siempre me han gustado mucho por su musicalidad y lirismo.
En realidad supongo que cuando se escribió lo que ahora voy a contar se usaron unas palabras similares en otro idioma y que luego al traducirlas ha quedado con el resultado siguiente. Hace poco estaba en una reunión de trabajo y mirando en mi agenda, la típica agenda con una cita famosa cada día, me encontré con la sorpresa de una cita que decía de muchas cosas, en su día la escribió el célebre escritor ruso León Tolstoi, la frase dice lo siguiente: Debe valorarse la opinión de los estúpidos, están en mayoría. Es tan categórica como cierta.
La verdad es que cuando la leí senti un estremecimiento por todo el cuerpo que es muy complicado de explicar, cuanta razón con tan pocas palabras. En el mundo profesional, en cualquiera que uno deambule, es fácil encontrarse con esta fauna de la que he hablado anteriormente, lo más complicado es compartir experiencias y vivencias con gente que esté cerca de ti y de tu forma de ver las cosas. Es ley de vida y nos debemos acostumbrar a ello, nos hace más fuertes y nos da una razón para luchar por lo que queremos conseguir en cada momento, a riesgo de saber las dificultades que encontramos por el camino y los inconvenientes, que entre unos y otros, nos ponen de forma consciente o inconsciente. No se muy bien donde quiero ir a parar con todo esto pera hacía algún tiempo que quería escribir algo sobre ello.
Ya hace unos años que escribo este blog que empezó como un simple ejercicio de memoria y que ha desembocado en un relato más o menos anecdótico de los avatares que tiene mi vida en relación con el baloncesto. Sin duda el caerle bien a todo el mundo es complicado y cuando sales del puro anonimato lo fácil es que hablen de uno, bien o mal pero que hablen. Esto lo entendí hace mucho tiempo, no me quedó otro remedio, y salvo problemas puntuales o situaciones muy estresantes, hace ya algún tiempo, suelo dormir bastante bien, que sin duda es un síntoma de tener la conciencia tranquila.
Me he dado cuenta que el tiempo sigue pasando a una velocidad espeluznante, en estos días hace la friolera de 22 años que llegué a Murcia con el ánimo de terminar una temporada de baloncesto y ahora tengo mi vida y mi familia en esta tierra que me acogió tan bien. Lo de la velocidad del tiempo era un factor que, bien por la edad o bien por la situación personal, nunca había valorado tanto como la valoro en este momento. Seguramente el llegar a una madurez preocupante te hace valorar con mucho más criterio las cosas que pasan y las cosas que te pierdes.
Por todo esto, no entiendo muy bien como uno se puede cruzar con tantos cachanchanes y culichichis en el día a día de una vida tan corta, que siempre están más preocupados de lo que pasa en la vida ajena que en la suya propia, seguramente por falta de actividad vital, y que además, en la mayoría de los casos, solo buscan hacer algún tipo de daño malintencionado. Los había y hay en Tenerife y los hay, lo siento mucho, en Murcia, supongo que como en casi todo el mundo civilizado.
Poder escribir de basket en mi blog me ha abierto otras puertas desde hace tiempo, primero mis amigos, Carlos Illán y Dioni, de La Opinión han contado conmigo para escribir de cosas muy diferentes relacionadas con este juego, luego Pruden Malagón, en El Faro de Murcia, no solo me ha pedido que le escribiera alguna colaboración sino que además me ha dejado la puerta abierta para futuras colaboraciones, y ahora, últimamente, el periódico de más tirada, La Verdad, y de un grupo tan importante, mediáticamente hablando, como Vocento me suele pedir con bastante regularidad alguna colaboración relacionada con el baloncesto ACB y el club que representa a la Región.
Incluso una de las webs de baloncesto más leidas en España, Solobasket, publicaron un artículo sobre Clarence Kea y ahora mi buen amigo Carlos Jiménez, su director, quiere que les haga una segunda entrega sobre algún que otro personaje.
Yo encantado, siempre que pueda ayudar a difundir un poco más el deporte que ha significado tanto en mi vida. Ni siquiera me acuerdo de cuando unos y otros, especialmente los unos, no confundir con los hunos, trataron de hacerme la vida imposible porque los resultados, ojo los resultados y no el trabajo, no era el que se esperaba, ahora con el paso del tiempo la valoración es mucho más objetiva, por mi parte desde luego.
Lo que no se puede remediar, ya lo decía Tolstoi hace un montón de años, es convivir con estúpidos, o como dirían en mi tierra con canchanchanes o con culichichis, son mayoría, esto es así e irremediable. Incluso cuando haces un ejercicio de memoria, de la tuya por supuesto, siempre aparece alguien que te quiere recordar que eso no fue de esa manera y parece que quien ha vivido esa situación no eres tu sino él. Curiosísimo.
En realidad supongo que cuando se escribió lo que ahora voy a contar se usaron unas palabras similares en otro idioma y que luego al traducirlas ha quedado con el resultado siguiente. Hace poco estaba en una reunión de trabajo y mirando en mi agenda, la típica agenda con una cita famosa cada día, me encontré con la sorpresa de una cita que decía de muchas cosas, en su día la escribió el célebre escritor ruso León Tolstoi, la frase dice lo siguiente: Debe valorarse la opinión de los estúpidos, están en mayoría. Es tan categórica como cierta.
La verdad es que cuando la leí senti un estremecimiento por todo el cuerpo que es muy complicado de explicar, cuanta razón con tan pocas palabras. En el mundo profesional, en cualquiera que uno deambule, es fácil encontrarse con esta fauna de la que he hablado anteriormente, lo más complicado es compartir experiencias y vivencias con gente que esté cerca de ti y de tu forma de ver las cosas. Es ley de vida y nos debemos acostumbrar a ello, nos hace más fuertes y nos da una razón para luchar por lo que queremos conseguir en cada momento, a riesgo de saber las dificultades que encontramos por el camino y los inconvenientes, que entre unos y otros, nos ponen de forma consciente o inconsciente. No se muy bien donde quiero ir a parar con todo esto pera hacía algún tiempo que quería escribir algo sobre ello.
Ya hace unos años que escribo este blog que empezó como un simple ejercicio de memoria y que ha desembocado en un relato más o menos anecdótico de los avatares que tiene mi vida en relación con el baloncesto. Sin duda el caerle bien a todo el mundo es complicado y cuando sales del puro anonimato lo fácil es que hablen de uno, bien o mal pero que hablen. Esto lo entendí hace mucho tiempo, no me quedó otro remedio, y salvo problemas puntuales o situaciones muy estresantes, hace ya algún tiempo, suelo dormir bastante bien, que sin duda es un síntoma de tener la conciencia tranquila.
Me he dado cuenta que el tiempo sigue pasando a una velocidad espeluznante, en estos días hace la friolera de 22 años que llegué a Murcia con el ánimo de terminar una temporada de baloncesto y ahora tengo mi vida y mi familia en esta tierra que me acogió tan bien. Lo de la velocidad del tiempo era un factor que, bien por la edad o bien por la situación personal, nunca había valorado tanto como la valoro en este momento. Seguramente el llegar a una madurez preocupante te hace valorar con mucho más criterio las cosas que pasan y las cosas que te pierdes.
Por todo esto, no entiendo muy bien como uno se puede cruzar con tantos cachanchanes y culichichis en el día a día de una vida tan corta, que siempre están más preocupados de lo que pasa en la vida ajena que en la suya propia, seguramente por falta de actividad vital, y que además, en la mayoría de los casos, solo buscan hacer algún tipo de daño malintencionado. Los había y hay en Tenerife y los hay, lo siento mucho, en Murcia, supongo que como en casi todo el mundo civilizado.
Poder escribir de basket en mi blog me ha abierto otras puertas desde hace tiempo, primero mis amigos, Carlos Illán y Dioni, de La Opinión han contado conmigo para escribir de cosas muy diferentes relacionadas con este juego, luego Pruden Malagón, en El Faro de Murcia, no solo me ha pedido que le escribiera alguna colaboración sino que además me ha dejado la puerta abierta para futuras colaboraciones, y ahora, últimamente, el periódico de más tirada, La Verdad, y de un grupo tan importante, mediáticamente hablando, como Vocento me suele pedir con bastante regularidad alguna colaboración relacionada con el baloncesto ACB y el club que representa a la Región.
Incluso una de las webs de baloncesto más leidas en España, Solobasket, publicaron un artículo sobre Clarence Kea y ahora mi buen amigo Carlos Jiménez, su director, quiere que les haga una segunda entrega sobre algún que otro personaje.
Yo encantado, siempre que pueda ayudar a difundir un poco más el deporte que ha significado tanto en mi vida. Ni siquiera me acuerdo de cuando unos y otros, especialmente los unos, no confundir con los hunos, trataron de hacerme la vida imposible porque los resultados, ojo los resultados y no el trabajo, no era el que se esperaba, ahora con el paso del tiempo la valoración es mucho más objetiva, por mi parte desde luego.
Lo que no se puede remediar, ya lo decía Tolstoi hace un montón de años, es convivir con estúpidos, o como dirían en mi tierra con canchanchanes o con culichichis, son mayoría, esto es así e irremediable. Incluso cuando haces un ejercicio de memoria, de la tuya por supuesto, siempre aparece alguien que te quiere recordar que eso no fue de esa manera y parece que quien ha vivido esa situación no eres tu sino él. Curiosísimo.
3 comentarios:
Si los estúpidos volaran no veríamos el sol.
Hola, siempre admire tu trabajo dentro de las canchas, y creo…bueno, estoy seguro que el baloncesto en Murcia se ha beneficiado de tu dedicación a este deporte.
También creo…bueno, estoy seguro que todavía no se te ha reconocido lo suficiente tu labor como entrenador dentro del equipo más representativo de esta región, todavía recuerdo las dos ocasiones en las que salvasteis al equipo del descenso. (como tú dices “como pasa el tiempo”)
A… y por cierto, Hablando de “culichichis” un conocido tuyo, el Sr. Juan Valverde, en algunas ocasiones le rodeaban varios de estos personajes correvediles, y lameculos. Que mal aconsejaban y flaco favor le hacían.
Sigue así, me gusta tu blog, me lo ha recomendado un amigo. Y también me gusta leer tus artículos en la prensa.
Jose Antonio, gracias por tu comentario. Muchas veces digo que cuando uno hace las cosas, las hace y ya está, no por lo que unos u otros puedan decir luego si has hecho o dejado de hacer, pero bueno...
Mi conocido es mucho más que eso, es mi suegro, es el padre de mi mujer, el abuelo de mi hijo y además, mi amigo. La gente cree que mi relación con él ha sido fácil en estos 22 años, en absoluto.
Como tu dices, esa legión de culichichis y lameculos que lo rodeaban, además opinaban y algunos de ellos, con el paso del tiempo, pasaron de ser eso que tu dices, a ser enemigos íntimos, que es todo lo contrario que amigos íntimos. Cosas de la vida.
Espero sacar un poco de tiempo para poder seguir escribiendo sobre lo que me gusta o no.
Saludos.
Publicar un comentario