Ha sido un fin de semana muy diferente al que imaginaba, el viernes por la tarde tras entrenar en el CAR y ver el trabajo de los grupos en el Campus volví a casa programando en la cabeza los detalles y ejercicios de la jornada del sábado. Luego, cuando me preparaba tempranito para ir al CAR, cambio de planes y viaje a Madrid para acompañar a mi cuñado José Luis que pasaba por el mismo trago que me tocó vivir a mi hace unos meses, darle el último adiós a su padre que llevaba algún tiempo enfermo. Era la primera vez, desde que hago los campus de verano, que no podía despedirme de los participantes y darles las gracias a ellos y a sus padres por la confianza que han tenido en nosotros, creo que la razón valía la pena.
El campus, un año más, ha sido un éxito completo en todos los sentidos, más de ciento cincuenta participantes entre ambos turnos, magníficas instalaciones, seguimiento diario del mismo, excelente nivel de los entrenadores en los dos turnos y muchas, muchas, ganas de trabajar y mejorar desde el día 24 de junio que empezamos hasta ayer, 9 de julio. Me encanta ver a los entrenadores trabajar con ese entusiasmo y con ese ambiente, a los más jóvenes y a los más veteranos, ha sido un verdadero placer trabajar con ellos estas semanas. Espero que todos, o casi todos, puedan repetir la experiencia en próximas ediciones del mismo. Si hace unos días sumábamos 1000 imágenes en el álbum del primer turno, en los próximos días terminaremos de subir las fotos del segundo turno. Espero que os gusten.
Esta mañana, desayunando en el hotel, me quedé helado leyendo la portada de El País en su edición impresa, me encuentro entre los titulares con el siguiente editorial del prestigioso periódico, Hay partido. Como es una frase muy usada en el deporte, incluido el baloncesto, se me ocurrió echarle un repaso. Nunca escribo, ni hablo, explícitamente, de política.
No me gusta nada y no me gusta lo que pasa a su alrededor, no me gustan los ladrones de guante blanco y me parece que los políticos, del signo que sean, no solo deben ser honrados sino además deben parecerlo, como la honestidad de la mujer del Cesar. No entiendo como el amiguismo y hasta los enchufes familiares condicionan puestos de relevancia e importancia en la vida pública que es tan importante para todos, y más con la que está cayendo. Dicho todo esto y aclarando que respeto a todos los que son honrados y sinceros con sus trabajos, debo decir que tengo familia, a la que quiero mucho, en el lado socialista y tengo otros, también muy cercanos, en el lado popular, me parece una canallada que ahora alguien del partido gobernante en los últimos años y con lo que estamos viviendo en estos momentos se pueda permitir el lujo de plantear algunas cosas. El susodicho editorial en su final hace el siguiente comentario, el más lógico y responsable de todos ellos, "Para acreditarlo deberá explicar también por qué tantas cosas de las que propone no las impulsó desde el Gobierno".
Me parece que el coordinador general de IU, Cayo Lara, pone el dedo en la llaga cuando dice que Rubalcaba debe dejarse de tanta palabrería, diga menos y haga más. O yo diría mejor, porque no ha propuesto y ejecutado todas esas ideas en estos años que llevamos sufriendo esa hecatombe de crisis que algunos decían hace unos años que no la veían y que ahora nos agobia a tantos. Si hay partido, yo desde luego, no quisiera ver el resultado final en ésta línea que estamos sufriendo. Esto está mucho más complicado de lo que parece. Estos partidos no me gustan nada de nada.
Ahora llega el tiempo de descansar un poco, de forma directa, del baloncesto, recargar pilas y verlas venir. Todavía tengo pendiente de cerrar el curso de entrenadores de 2º grado, por cierto que hemos usado muy bien el tema del campus para este curso. Al ser un grupo relativamente pequeño espero que antes de que finalice el mes lo podamos dejar cerrado entre el interés de los alumnos y la buena predisposición de los profesores. Habrá que coger unas vacaciones y desconectar un poco que creo que empiezo a necesitarlas.
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