domingo, agosto 24, 2008

QUE BONITO ES SOÑAR

Esta mañana cuando terminó el partido por el oro, el amigo Dioni García, responsable del basket en La Opinión de Murcia me envió un sms para pedirme unas notas sobre el partido que me había hecho levantarme tempranito un domingo de agosto, con lo tarde que se acuesta uno los sábados de agosto. No ha sido nada fácil escribir una notas para que lo leyese mucha gente, estaba indignado y todavía no salía del asombro de lo que había pasado.

Muchos han escrito antes y escribirán después sobre lo que podía suceder y realmente ha sucedido con los árbitros en Pekín. De todas formas creo que es mejor escribir y comentar lo bien que jugaron nuestro jugadores en una lucha a campo abierto frente a las estrellas de la mejor liga del mundo. Como dice la canción "valió la pena" levantarse pronto y creer en este grupo que está cumpliendo uno de los ciclos más importantes de la historia de nuestro baloncesto.
Los americanos, una vez más, pensaron que con mucha presencia atlética en la cancha era suficiente para volver a pasar por encima del equipo de Aíto y ésta vez les ha salvado el tremendo partido de Wade y el buen porcentaje de todo el grupo en los tiros de tres. A nivel táctico no hicieron nada en especial, mucho juego libre llegando y muchísimas veces repitiendo la misma situación tras un bloqueo directo frontal o lateral arriba para buscar soluciones desde esa situación tan trillada.
Este es el resumen de toda esta entrada que mañana se podrá leer en La Opinión:


Estos Juegos Olímpicos han puesto al baloncesto español en el sitio que se merece y que, creo, nadie puede discutir. Tras haber sido Campeón del Mundo y Subcampeón Europeo, España ha pasado con sobresaliente alto, la matrícula de honor nos la hubiese dado el oro, este nuevo examen de máximo nivel internacional.
Las dos semanas han sido duras para el seleccionador al que le han salido muchos detractores por culpa de la primera derrota, la semana pasada, frente a USA y por su sentido de las rotaciones y roles dentro de un equipo que era casi idéntico al de los dos últimos grandes triunfos. Aíto no ha perdido ni un ápice de su estilo y de sus formas, ha dado confianza a los que más defienden y ha usado a sus jugadores como mejor entendía en cada momento. Ni siquiera la lesión de José Manuel Calderón a podido detener las aspiraciones de un grupo selecto de jugadores donde el gran talento de algunos se combina perfectamente con el trabajo a destajo del resto que ya saben de sobra cual es su papel en este equipo.

Si hasta el partido final España no había sido ese equipo lleno de magia y de baloncesto fácil que nos ha hecho soñar en los últimos años, Aíto lo ha cambiado por rigor defensivo, concentración, rotaciones y baloncesto colectivo, en este encuentro frente a los prepotentes estadounidenses el experto entrenador español dió carta libre, siempre dentro de un orden, a sus mejores talentos para ofrecernos un partido lleno de matices y colores que no olvidaremos en muchos años. La mayoría de expertos en la materia, mira que hay expertos ahora, pedía un partido de control, cambios defensivos y control del tiempo para que no nos pasara como en el partido de clasificación y Aíto nos sorprendió a todos con un partido de tu a tu con los super atléticos NBA.

Si teníamos el problema de no poder contar con Calderón, pronto se sumó otro en la misma posición, Raúl López, que había ayudado al equipo en la semifinal y se parecía al que todos esperábamos se cargó muy pronto de faltas. Aíto se puso en manos de Ricky Rubio y dejó que el talento de Navarro volviese de donde estaba escondido para hacernos creer a falta de dos minutos para el final que se podía soñar con el oro. Pau Gasol y un fantástico Rudy Fernández, junto al “recien” llegado Juan Carlos Navarro anotaron canastas increíbles mientras que Ricky Rubio, Carlos Jiménez, Felipe Reyes y Marc Gasol sumaban los intangibles necesarios que tanto nos gusta a los entrenadores de este deporte. El entrenador español acertó con su rotación de hombres y sus cambios defensivos, ya en semifinales nos había puesto en la final gracias a esa zona 2-3 en el último cuarto frente a los lituanos, y siempre les hizo creer que se podía, el único pero y problema con el que además se contaba era el tema arbitral.

Si esta competición está bajo los auspicios de la FIBA los que juegan en ella se deben regir por sus reglas y eso es algo que el lituano Brazauskas, el finlandés Jungebrand y el argentino Estévez no tuvieron en cuenta para pitar los increíbles pasos, más que pasos maratones, de salida y de la que muchas veces sacaron demasiada ventaja para anotar en el contrataque o para sacar situaciones de dos más uno que hicieron mucho daño a los españoles en el marcador y mucho más en su orgullo. Si esto hubiese ido correctamente a lo mejor ahora estaríamos hablando de la primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos para el baloncesto español, aunque también es cierto que Kobe Bryant y sobre todo Dwayne Wade, que siempre rescató a los suyos cuando más cerca estaba España, jugaron para ganar, igual que el resto, como si les fuera la vida en ello. Y eso lo dice todo.
Como entrenador y aficionado me alegro por Aíto, el resto del cuerpo técnico de la selección y por todos y cada uno de los jugadores que me hicieron soñar con que se podía ganar hasta el final y sentirme orgulloso de ser parte de este baloncesto del que todos somos parte.


Este ha sido el resumen de un supuesto sueño, muy bonito por cierto, del que se empeñaron en despertarme tres amiguetes, o no, que tampoco lo tengo muy claro, de gris que cuando pitan en sus respectivos paises o en sus competiciones internacionales de clubes o países lo hacen de una manera muy diferente a los que lo han hecho, esta mañana para nosotros, en Pekín. Al final 107 a 118 que a solo dos minutos del final era 104 a 108, un fallo en un triple español y unos pasos escandalosos de los americanos dió paso al regalo de la técnicas y al resultado maquillaje que todos conocemos. Pero bueno esa es otra historia y la nuestra tampoco ha sido mala. ¿No os parece?

Os dejo con la música de los irlandeses The Cranberries y Dolores O´Riordan, su vocalista, en una canción que tiene que ver mucho con lo que he comentado, Los sueños. Esta canción de principio de los 90 es un clásico de la música de siempre y Dreams, ese es su título en inglés, no deja indiferente a nadie. Soñar y disfrutar.

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