UN ASCENSO MUY MERECIDO...

Más de una semana después y con muchas cosas ocurridas en todos estos días, trataré de hacer una entrada en este blog que algunas veces se convierte en una obligación muy difícil de mantener y continuar. Ya lo dije el lunes pasado, esta semana pasada era la semana clave de la temporada para mi trabajo como entrenador y seleccionador de la selección autonómica infantil masculina que disputó el Campeonato de España que se celebró en Zaragoza de jueves a domingo. 
Si para los chicos y chicas que jugaron este campeonato eran unas fechas importantes, para muchos era su primera experiencia en este tipo de torneo, para mi también lo era pues esta temporada cumplo cuarenta temporadas desde que empecé a entrenar seriamente y era una buena oportunidad para celebrar con una alegría ese veterano aniversario como entrenador de baloncesto.

Las dos selecciones viajamos el miércoles pasado en un viaje en autobús que cada año me parece que se me hacen más cortos los casi 550 kilómetros, casi nueve horas en carretera con un par de paradas incluidas y todo listo a última hora de la tarde para llegar casi a cenar y poco más. Hotel en las afueras de Zaragoza, en esa zona que se construyó para la Expo zaragozana, y que ya no se muy bien si es la tercera o la cuarta vez que estoy allí, dado los últimos viajes que hemos jugado en la capital de Aragón en las últimas temporadas. Lo único bueno del hotel, las comidas eran muy "discretitas" por ejemplo,  en cuestión es que solo nos permitía estar centrados en el campeonato, no hay nada o casi nada que ver en los exteriores del mismo.
Además las selecciones que este año nos han acompañado en el mismo iban muy centradas en jugar este campeonato para ganar el título del grupo especial, Madrid y Cataluña por ejemplo, o en querer ascender, en masculinos me refiero, como era Galicia o nuestras propias selecciones.

El jueves levantados a las siete de la mañana, debutábamos a las diez, desayuno y a las ocho y media en carretera para empezar a calentar. Nuestro primer rival era la Ciudad Autónoma de Ceuta, en nuestra particular Copa África del primer día, y tras los nervios de rigor del estreno cerramos el acta a los pocos minutos del tercer cuarto, tras repartir minutos entre todos los integrantes del equipo. 

Vuelta al hotel tras el partido, comida, ligero descanso para los chicos y partido de vídeo para los entrenadores de nuestro rival de la tarde y otra vez a la carretera, pues a las cinco y media de la tarde teníamos al segundo rival del día, Melilla. Tengo que decir que Melilla no es lo que era, su nivel de juego ha mejorado de forma considerable y su equipo femenino esta temporada incluso ha jugado por el ascenso. Otra vez victoria amplia cerrando el acta también en el tercer cuarto con una mejora defensiva considerable y otro reparto de minutos entre todo el equipo. Ya teníamos nuestro primer objetivo conseguido, dos victorias y preparados para el resto del campeonato. Vuelta al hotel, cena, descanso para los chicos y otra vez vídeo con partido del rival de la mañana.

El viernes otra vez partido a las diez de la mañana y primer rival complicado en la lucha por el ascenso, Galicia. Otra vez levantado a las siete de la mañana y mismo ritual del día anterior para jugar con una selección que tenía el mismo propósito que nuestro equipo. A los gallegos los dirigía Ricardo Aldrey, un base que marcó una época en Ferrol con el Oar en la ACB, y creo que no vino muy bien verlos la noche anterior, empezamos muy fuerte en defensa y pronto tomamos ventaja en el marcador para sumar la tercera victoria en un partido en el que solo cedimos el último cuarto y en el que volvimos a intentar rotar al máximo para guardar las máximas fuerzas para el siguiente encuentro.

Vuelta al hotel comida, descanso y estiramientos con Chema Gómez para los chicos que sumaban tres partidos en día y medio, y partidos para ver para Pedro Hermógenes, posible rival de cruces con el partido entre Extremadura y La Rioja, y para mi, Cantabria frente a Galicia, que repetía esa tarde tras jugar contra nosotros por la mañana. Vuelta al hotel, cena, los chicos a descansar y nosotros otra vez al vídeo para tomar más detalles del partido que ya habíamos visto en vivo. 
Sábado por la mañana con la misma rutina que los dos días anteriores, levantarse a las siete y partido a las diez. 

Otra vez a las ocho y media en la carretera y Cantabria, que se jugaba la clasificación para el cruce tras su derrota ajustada frente a Galicia, como rival de turno. Igual que frente a los gallegos empezamos muy fuertes en defensa y tomamos las diferencias para mantener el marcador a nuestro favor cediendo solo el último cuarto y por la mínima. Otra vez logramos la máxima rotación de todo el equipo y los cántabros terminaron cediendo en otro partido duro para ellos. Ya estábamos clasificados para jugar por el ascenso y sin casi tiempo para pensar teníamos ese compromiso a las cinco y media de la tarde.

Otra vez vuelta al hotel deprisa y corriendo para comer, un poco de tiempo de descanso para los chicos y otra vez vídeo para nosotros. La Rioja había terminado segunda tras la selección de Extremadura y era nuestro rival de esa misma tarde. El cansancio físico y mental empezaba a notarse y los riojanos aprovecharon muy bien nuestro mal inicio para ponerse por delante y meternos el miedo en el cuerpo hasta el final. Poco a poco fuimos haciendo las cosas mejor y nuestra intensidad defensiva nos sirvió para darle la vuelta al marcador y conseguir un ascenso que se había puesto muy complicado. 
Felicidad máxima al conseguir el objetivo buscado y más después de lo complicado que se nos había puesto en el inicio del partido. Abrazos, fotos y buenos momentos por parte del amplio grupo familiar de padres, madres, hermanos, abuelos y amigos que nos habían acompañado desde el inicio del campeonato.
Lo peor que otra vez tuvimos que salir corriendo para el hotel, cenar y acostarse, pues si los días anteriores teníamos partido a las diez de la mañana, el domingo teníamos la final a las nueve. Los entrenadores otra vez un par de horas con el vídeo del rival antes de acostarnos y todo eso sabiendo que jugar a las nueve nos obligaba a levantarnos antes, seis y media, desayunar y salir corriendo para el pabellón con las bolsas de viaje ya hechas para el viaje de vuelta tras la entrega de medallas al mediodía. Un auténtico disparate.

Extremadura fue mejor que nosotros desde el inicio y aunque aguantamos su intensidad los dos primeros cuartos, luego nos resultó imposible. Decidí que daba lo mismo perder de diez o de doce que caer por más de veinte y hace disfrutar a todos del último partido, de una final y lo que conllevaba después de tantos meses de trabajo. 
Creo, sinceramente, que Extremadura nos hubiese ganado nueve de diez partidos que hubiésemos jugado y sinceramente ellos merecieron ser los campeones del grupo preferente. Luego esperar al equipo femenino, jugaba a la misma hora en otro pabellón fuera de Zaragoza, que además había ganado su primer partido del torneo y precisamente frente a Extremadura. 

Irnos todos juntos a las increíbles instalaciones del CDM Siglo XXI, ver la segunda parte de la final masculina. Madrid frente a Cataluña, con un repaso en toda regla del equipo madrileño, y luego ver la final femenina entre Cataluña, que ganó al final con cierta holgura, y el País Vasco, sorprendente finalista para muchos que compitió durante muchos minutos en esa final. Al final entrega de medallas para todos y cierre del torneo.
Luego viaje de vuelta a Murcia, nos habíamos comido unos bocatas viendo los partidos, y casi a medianoche en casa tras otro viaje con un gran ambiente y donde el grupo, chicas y chicos, pasaron su último rato juntos tras un viaje de baloncesto lleno de muchas cosas.
Las chicas de Antonio Pérez, Laura Belmonte y Gloria Rodríguez, un grupo técnico estupendo a todos los niveles con el equipo, jugó un campeonato muy diferente al nuestro. Tuvieron un grupo muy complicado y el orden de los partidos también, creo, condicionó los resultados de las nuestras. El jueves empezaron a las 15,30 horas frente a Baleares, que luego terminó siendo campeón del grupo preferente, y las insulares nos ganaron autoridad desde el primer cuarto, donde abrieron la primera diferencia en ese arranque del encuentro para dejarlo sentenciado.
El viernes volvieron a jugar a esa hora tan mala, las 15,30 horas, y su rival era Cantabria, un equipo de su nivel que terminó ganando de forma muy ajustada a las nuestras en un encuentro tan igualado que las nuestras fueron mejores en la valoración final del partido. Las de Antonio Pérez ganaban por la mínima al descanso pero luego dos parciales para las cántabras, ambos igualadísimos, les dieron la victoria.

El sábado volvieron a jugar, el último de grupo, a las  12,00 horas y frente a Asturias, un equipo que solo nos ganó un cuarto, el tercero, pero que aprovechó muy bien esa diferencia para ganarnos con cierta holgura en el resultado final, curiosamente Asturias fueron segundas, tras Baleares, y ascendieron también al grupo especial. Esto nos deja a las claras que el nivel del otro grupo eran de otro nivel, en las semifinales por el ascenso Asturias ganó a La Rioja y Baleares con autoridad a Melilla, auténtica sorpresa de este grupo preferente.
Las nuestras eludieron la penúltima posición, Ceuta ya era última al haber terminado el el 5º puesto de su grupo, al ganar el domingo a las 9,00 de la mañana a Extremadura en un partido donde siempre fueron por delante y que terminaron ganando con autoridad.
Cerraron el campeonato con tres derrotas y una victoria en cuatro días, es decir cuatro partidos en esos cuatro días, mientras que los chicos jugaron seis encuentros en los mismos días y encima en unos horarios criminales.
Acabada esta experiencia decir y contar que tengo que estar muy agradecido a todos los chicos que fueron a Zaragoza y también, por supuesto, a los que se quedaron en Murcia sin un hueco en ese equipo, bien por lesiones o bien por decisiones técnicas, todos hicieron un trabajo excelente para terminar con ese ascenso que ahora pone el listado muy alto para la generación del 2002 que tendrán el difícil compromiso de jugar con las mejores selecciones del país. 

También darles las gracias a los padres y madres de los chicos, creo que ha validado la pena tanto sacrificio por esa felicidad de las victorias y de ese ascenso tan duro frente a La Rioja. Sin su sacrificio de cada fin de semana esto hubiese sido imposible. En esa misma línea, la de agradecimiento, a los clubes que nos han dejado a los jugadores y a los que nos han ayudado en la preparación de este campeonato, desde esa primera liga interna hasta el último partido contra el cadete de Molina Basket en Alcantarilla.

Gran trabajo de mis colaboradores y ayudantes, Pedro Hermógenes y Chema Gómez, que cumplieron a la perfección con su trabajo, sus consejos y sus apuntes resultaron decisivos para lograr nuestra meta. Creo que ambos, y cada uno en su parcela, pusieron su granito en cada oportunidad que pudieron y eso, yo, lo valoro en su justa medida. Gracias por estos meses, esta preparación y este campeonato con objetivo cumplido.
Supongo que antes de que termine la temporada nos volveremos a ver, el grupo completo, quiero que todos tengan copia de los partidos jugados y me parece que lo conseguido se merece una comida de grupo, por lo menos, con familia incluidos. Además pronto, muy pronto, empezaremos con las selecciones de la próxima temporada y creo que la mayoría debe pelear por estar en el grupo que arranque la próxima temporada.
Bueno, esto es lo que dio de si este campeonato, con madrugones, con muchas horas de autobús, muchos partidos en muy poco tiempo y un ascenso. Eso, además del excelente ambiente dentro del grupo, lo mejor sin ninguna duda.
La música es un homenaje a este campeonato, donde nuestro equipo ha tenido dos temas iconos antes y después de los partidos. Está claro que yo no los elegí, fueron cosa de ellos, pero entre La Ramona Pechugona y Yo soy tu Gatita, no paramos. Me decidí por la última, un tema de La Factoria muy bailado, era tremenda, espero que este regaetton les guste como a ellos. Los que siguen esta sección, por favor, no me lo tomen en cuenta.