En álgebra, un binomio es una expresión algebraico con dos términos. Estrictamente hablando se refiere a un polinomio formado por la suma de dos monomios, aunque se usa de forma más fácil para indicar cualquier expresión que consta de una suma o una resta de dos términos. Esto, más o menos, es lo que pone la Wikipedia sobre el tema.
De forma coloquial se emplea binomio para denotar un par de conceptos o personas relacionadas. Asi, se puede hablar de el binomio de Batman y Robin, como pareja de aventuras, o del binomio cliente y servidor, como relación en informática. Nosotros podemos hablar, desde ahora y por algún tiempo del binomio Pascual y Navarro, como pareja clave del polinomio que forma el Regal Barcelona y su forma de entender y jugar el baloncesto del siglo XXI.
El viernes, por razones familiares importantes no pude ver en directo la semifinal frente al CSKA, pero está claro que ese era el rival más duro que podía tener el Barça en esta final a cuatro. Viendo luego el partido y sabiendo de antemano el resultado me dió la impresión de que los nervios y la responsabilidad pudieron pasarle una mala jugada al equipo de Xavi Pascual, pero al final lo que cuenta en una semifinal como esa es quien está en la final y contra quien se la jugará. Un partido que ganas 64 a 54 habla a las claras de como se vivió en la pista y que argumentos, pocos, hicieron falta para clasificarse. Rubio, Navarro y los destellos de Fran Vázquez y Lorbek en el juego interior resolvieron un partido complicado con un 56 a 50 faltando muy poco tiempo.
Lo de la final fue otro cantar muy diferente. El binomio Navarro&Pascual se encargó muy pronto de poner la final en el sitio que más favorecía al equipo catalán y entre el talento ofensivo de La Bomba y la espectacular defensa de los grandes barcelonistas, la final se puso muy pronto de cara. Colocar 8 tapones supone una intimidación tremenda en una final como ésta y Fran Vázquez se encargó muy pronto de anular las pretensiones ofensivas de las penetraciones de los exteriores o del escaso juego interior de los griegos.
En los griegos solo el inicio del base Teodosic y el juego intermitente de Childress y Kleiza los mantuvo en parámetros de cierta igualdad. Luego un primer despegue al inicio del tercer cuarto que la calidad de Papaloukas neutralizó y llegó a poner al Olympiakos cerca, 54 a 47. Pero esto solo sirvió para que a Navarro se unieran jugadores como Sada, perfecto su partido, Morris o Mickeal que estiraron el marcador a pesar de las protestas incesantes hacia el arbitraje de los griegos. Juan Carlos terminó con 21 puntos y 23 de valoración que además le daba el MVP de la final. El otro factor del binomio, Xavi Pascual, se coronaba Campeón de Europa con solo 37 años y una corta carrera profesional llena de triunfos importantes. Al final 86 a 68 que dice muy claramente lo que pasó en París.
Conseguir que un equipo, el polinomio del que hablábamos antes, como el Barça juegue el baloncesto que juega no es tarea fácil y si no que se lo pregunten a Messina y su trabajo con el Real Madrid. Conseguir que los grandes entiendan cual es su papel y que tanto uno como otro, los que estén en la pista en ese momento, asuman ese rol tan importante en el trabajo defensivo del equipo es muy difícil de conseguir. Que el balón vuele de mano a mano entre los exteriores y que un tirador busque siempre al compañero con un pase extra más, es todavía casi más complicado que lo anterior y él lo ha conseguido y ante eso solo queda corroborar que España, tierra de grandes entrenadores de baloncesto, ahora tiene a uno de los mejores muy bien situado y haciendo un baloncesto espléndido. Enhorabuena a Xavi Pascual, sin ninguna duda, pieza insustituible en ese engranaje actual del baloncesto blaugrana.
Lo de la final fue otro cantar muy diferente. El binomio Navarro&Pascual se encargó muy pronto de poner la final en el sitio que más favorecía al equipo catalán y entre el talento ofensivo de La Bomba y la espectacular defensa de los grandes barcelonistas, la final se puso muy pronto de cara. Colocar 8 tapones supone una intimidación tremenda en una final como ésta y Fran Vázquez se encargó muy pronto de anular las pretensiones ofensivas de las penetraciones de los exteriores o del escaso juego interior de los griegos.
En los griegos solo el inicio del base Teodosic y el juego intermitente de Childress y Kleiza los mantuvo en parámetros de cierta igualdad. Luego un primer despegue al inicio del tercer cuarto que la calidad de Papaloukas neutralizó y llegó a poner al Olympiakos cerca, 54 a 47. Pero esto solo sirvió para que a Navarro se unieran jugadores como Sada, perfecto su partido, Morris o Mickeal que estiraron el marcador a pesar de las protestas incesantes hacia el arbitraje de los griegos. Juan Carlos terminó con 21 puntos y 23 de valoración que además le daba el MVP de la final. El otro factor del binomio, Xavi Pascual, se coronaba Campeón de Europa con solo 37 años y una corta carrera profesional llena de triunfos importantes. Al final 86 a 68 que dice muy claramente lo que pasó en París.
Conseguir que un equipo, el polinomio del que hablábamos antes, como el Barça juegue el baloncesto que juega no es tarea fácil y si no que se lo pregunten a Messina y su trabajo con el Real Madrid. Conseguir que los grandes entiendan cual es su papel y que tanto uno como otro, los que estén en la pista en ese momento, asuman ese rol tan importante en el trabajo defensivo del equipo es muy difícil de conseguir. Que el balón vuele de mano a mano entre los exteriores y que un tirador busque siempre al compañero con un pase extra más, es todavía casi más complicado que lo anterior y él lo ha conseguido y ante eso solo queda corroborar que España, tierra de grandes entrenadores de baloncesto, ahora tiene a uno de los mejores muy bien situado y haciendo un baloncesto espléndido. Enhorabuena a Xavi Pascual, sin ninguna duda, pieza insustituible en ese engranaje actual del baloncesto blaugrana.
2 comentarios:
Y pensar que hace poco mas de un año en la prensa publicaban que el Regal Barça despediria a Pascual para fichar a Messina...
Antoñito, sabes que los periodistas somos, por regla general, bastante canallas e ignorantes, y no sé cuál de las cosas en mayor medida.
Por cierto, que fue Creus quien se empeñó en renovar a Xavi, cuando pro una vez tenía pasta a cascoporro para fichar a quien se pusiera por medio, Messina incluído.
Por cierto, vaya destrozo nos hicísteis el otro día, y eso que les dije que al 9 le dieran en el brazo o donde fuera, pero que no tirara. Claro, una cosa es decirlo y otra cosa es que sepan siquiera quién es el 9, no digo ya llegar a puntear.
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