domingo, marzo 23, 2014

EL VALOR DE UNA ZONA...

Seguramente si digo que el partido de hoy, no lo ganó el Ucam Murcia sino que lo perdió el Estudiantes, habrá alguno que no lo entienda, pero es la pura realidad. Un equipo de este nivel no puede perder un partido, que tenía controlado aparentemente, porque su rival se pone en una simple zona 2-3, sin demasiadas florituras salvo ajustar con el defensor del centro que salía muchas veces para llegar a tiros cortos si los defensores de abajo tenían que salir muy arriba para defender los posibles tiros exteriores del Estudiantes. Un equipo que hasta ese momento había jugado con gran criterio en todos los aspectos del juego frente a un Ucam al que le podía la ansiedad y una terrorífica selección de tiro exterior, del que se abusaba de forma desmedida. 
Tengo que decir, a fuerza de ser sincero, que he visto tan mal al equipo en la primera parte que tenía hasta el título de mi colaboración para La Verdad, este era Más De Lo Mismo. Me alegro mucho tener que haberlo cambiado y sentir que ese margen de mejora mostrado en los últimos trece minutos de partido, llenos de orgullo y sentido común, es la imagen del equipo que terminará la competición eludiendo los dos puesto de descenso. Esto es lo que mañana debe salir en la edición escrita de La Verdad e igual también en la digital, ya veremos.

Cuando quedaban solo trece minutos para terminar el partido y el Estudiantes se puso veinte puntos arriba, nadie, incluido yo, podía pensar que este Ucam Murcia podía ser capaz de remontar un partido que parecía abocado a ser una derrota más en ese doloroso camino que se lleva trazado desde hace muchas semanas. Con 41 a 61 en el marcador y tiempo muerto por medio, Marcelo Nicola puso a su equipo en una simple zona 2-3 y las luces, incluso las de emergencia, del equipo de Txus Vidorreta se fueron abajo de una forma escandalosa. En tres minutos se recuperaron diez puntos y se entró en la recta final creyendo en una filosofía de juego que apenas había dado ningún resultado hasta ese momento.
Todo lo que había salido mal hasta ese momento, una penosa defensa y un pírrico ataque de equipo, se transformó de golpe. El Estudiantes se estrellaba una y otra vez frente a la defensa zonal de los locales y los tiros de tres puntos del Ucam Murcia, que antes no entraban, empezaron a entrar como si nadie los defendiera. El partido entraba en una dinámica completamente distinta y eso podía llevar a dar por vencedor a cualquiera de los dos en un final apretado. Los pocos errores en el tiro libre del equipo madrileño, terminaron con un interesante 85%, pasaron factura en ese tramo definitivo y el 21 de 22 del Ucam Murcia decidió un partido con dos tiros libres de Berni Rodríguez en una última acción que los visitantes protestaron como acción de pase del alero malagueño.
Antes de todo eso, el Estudiantes había jugado muy bien al baloncesto castigando a los locales en los detalles que ya todos conocemos. Bandejas y tiros fáciles sin apenas oposición en situaciones de 1x1 en las que no existían las ayudas defensivas y buena defensa de equipo apoyados en la insistencia de tirar de tres en los locales con un juego ramplón y sin ideas. 
Solo un Rodrigo San Miguel, inspirado en la dirección y acertado como nunca en el tiro exterior, mantenía a los suyos en el partido. El base Quino Colom junto al pívot esloveno Uros Slokar y al tirador Kyle Kuric ponían por delante al Estudiantes aprovechando los continuados problemas defensivos del Ucam, primero en individual y luego en zona 1-2-2. Al descanso la ventaja visitante era de “solo” nueve puntos, 39 a 48, gracias al tercer triple de San Miguel en última posesión local antes del descanso.
Tras el descanso los problemas parecían repetirse, mala defensa y múltiples fallos en ataque en forma de mala selección de tiro. Los visitantes se fueron de veinte y cuando alguno ya había decidido irse del Palacio y había arrojado la toalla, Marcelo Nicola puso a los suyos en zona y desde la defensa el equipo creció en cada posesión. A San Miguel se unieron más efectivos, Lima se mostraba muy concentrado en cada acción y Kelati junto al tirador Wood, desaparecido casi todo el partido, multiplicaron sus acciones y sus puntos. 
El equipo parecía otro muy diferente aprovechando muy bien los favores de los estudiantiles, que primero perdieron la fe en su juego y luego perdieron el partido. Al final esa fe y esa confianza dio una victoria crucial al Ucam que les mete de lleno en la lucha por eludir los puestos de descenso y que les puede dar un espaldarazo definitivo para las próximas jornadas.
Rodrigo San Miguel jugó su mejor partido con la camiseta del Ucam Murcia y los puntos de Lima, Wood, Kelati, Tillie y Berni Rodríguez, en el momento clave dieron un plus a su equipo cuando más lo necesitaba. Ahora hay que seguir mejorando en todos los aspectos, incluido el físico, y afrontar los próximo encuentros pensando que cada uno de ellos es una auténtica final.    

Y hasta el último punto y aparte lo dio de si mi colaboración sobre el partido. Al margen de lo comentado creo que los errores del Estudiantes, cuando lo tenían más fácil para ganar, sirvieron como revulsivo al equipo de Marcelo Nicola, pero también es cierto que ellos fueron de menos a más, creciendo en cada acción y pensando que podían ganar tras un aciago inicio. 
El aspecto físico, que otras veces he comentado como tema importante en el bajo rendimiento del equipo en estas últimas jornadas, dio una sensación muy diferente y la mejora en el juego local llegó en la recta final del encuentro. 
Creo que la rotación de los locales sigue con lagunas de nivel y el juego colectivo con demasiados tiros exteriores de los hombres grandes que juegan muy poco donde deberían jugar, eso sin contar que la rotación de los mismos tuvo una excesiva presencia de un desacertado Radovic que podía haber jugado un poco más cerca del aro.
Lo más importante la victoria y la forma en que se consiguió, creo que justificar esa derrota en un posible error puntual de los árbitros en la última acción del Ucam Murcia, es rizar el rizo pues  seguramente a lo largo del partido hubieron errores, puntuales también, que favorecieron al Estudiantes. Del equipo madrileño me gustó Fede Van Lacke, por encima del resto, ha crecido y madurado como jugador de forma muy importante y a su carácter conocido, se le suma un conocimiento del juego inusual en nuestro baloncesto.
Ahora toca viaje a San Sebastián y partido el próximo sábado frente al Guipuzkoa, un rival de nivel similar al Ucam Murcia que hoy está con dos victorias más, para intentar seguir esa luz que hoy les alumbró en ese tramo final.
Happy, Feliz, de Pharrell Williams es un final musical perfecto para esta entrada teniendo en cuenta lo vivido y relatado. Después de muchos minutos viendo un complicado futuro creo que las caras de felicidad al final del partido eran más que evidentes.

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