jueves, febrero 05, 2009

TIEMPOS DIFERENTES, MISMA PASION (I)

Hace muchas semana que mi amigo Agustín Arias, responsable del baloncesto en el periódico El Dia, que seguramente es el que más escribe de este deporte en el mundo, me pedía una colaboración para un suplemento que sacan de baloncesto de base todos los martes.
En mi época como entrenador en Tenerife, perdonar si a veces parezco el Abuelito Cebolleta con mis historias, solía tener algún roce con Agustín, pues él era, y es, un acérrimo seguidor de la Fiebre Amarilla, esta clase de fiebre amarilla es patognomónica de La Laguna y es la que tienen los seguidores del Canarias, uno de los históricos del baloncesto español y que hoy compite en la LEB Oro bajo la sabia dirección de uno de los mejores técnicos canarios que hay hoy, Alejandro Martínez, que curiosamente está formado como yo en las filas de La Marea, aunque esa es otra historia.
El Dia es el periódico de más tirada en Tenerife y seguramente del resto de Canarias. Bueno pues la verdad es que nunca encontraba un rato para escribirle esa colaboración para hablar del baloncesto de base y sus detalles, este último fin de semana me dije que no pasaba y se lo escribí, ellos lo han dividido en dos partes y el martes pasado publicaron la primera. A esta colaboración que suele hacer algún entrenador de las islas la tienen encuadrada en una sección que llaman 3 Puntos y mi colaboración se titula Tiempos Diferentes, misma pasión (I)

Marcar un hito está al alcance de pocos, más bien de muy pocos y lo que ha hecho la Federación Canaria de Baloncesto en el último Campeonato de España de Selecciones Autonómicas no se puede considerar de otra manera. Un hito, según la RAE, es un suceso o un acontecimiento que sirve de punto de referencia, y eso es lo que ha logrado Clemente Mesa, como Presidente, y su equipo de entrenadores dirigido por José Carlos Rivero. Riverito, en la foto de la izquierda con el Tenerife Anaga entre Eduardo García Ramos y Juani Ponce,, para mi siempre será Riverito, era un base con mucho talento y con mucha clase que conmigo debutó en primera nacional, de aquella época, con el Tenerife Anaga en la temporada que me tocó el toro de entrenar al Náutico en División de Honor o Liga Nacional, como se llama ahora, por primera vez. Pues Riverito se ha hecho grande y ya no juega, ahora es el Director Técnico de una Federación que en los primeros días de este año, con un frío tremendo por cierto, ganó tres Campeonatos de España y quedó Subcampeón del cuarto, por si era poco con todo lo anterior. En la península, siempre lo digo, no se vive el baloncesto de base como se vive en Canarias, mucho más en Tenerife, es más en ningún sitio del mundo se escribe y se habla de este juego como se hace en nuestra isla. En algunos sitios se puede entrenar más e incluso con mejores medios, pero lo que se respira en Canarias a nivel del baloncesto de base no se respira en ningún lado. Algunos, creo que pocos, infravaloran el mérito de este trabajo por la inclusión de los jóvenes africanos que un día si y otro también llegan a nuestras islas para jugar a baloncesto, creo que ni son justos ni valoran el hecho de que esos chicos podrían ir a otros sitios y si eligen empezar sus carreras deportivas en las islas será por algún motivo. Además, cada año se ven, por efectos colaterales de la globalización, más jugadores de diferentes razas y etnias jugando en las diferentes selecciones autonómicas que compiten en estos campeonatos. Nunca había estado en un campeonato de este tipo y después de tantos años entrenando ha sido mi primera experiencia en este sentido. Yo ejercía como entrenador del equipo infantil masculino de Murcia y la verdad es que no terminé muy contento con nuestro papel, finalizamos décimos después de haber perdido la posibilidad de jugar entre los primeros por un solo punto frente a Castilla La Mancha en un partido que no debíamos haber perdido nunca, pero eso tiene el juego y eso lo hace más maravilloso. Pude ver jugar al infantil masculino que entrenaba Gustavo Ríos y me pareció un éxito tremendo que jugase la final del campeonato frente a Cataluña, creo que en esta categoría cualquiera de las diez primeras selecciones podía haberse colado en la final haciendo una buena competición y eso, sin ninguna duda, está claro que Gustavo lo consiguió con su equipo. Pude saludar a Paco Apeles, yo pensaba que era el más veterano de los entrenadores en Cáceres, y alegrarme de su éxito, hablar con él y recordar tantas cosas me emocionaron durante una tarde, eso hoy casi no tiene precio. Pude saludar a Víctor Concepción y a Nati Suárez, dos históricos de nuestro baloncesto, que fueron a ver a su hija Elena ser campeona con la selección infantil femenina. Ahora que sale el nombre de Víctor Concepción, quiero hacer de abogado del diablo y pedir un reconocimiento del baloncesto chicharrero para la figura de Víctor Floreal Concepción.
Víctor Floreal, en la foto de la izquierda entre Pepe Cabrera y ese joven de las patillas y el bigote,
es una de las personas que más han influido en nuestro baloncesto en los últimos 35 años, yo empecé con él como entrenador en aquel Antillana juvenil que se sacó de la chistera para jugar en el Palais Royal y creo que muchos de los entrenadores que nos formamos en aquella época pasamos alguna mañana en aquel rincón de la Librería de Don Sixto buscando el grial de un baloncesto que amábamos con locura.

Conseguir triunfos de este calibre no es una tarea fácil, hace poco leía un homenaje que le daban en La Laguna al Canarias que había sido Subcampeón de España de Segunda División en la temporada 51-52, yo no había nacido por esas fechas y no lo sabía.
Yo guardo grandes recuerdos del trabajo de cantera en mi época en
Santa Cruz, mis inicios en el Antillana, en la foto de la derecha en la temporada 74/75, mi corto paso por el Caja Rural y mi década en el Náutico.

Cuando publiquen la segunda parte, el próximo martes espero, os pondré en el blog aderezada con alguna foto de entonces y algún comentario más.
Una canción de Los Sabandeños para concluir esta primera parte me parece lo más idóneo, a mi me gustan casi todas pero creo que esta canción la hemos cantado casi todos los canarios, al menos su estribillo, De Tenderete. Aunque estos, creo, también eran de la Fiebre.

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