miércoles, abril 08, 2009

UN MINI DE SOBRESALIENTE

Cuando el amigo Pepe L. Ochoa me invitó a que contara como he vivido el Campeonato de España de Mini desde dentro me pareció una excelente idea para que esa colaboración apareciera en la Web de la FBRM y de paso, ampliarla un poco más con fotos, algunos datos extras y algo de música en el blog. Ha sido una experiencia muy interesante ver una competición como ésta desde el prisma de máximo responsable técnico de una federación como la nuestra, aunque está claro que mi papel en ambos grupos a la hora de elección de jugador@s, tecnicos o formas de trabajo no ha existido y solo me precio de haber convivido con ellos estos días como alguien que ha estado en San Fernando conociendo un poco más a sus jugadores, a sus entrenadores y los detalles interesantes que se puedan sumar a nuestro joven, aunque ambicioso, proyecto de tecnificación y selecciones de cara al futuro.

El lugar, San Fernando de Cádiz, es perfecto para este tipo de competiciones en todos los sentidos, una gran instalación hotelera donde conviven las 19 representaciones, incluyendo a Ceuta y Melilla, en donde se reunen en sus amplios salones para comer, un buffet rico y abundante por cierto, y en donde pasan muchas de las pocas horas muertas que les deja esta competición tan intensa que se desarrolla en cinco días. Los pabellones están todos relativamente muy cercanos y a los que se pueden acceder, la mayoría de las veces, dando un paseo de uno a otro, para los que quieren seguir más de un partido al día. Dichos pabellones, tres con cuatro pistas, están bien acondicionados y el juego se desarrolla sin ninguna incidencia.
En este aspecto solo hay un pero que poner, además lo haremos por escrito a los responsables de la
FEB en este sentido, nuestros equipos, este año al menos, han sido tratados de manera bastante injusta en el reparto del cuadro horario. Nuestro chicos, por ejemplo, jugaron tres partidos a las 15,30 y uno a las 13,30, demasiada casualidad para tantos partidos cada día.

Otro factor importan
te es el acompañamiento de padres y restos de familias, abuelos y hermanos en muchos casos, a los chicos que juegan. Sin ellos, esto sería imposible, pues primero se sacrifican durante unos meses para llevar y traer a sus hijos durante el proceso de selección y entrenamientos previos, quitandose horas y días de descanso por ayudar a alcanzar este sueño a los chavales. Luego acompañan con sus camisetas y su animación a los grupos, masculinos y femeninos indistintamente, haciéndolos sentirse como en casa en cada momento en que están en la cancha jugando y luego, por lo menos en el caso de nuestras selecciones murcianas, dando un ejemplo de deportividad en cada uno de los partidos vividos. Esto último es muy importante, que los chicos se sientan arropados y animados a la vez que sus padres disfrutan del juego y se divierten es uno de los factores primordiales que buscamos y que ayudan en la formación de estos jóvenes jugador@s.

Ya lo había comentado en el blog en la anterior entrada, mi última relación directa con el mini, sin contar el trabajo de los campus de verano, había sido justo hace diez años. En aquella ocasión, mi condición de padre me permitió vivir un campeonato muy similar a este pues el equipo en aquella ocasión también terminó como Campeón invicto del grupo preferente. Además repetían dos de los entrenadores de aquella ocasión, José Antonio Martínez, Weeble para sus amigos, y Paco Serigot, con lo que esta vez me sentía muy seguro de lo que podían conseguir una vez que comenzó este campeonato y pude ver el potencial de nuestros chicos.
El mini muchas veces nos permite ver cosas del juego, que luego en el baloncesto son impensables por su frescura y su ingenuidad. En Blanes hace diez años no se contaba con jugadores altos del nivel que tenía este año el equipo de Murcia, pero también es verdad que los pequeños de aquella generación eran francamente buenos. Curiosamente de aquel equipo que hace una decada ascendió al grupo especial hoy en día no juegan demasiados jugadores, cuando ahora solo tienen entre 19 y 21 años, a un nivel muy alto de competición. Alex Hernández, que era benjamín en aquel campeonato, juega en Leb Plata con el Cornella, mi hijo Juanjo tiene su pequeño espacio en el Balneario de Archena en Leb Bronce, y algunos de ellos como Chema Bernabé, Jose Ballesta, Javi Villar, Guille o Josema juegan en categorías autonómicas o incluso en Nacional. Los desplazamientos por sus estudios universitarios en muchos de los casos han condicionado su continuidad, ante la retirada del resto que ya no practica el baloncesto. Espero y deseo que dentro de diez años la mayoría de estos jugadores puedan jugar lo más arriba posible y que al mismo tiempo, puedan ir compatibilizando el baloncesto con sus estudios para verlos a todos en la universidad o en los estudios que ellos quieran.

El equipo masculino de este año es un equipo muy equilibrado con jugadores de muchos sitios diferentes de Murcia, hasta siete localidades están representadas, hay jugadores de Águilas (1), Yecla (1), Cartagena (2), Molina de Segura (1), Santomera (1), Totana(1) y Murcia (5). Hay chicos grandes con talento físico y con excelentes maneras y además hay un grupo muy aguerrido con buenísima técnica individual para su edad que han marcado las diferencias muy pronto en este grupo preferente donde hemos ganado el campeonato con bastante claridad.

En estos Campeonatos, me suele pasar ya con bastante frecuencia, hay muchos chicos o chicas de los que vi jugar o incluso entrené a sus padres hace muchos años. En Canarias, por ejemplo, con los chicos jugaban los hijos de Pepón Artiles y de Wen Perdomo, y con las chicas jugaba la hija de Enma del Pino, que en su época fue todo un referente del baloncesto femenino en Las Palmas.
En Murcia exactamente igual, pues además del hijo de Juan Oliva, un zurdo al que entrené en Murcia al poco tiempo de llegar a esta tierra, se le sumaba el hijo de Antonio Martínez Abellán, otro jugador murciano al que también vi dar sus últimos coletazos en Molina. Es de las cosas bonitas y entrañables que tiene estas reuniones anuales en las diferentes categorías.

Los chicos han dominado el juego de este grupo gracias a una defensa individual muy intensa y agresiva que ha logrado en los partidos complicados romperlos muy pronto para poner tierra por medio y conseguir victorias de forma clara.
José Antonio Martínez "Weeble" y sus colaboradores, Paco Serigot, Willy Llorca y Chechu Pérez, han acertado de pleno en la elaboración de un grupo compacto y sin estridencias donde el grupo está por encima de los intereses individuales.
Sin duda alguna, su trabajo solo se puede catalogar como excelente en todos los aspectos, pues conseguir un éxito como este para una Región como la nuestra, es muy importante para su baloncesto.

Las niñas han ganado a Ceuta, Melilla y Castilla La Mancha, perdiendo en el grupo frente a Navarra, que ascendieron junto a Euskadi, y luego en cruce compitiendo frente a Galicia, una comunidad con amplia tradición de baloncesto femenino en la élite. Por lo que cuentan los responsables de este grupo, algunas chicas que podían haber ayudado a este grupo se quedaron en Murcia porque, siempre según los responsables de sus clubes, los padres no estaban dispuestos a sacrificarse en esos fines de semana.
De todas formas las niñas que acudieron a Cádiz han aprendido más en ese encuentro que ganaron a Castilla La Mancha, en la segunda prórroga que durante muchos meses de entrenamiento, eso es uno de los aspectos más importantes de este tipo de competición.
A Diego Martínez Vélez, el entrenador del grupo, lo han ayudado Javier Molina y Laura Belmonte, en esta selección además han tenido la inestimable ayuda durante todo el proceso de trabajo de Eugenio Alcaraz.

Ahora viene lo difícil, por un lado refrendar en la próxima edición el papel de estos minis que ya serán infantiles la próxima temporada por un grupo nuevo de jugadores nacidos en 1998 con los que tendremos que empezar a trabajar muy pronto. Luego, lo importante no es ir a jugar para ganar cada partido, lo importante es ir y competir en cada encuentro jugando con selecciones como Andalucía, actual campeona, o comunidades como Madrid, Canarias o Cataluña que son siempre de las mejores. Cuando compites, ganes o pierdas, aprendes y eso es lo que tenemos que conseguir a toda costa, competir y aprender, independientemente de lograr o no permanecer entre los mejores. Creo que si empezamos pronto con ese trabajo conseguir el reto de competir, está a nuestro alcance.
Por otro lado es intentar que este grupo, que ha trabajado tan bien durante este año gracias, entre otras cosas al nivel de la liga de mini, es que sigan su evolución natural y la temporada que viene consigamos entre todos una nueva liga preinfantil de buen nivel para que el paso al baloncesto tenga su camino correcto con las ayudas que les podamos dar.
En el lado de las niñas está seguramente lo más complicado, a falta de niñas que juegan, hay que ir a buscarlas, no se muy bien como lo haremos pero algo hay que hacer.
Es un reto difícil pero creo que conseguiremos, entre todos, buscar las soluciones a un problema que no solo radica en Murcia, sino que también, por lo que hablamos estos días en San Fernando, con los responsables de otras selecciones autonómicas, la falta de niñas que se apunten de forma voluntaria para jugar al mini.
Ahora es el tiempo de ponerse otra vez las pilas, tras un merecido descanso por supuesto, y ponerse a trabajar en lo que nos gusta y queremos, luego, eso es otra historia, los resultados vendrán solos.

Os dejo con una canción que fue un éxito hayá por el año 1988, el año en que nacieron los anteriores campeones de preferente de la Región de Murcia. Terence Trent D´Arby y su Sign Your Name fue un auténtico bombazo en los finales de los ochenta.
D'Arby cambió legalmente su nombre por el de Sananda Maitreya a finales de los 90, tras una crisis personal y espiritual. Su mayor auge tuvo lugar en el período que va de finales de los años 80 hasta mediados de los años 90.

No hay comentarios: