Todos y cada uno de nosotros ante situaciones más o menos comprometidos nos comportamos de forma más o menos adecuada, el problema muchas veces es la duda, cuando nos asalta la duda y no sabemos cual es el camino adecuado a elegir. Por eso, muchas veces, los más cachondos dicen aquello de... ante la duda, la más portentosa, por decirlo de manera educada y sin que nadie se moleste. Yo por experiencia propia lo que hago es que ante la duda trato de ser diferente, ni mejor ni peor, solo diferente. Si ante situaciones más o menos comprometidas, tu respuesta o salida es la esperada por todos, dejas de ser el que eres para convertirte en el que los demás quieres que seas. Se que empiezo un poco profundo esta entrada pero es como me pilla el cuerpo.
Esto viene a colación por la infinidad de situaciones comprometidas que se nos presentan a todos y, por supuesto, a los entrenadores de baloncesto independientemente del nivel al que trabajemos. Lo bueno, al menos para mi, es tratar de ser original dentro de lo que se puede hacer para conseguir cosas interesantes, ya no solo en el trato del día a día con unos y otros, jugadores, periodistas, otros entrenadores, padres, directivos, aficionados y un sinfín de personas que revolotean alrededor tuyo para conseguir beneficiarse de algo de lo que tú, puedas hacer o lograr, sino también para que tú te quedes contento con las cosas que haces y satisfecho del trabajo que realizas. Ahora hay una tendencia de oscurantismo bastante significativa en casi todos los niveles de la sociedad, debe ser cosa de la consabida crisis que nos tiene a todos mucho más maniatados de lo que realmente somos o queremos ser.
Yo no seré abanderado de ninguna corriente, seguramente no tenga categoría para ello, pero si tengo claro que mi camino debe ser el que marque yo, ni más ni menos, con mis errores y mis éxitos, con mis amigos y mis enemigos, con lo que gusta y con lo que disgusta, pero en resumidas cuentas, yo. Ni más, ni menos. Lo digo por si alguno se cree que a base de petardos encubiertos o tratados de neopsicología deportiva puede hacer cambiar mi forma de hacer o pensar. Cuando tenía 24 años, ya tenía mi titulación de máximo nivel como entrenador de baloncesto y llevaba unos cuantos años peleándome con la Nefrología, ya usaba un psicólogo deportivo con mis equipos y los chavales a los que entrenaba, incluso un instructor de yoga con chavales en edad de formación para mejorar muchos aspectos no solo deportivos sino también personales. Sin duda, aunque ha pasado mucho tiempo, lo recuerdo como una experiencia apasionante para ellos y para mí.
Esto viene a colación por la infinidad de situaciones comprometidas que se nos presentan a todos y, por supuesto, a los entrenadores de baloncesto independientemente del nivel al que trabajemos. Lo bueno, al menos para mi, es tratar de ser original dentro de lo que se puede hacer para conseguir cosas interesantes, ya no solo en el trato del día a día con unos y otros, jugadores, periodistas, otros entrenadores, padres, directivos, aficionados y un sinfín de personas que revolotean alrededor tuyo para conseguir beneficiarse de algo de lo que tú, puedas hacer o lograr, sino también para que tú te quedes contento con las cosas que haces y satisfecho del trabajo que realizas. Ahora hay una tendencia de oscurantismo bastante significativa en casi todos los niveles de la sociedad, debe ser cosa de la consabida crisis que nos tiene a todos mucho más maniatados de lo que realmente somos o queremos ser.
Yo no seré abanderado de ninguna corriente, seguramente no tenga categoría para ello, pero si tengo claro que mi camino debe ser el que marque yo, ni más ni menos, con mis errores y mis éxitos, con mis amigos y mis enemigos, con lo que gusta y con lo que disgusta, pero en resumidas cuentas, yo. Ni más, ni menos. Lo digo por si alguno se cree que a base de petardos encubiertos o tratados de neopsicología deportiva puede hacer cambiar mi forma de hacer o pensar. Cuando tenía 24 años, ya tenía mi titulación de máximo nivel como entrenador de baloncesto y llevaba unos cuantos años peleándome con la Nefrología, ya usaba un psicólogo deportivo con mis equipos y los chavales a los que entrenaba, incluso un instructor de yoga con chavales en edad de formación para mejorar muchos aspectos no solo deportivos sino también personales. Sin duda, aunque ha pasado mucho tiempo, lo recuerdo como una experiencia apasionante para ellos y para mí.
Luego están los bombeadores, que no bombarderos, los que tiran bombas desde lejos quiero decir, que con escaso éxito tratan de bombardear el trabajo de uno, sin conocerlo y sin saber lo que se cuece dentro, de estos también tengo alguno, que antes comía en mi mano, literalmente, y que desde hace algún tiempo trata de ganarse la vida pisando a todo lo que se mueve en su entorno. Esto además no tiene patrimonio de edad, hay abuelos, padres, hijos e incluso algún nieto, que practica este deporte tan traido y llevado en nuestro país. Bueno, ahora es mejor hablar de baloncesto, puro y duro, pues estas cosas, cuanto más las meneas, al final no huelen nada bien.
El Murcia de Manolo Hussein terminó perdiendo en Bilbao un partido que controló casi hasta el final del encuentro gracia al trabajo de Thomas, Barnes y Fajardo. Una recta final con errores de peso volvió a condenar a un equipo que ahora, no solo, debe ganar un partido sino que además debe sacar alguna otra victoria, en Valencia o en casa frente al Granca, para ir a jugarse el todo por el todo a Zaragoza. Es una pena porque según casi todo el mundo el baloncesto que hace hoy el Murcia es muy superior al de casi todos los equipos que están jugando en la zona comprometida. Este fin de semana es la jornada de descanso para los de Hussein y luego, por este orden, viaje a Valencia, recibir al Kalise y terminar con el CAI en Zaragoza. La situación está complicada y ahora no se puede dudar, hay que tener las ideas claras e ir a por ellas.
El pasado miércoles en la controvertida Leb Bronce, Xavi Sánchez Bernat se volvió a encontrar con la canasta como mejor amiga. Yo que lo conozco desde que llegó a Murcia muy joven procedente del Mollet, no creo que en todo este tiempo que ha pasado el bueno de Xavi anotara 41 puntos en ACB, LEB 1, LEB Oro, LEB Plata o incluso en LEB Bronce. Él siempre ha intentado sumar muchas cosas para su equipo en cada temporada, excelente defensa, buen finalizador de contrataque, buen pasador y a veces, algunas veces, es capaz de anotar 20 puntos, en cualquiera de las categorías que jugara, pero anotar 41 puntos y dar una lección a los buenos jugadores jóvenes del Real Madrid, seguro que no estaba dentro del guión de Ángel Manzano, entrenador madridista. Si Xavi es capaz de mantener ese nivel que excibe hace semanas, sumando además puntos y no tienen que ser tantos, le auguro un final de temporada muy interesante a mi Balneario de Archena. Éste, Xavi claro está, es de los que lo pueden hacer mejor o peor en la pista, pero os aseguro que éste no duda casi nunca.
Hoy sábado es el Entierro de la Sardina en Murcia, otro guiño a su cultura y a su forma de entender las fiestas, la verdad es que después de casi 23 años sigo sin entender muy bien el fondo de esta celebración que congrega a cientos de miles de murcianos y de gente que viene de muchos sitios de España para vivir en la calle este peculiar Entierro. Os dejo con una canción, diferente, ya se sabe ante la duda, diferentes. Es Sting con el cantante argelino Cheb Mami, un ídolo de la música Rai, en una canción preciosa que se llama Desert Rose, Desierto Rosa. Esta grabada hace diez años y seguro que os gustará a todos.
1 comentario:
Muchos murcianos tampoco acabamos de entender bien esta fiesta.... no te preocupes no eres el único. No me veo recogiendo pitos como un loco debajo de barcazas protegidas por antorchas. Parecemos el pueblo pobre y los ricos arriba enviando juguetes como diciendo "ya podéis jugar que ya estamos aquí nosotros para que podáis hacerlo".
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