SINDROME DE ABSTINENCIA

Según la Web de Wikipedia el síndrome de abstinencia es el conjunto de reacciones físicas o corporales que ocurren cuando una persona con adicción a una sustancia (alcohol o bebidas con etanol, tabaco u otras drogas) deja de consumirla. Gracias a Dios no es mi caso en ninguna de ellas.

Este síndrome también puede presentarse en algunas patologías psicológicas como la Dependencia Emocional, donde no se depende de una sustancia o droga, pero sí de afecto desmedido, obviamente el baloncesto y mis sensaciones como entrenador del mismo, o dependencia hacia otra persona, presentando el individuo somatización, es decir, proceso por el cual se transforman o convierten problemas emotivos o psicológicos en dolores físicos, tema ampliamente tratado el la popular serie de televisión Los Serrano. Esto último es apunte propio.

Aunque los síntomas varían en forma e intensidad de acuerdo con el producto empleado y el tiempo que lleva desarrollándose la dependencia, en todos los casos se deben a que se ha alterado el funcionamiento normal del sistema nervioso. El síndrome de abstinencia es denominado coloquialmente mono.

Ha pasado solo una semana desde que mi último equipo empezara los entrenamientos de pretemporada y tengo que reconocer que la situación en este momento no es sencilla de digerir. Tengo mucha suerte al tener un trabajo como el que tengo y no estar totalmente desvinculado de lo que ha sido mi vida desde que tomo las decisiones por mi mismo, el baloncesto. En el CD La Flota, donde me gano el pan en el día a día, se suceden los entrenamientos de equipos de baloncesto y no solo el CB Murcia de la ACB es un asistente habitual, esta temporada el CB Balneario de Archena, mi ex equipo, y el Eliocroca de Lorca de liga EBA también han optado por usar estas magníficas instalaciones para preparar a sus equipos de cara a la próxima temporada. Esto me permite seguir más de cerca algo que siempre ha significado mucho y que además ha condicionado, para bien, mi vida en todos los sentidos.

Ahora puedo saludar, ver y estar atentos a su trabajo y de paso hablar o preguntar con más tranquilidad con los entrenadores, Manolo Hussein o Gonzalo Rodríguez, a los preparadores físicos, Pedro Cotolí o José Luis Díaz, e incluso con los propios jugadores, cosa que me permite seguir respirando ese aroma inconfundible que trasmite este juego, que en mi caso, hace mucho tiempo, paso de ser un deporte a convertirse en una pasión.

Durante las mañanas el problema es mínimo pues cuando no entrenan unos entrenan otros y si no los veo desde el ventanal de mi despacho en la piscina o en el pabellón me acerco al Gimnasio donde están dándole fuerte a las pesas o las bicis. La tarde es la hora que se hace algo más dura pero he decidido entrenar en esa franja horaria y ponerme en la cinta a correr con lo que contando kilómetros y sudando la gota gorda trato de pasar página lo más dignamente posible.

Está claro que cuando uno toma un camino tiene que ser consecuente con el mismo, y hace poco más de un mes tomé la decisión de no entrenar este año y ver como se suceden las cosas desde el tendido y no desde la pista. Estoy seguro, y no es ningún comentario vanidoso, que a medida que pasen los meses me saldrán opciones de volver a estar ligado como entrenador al baloncesto, lo tengo claro, pero ahora mismo no es esa mi intención esta temporada, luego el tiempo y el síndrome de abstinencia, solventado o no, decidirá cual es el futuro correcto.

Esta mañana, tempranito, he terminado una nueva entrada en el Blog del Campus, espero que os guste, he colocado muchas fotos de los 3x3 veraniegos murcianos y de paso os cuento lo que haremos los entrenadores y monitores esta próxima temporada que comienza.

Antonio Vega y "El sitio de mi recreo" es lo elegido para terminar esta entrada, Antonio Vega junto a su Nacha Pop han sido uno de los estandartes más importantes de la "movida madrileña" durante muchos años. A mi encantan casi todas sus canciones os dejo con esta que sacó en 1994 con su disco Océano de Sol.