
La
nostalgia, según algunos, es un anhelo del pasado. Cuando hablamos o escribimos de
nostalgia no la referimos, normalmente, a una enfermedad o a una asignatura de estudio, simplemente hacemos referencia de un sentimiento que cualquiera puede tener. La nostalgia es el sufrimiento, o la sensación de padecer, de pensar en algo que se ha tenido y que ahora ya no se tiene. A menudo la asociamos a nuestra memoria menos reciente o a situaciones que han pasado y que difícilmente las volveremos a vivir, con personas, objetos o vivencias de nuestra niñez o nuestra juventud, por poner un ejemplo, que desgraciadamente no volverán.
En este corto viaje que terminó ayer domingo,

corto pues apenas fueros unos días, he vuelto a pasar por delante de sitios que tienen que ver mucho con mi juventud y con mis inicios en el baloncesto profesional. Siempre que paso, por ejemplo, circunvalando
Granada, me encuentro con la salida a
Albolote, pueblo donde estaba y supongo que seguirá estando la fábrica de
Oximesa, que era el dueño y patrocinador del baloncesto en la ciudad nazarí durante muchos años. Allí estuve primero con el
Náutico en
Primera B, jugando contra el
Oximesa de un uruguayo, tirador convulsivo, que se llamaba
Carlos Cabezas. Para el que no se

acuerde, es el padre del base internacional español del mismo nombre que ésta última temporada jugó en
Rusia con el
Khimki. Esto sucedía entre
1983 y 1986, yo entrenaba,
26 años tenía, por entonces al
RC Náutico de Tenerife con equipo muy canterano donde además eramos todos muy buenos amigos.
Luego, y por puro azar, me tocó venir a
Murcia y volví a
Granada muchas veces a jugar en
ACB o en amistosos de pre o post temporada. Eran los tiempos de los
hermanos Álvarez y de tres jugadores que luego jugaron en Murcia conmigo,
Nacho Suárez, Eduardo Clavero y Javier Ibáñez. Ahora el
CB Granada tiene poco que ver con aquel
Oximesa que entrenaba
Antonio Gómez Nieto o
Antonio Gómez Carra. Ahora juegan en
Granada y no en
Albolote, ahora están muy definidos como
equipo ACB y el trabajo de entrenadores como
Trifón Poch han logrado una estabilidad que antes era muy difícil de conseguir.
Un poco más adelante y cuando entras en
Málaga te das de bruces, aunque ahora sea desde la autopista y des

de la distancia, con
Ciudad Jardín y y su pabellón, idéntico al de
Santa Cruz de Tenerife, donde durante años viví intensos partidos con el
Caja de Ronda, primero, y luego con el
Unicaja de Málaga. Recuerdo muy bien los viajes a
Málaga desde
Tenerife para jugar en
Primera B frente a los malagueños o los encuentros, ya en
ACB, con el
Juver frente al
Caja de Ronda de
Mario Pesquera o de mi entrañable
José María Martín Urbano. Recuerdo muy bien la canasta que nos metió desde su campo
Fede Ramiro para ganarnos en nuestro primer año de
ACB. Sin duda eran otros tiempos.
Hoy el
Unicaja es un grande del baloncesto europeo desde hace más de una década y si por su

banquillo han pasado entrenadores como
Bozidar Maljkovic o
Sergio Scariolo, hoy está
Aíto García Reneses y el baloncesto de Málaga es toda una referencia a nivel europeo.
Estos pabellones, estos partidos y estos jugadores no volverán de ninguna manera, eso está claro. Ahora es tiempo de otras cosas, de otros partidos, de otras categorías y de otras vivencias, pero recordar con añoranza esos tiempos solo significa que estás vivo y que lo puedes contar, ni más ni menos. No está mal añorar esos tiempos.
Hablando de cosas más recientes y que tienen poco que ver con las añoranzas y con la nostalgia, hay que comentar que
Laura Gil ya ha conseguido su primera medalla este verano. La pívot

murciana que ha fichado en el
Perfumerias Avenida, uno de los grandes del baloncesto femenino español, para la próxima temporada, se ha proclamado
subcampeona de Europa con la Sub 20 al perder la final europea con
Rusia por un solo punto,
75 a 74.
La pívot murciana, que en la foto está en segundo plano preparada para correr al contrataque, es una auténtica coleccionista de medallas con las selecciones de base, en este periplo le queda algún verano más, pues la murciana cumplió 18 años el pasado mes de abril, por lo que la suma de medallas y experiencias deportivas internacionales serán de gran ayuda para su paso al baloncesto profesional con el equipo de Salamanca.
Ángel Palmi explica en la
Web de la Feb el

como y el porqué ,de como se consiguen estas medallas. Creo que
Ángel tiene mucha razón en todos y cada uno de los puntos que argumenta, pero a mi me gustaría reforzar el papel del entrenador de club o de federación autonómica, que nunca tiene la posibilidad de vivir esas experiencias internacionales, pues sin su trabajo previo y duro durante la temporada, y en las anteriores evidentemente, los jugadores y jugadoras que acuden a representar a
España en estos certámenes internacionales no podrían dar el nivel que muestran cada verano.

La otra pívot murciana que busca un puesto entre las mejores de su edad es
Rocío Paños. La pívot del CB Capuchinos está concentrada con la
selección Sub 16 en
Orense intentando convencer al bueno de
Evaristo Pérez, el actual seleccionador de esta categoría y ex seleccionador nacional absoluto femenino, de que tiene un hueco entre las doce que irán a jugar el europeo en
Grecia del 12 al 22 de agosto.
En ésta selección está de jefe de grupo el gran
Paco Apeles, toda una institución en el baloncesto femenino tinerfeño y un buen amigo desde hace 40 años.
Está claro que cuando te pones a suponer te puedes equivocar y eso me ha pasado a mi con la situación de
Edu Sánchez.
Edu es

el base murciano que más temporadas y partidos ininterrumpidos juega desde hace años en la
Leb Oro y que además, en esta última ha conseguido el ascenso a la
ACB con el
CAI compartiendo puesto con el reciente fichaje del
CB Murcia,
Pedro Rivero. Yo creía o suponía que
Edu seguía en el
CAI pero veo que en el club de
Zaragoza no cuentan con él para la próxima temporada en
ACB. 
Seguramente sea solamente la opinión de un entrenador más, la mía por supuesto, pero creo que hubiese sido un hombre muy significativo para el
CB Murcia en ésta temporada de pelear por el ascenso.
Edu sabe muy bien lo que hay que hacer para ascender, no en vano ya lo ha hecho tres veces,
dos en Murcia y una en Zaragoza, además de ser un jugador querido y apreciado en su tierra. Con esto no quiero menospreciar ni mucho menos a la pareja de bases elegida,
me parece una excelente combinación de bases, pero a mi, al menos, me hubiese encantado que
Edu hubiese sumado su tercer ascenso con la camiseta del
CB Murcia en la temporada del
25 aniversario del club.
Como casi siempre, me pierdo lo mejor. El pasado viernes y en la
Plaza de Toros de Murcia actuó, nada más y nada menos, que
Mark Knopfler. Para mi que soy un entregado de la obra de
Dire Straits hubiera sido una experiencia inigualable. De todas formas os dejo uno de sus mejores temas de siempre,
Brothers in Arms. Inigualable, aunque para otra entrada me reservo cualquier versión de
Sultan of Swing, mi canción de ayer, hoy y siempre.