Finalizó la era Messina en el Real Madrid cuando aparentemente parecía que la situación de los blancos se había endulzado con la clasificación para los cuartos previos a la Final Four europea como cabeza de grupo. Luego llegó la derrota en la jornada ACB de la semana pasada en Valencia y la primera caida en la Caja Mágica frente al Montepaschi de Siena en un encuentro que solo servía para que los italianos confirmaran su segundo puesto y para que los blancos aprovechasen para terminar como líderes imbatidos en su cancha. Ocurrió lo que casi nadie esperaba, los italianos pasaron por encima del equipo de Messina con follón de categoría con los aficionados y los jugadores madridistas.
Ettore primero presento su dimisión y luego la refrendó en rueda de prensa adoptando una postura muy poco normal en estos tiempos que corren, dimitir y renunciar a contratos super millonarios no es algo habitual ni por asomo. Algunos pensarán que esto supone una cobardía por parte del entrenador italiano, uno de los más laureados del baloncesto FIBA, pero creo que renunciar a la cifra a la que ha renunciado el siciliano no es precisamente de cobarde. Las razones de la dimisión las sabe el entrenador mejor que nadie, posible divorcio con sus directivos y con sus jugadores, estos últimos ya han demostrado esa separación entre ellos y el entrenador con su falta de actitud en varios momentos esta temporada. Ese proyecto, del que otras veces había escrito y que empezaba a antojarse demasiado largo, ya es historia y está claro que el baloncesto que logró hacer en Moscú con el CSKA y antes en Italia nunca se asemejado en nada al que ha hecho el Real Madrid.
El sábado los blancos volvieron a jugar con nuevo entrenador Emanuele Molin, el primer ayudante de Ettore Messina que vino con él, al final y tras un partido típico de los blancos en esta temporada victoria amplia, 78 a 60, ante un Joventut que solo inquietó medio tiempo, 33 a 31. Digo un partido típico de la época anterior pues Velickovic volvió a no jugar ni un minuto y la victoria se volvió a cimentar en el juego de Tomic, Mirotic y Llull con la ayuda de Fischer, que arrasaron a la Penya en un último cuarto tras abrir una brecha en el tercer cuarto. Con uno o dos entrenamientos por medio tras la dimisión de Messina y teniendo en cuenta que Molin ha sido el asistente de Ettore desde hace muchos años, no creo que veamos muchas diferencias entre lo que hemos visto y lo que veremos en las próximas semanas.
.
.
Otra historia que ha terminado, y ya lo había anunciado, es la del récord de 14 victorias consecutivas en la segunda liga del baloncesto español. El CB Murcia sumó la victoria número 15 en un partido difícil en Burgos frente a un rival, el Ford Burgos, que se jugaba mucho en ese encuentro. Tras una primera parte en la que los burgaleses tomaron la iniciativa, 19 a14 al final del primer cuarto, el partido se fue igualando y la segunda parte solo sirvió para que la igualdad se rompiera con la vuelta a la pista de Jansen, 13 puntos en la recta final, y la solidez de Rivero en la dirección y en la anotación, 15 puntos y 4 asistencias, más el buen juego interior de sus americanos interiores, Coppenrath y Gray, ante la noche negra de su figura Faverani, solo algo más de 3 minutos en la cancha por culpa de una inoportuna lesión.
Con esta victoria, 76 a 88, se acabó la marca de 14 que en su día marcamos en la Leb, hoy hay más equipos y también mayor diferencia entre los de arriba y los de abajo, pero el ganar 15 partidos seguidos solo está al alcance de un gran equipo en la competición que sea. El record ha muerto, viva el récord.
Por cierto que con lo que queda en los próximos partidos, el récord puede ser muy difícil de batir en mucho tiempo, además de darle el premio más importante, el ascenso directo a este gran CB Murcia de la 2010/2011.
1 comentario:
Si pone Orive con 'v' se te queda el artículo perfecto. No hace falta que me publiques este comentario....
Publicar un comentario