INSOLVENTE JUEGO COLECTIVO

Análisis para La Verdad del martes 2 de diciembre de 2008.

Cuando te encargan escribir de cosas buenas que pasan, suele ser una tarea bastante fácil, el problema es cuando tienes que escribir de algo, que no solo no es bueno, sino además de algo que no te ha gustado nada. Eso es lo que me pasa en este momento.

Muchos aficionados con lo que hablo se quejan, y casi siempre con razón, de los titulares catastróficos relacionados con el equipo murciano que milita en la ACB, pero creo, que ni lo más fieles seguidores de este deporte se pueden quedar tranquilos con la imagen dada por el CB Murcia en su encuentro del domingo frente al Iurbentia Bilbao y más sabiendo, que se venía de caer derrotado por cuarenta y cinco puntos de diferencia en la última salida a Vitoria. Derrota casi de KO, expresión que se usa en la competición infantil y alevín cuando la diferencia llega a 50 puntos de diferencia y se para el partido, para no hacer más daño moral en los chavales en formación que van perdiendo en ese momento.

Lo del domingo tiene muy poca explicación lo mires como lo mires. Sales a la cancha a jugar para ganar, y sin hacer las cosas demasiado bien, pero jugando al baloncesto al fin y al cabo, estás dentro de un partido en el que presupones, que en el momento en que empieces a rendir a tu máximo nivel, puedes marcar esa diferencia tan importante para ganar un partido más en casa.
Tras un primer cuarto de tanteo y un segundo de aparente igualdad, empate a 35 en el marcador. Solo le bastó a los bilbaínos jugar bien, desde su defensa básicamente, cinco minutos en el tercer cuarto para dejar el partido zanjado y lo peor, es que a partir de ese momento, cualquier parecido al juego de equipo fue pura casualidad, pues el poco espíritu defensivo y la falta de actitud se mezcló con una tremenda inoperancia ofensiva fruto del inexistente juego colectivo de los hombres de Manolo Hussein.

Siempre decimos que hay muchas maneras de perder, pero caer ante un rival de tu nivel, en tu cancha y frente a tus más fieles seguidores, no creo que se llegase a cuatro mil aficionados en la lluviosa mañana de domingo, es lamentable. Pero es mucho más lamentable si pasa, hasta el momento eso dice la estadística, que eres incapaz de sacar una victoria a domicilio y ahora, no solo tienes que ganar a tus rivales directos, sino que además tienes que sacar algún triunfo frente a un grande para que te salgan las cuentas de la lechera, que al final te lleven a la permanencia.

El domingo se contaba con todo lo que se tiene, incluso se descartó a Bogdanovic por temas de cupos. Ya no había lesionados y el controvertido “refuerzo” de Slanina está en Murcia desde hace unas semanas. Evidentemente, el resultado general no puede ser más desalentador, una victoria en cuatro jornadas y lo más grave no es eso, es la sensación que dejas en unos y otros, una sensación preocupante y desalentadora.
Como muchos saben he vivido situaciones similares en el otro lado, en el lado que quema, aunque algunos dicen que sarna con gusto no pica, y está muy claro que en estas situaciones no se valora el trabajo, se valora el resultado primero y después, mucho después, el juego, el trabajo, como en la mili, se le supone. Esto es lo que hay, ni más ni menos, un equipo que vuelve a estar en zona de descenso, eso si empatado con otros tres, pero con una imagen más que inquietante y descorazonadora. Y eso es una realidad, pese a quien pese.

El domingo próximo viene el Pamesa de Valencia, un grande en tiempos de crisis, que puede complicar aún más el futuro en caso de una nueva derrota, y esta puede llegar si el equipo, no sale de esa espiral negativa en la que se encuentra en este momento. Trabajo no faltará esta semana, pero, aunque duela decirlo, solo con trabajo no llegarán las victorias, jugar como un equipo y no solo parecerlo es fundamental para poder ganar en esta dura ACB y creo que Manolo Hussein, eso lo sabe muy bien.