El pasado lunes, Cesar Granero de La Verdad me pidió una colaboración sobre la importancia de la victoria del CB Murcia el domingo pasado frente al Vive Menorca. El martes se la envié pensando que se publicaría el miércoles, hoy sábado cuando creía que ya no se publicaría me encuentro con la sorpresa de que ha salido en la edición de hoy. Creo que mi opinión ahora, hoy, sobre lo que pasó el domingo pasado teniendo en cuenta que mañana vuelven a jugar en Manresa, no tiene valor alguno, de todas formas lo cuelgo en el blog por si os parece bien leerla.
Se necesitaron cuatro jornadas para que el CB Murcia sumara su primera victoria y pasara la crisis convulsiva del farolillo rojo a otros implicados. Cuando se necesita una victoria de forma urgente, este tipo de partido suele tener una doble lectura, por un lado una victoria era absolutamente indispensable y por el otro, una derrota es mucho más que eso, es condenarte a una espiral demencial que puede condicionar el resto de una competición ha menos de un mes de haberla iniciado.
La ansiedad que se respiraba en el partido dejó que el Vive Menorca empezara muy enchufado al partido y gracias al acierto del pequeño Pooh Jeter, tomaran una pequeña ventaja al final del primer cuarto. En el inicio del segundo, la entrada de Gonzalo Martínez en la cancha junto a la segunda falta del base estadounidense de los menorquines fueron el detonante necesario para dar un giro completo a lo que pasaba en el parqué hasta ese instante. En ese momento del partido aprovechando la ausencia de Jeter y el excelente trabajo defensivo de Taquan Dean sobre Stojic, otra de las amenazas ofensivas de los visitantes, el equipo se transformó y pasó a defender con la dureza necesaria para jugar a un ritmo mucho mayor. Con un parcial de 12 a 1, se pasó de un 17 a 23 a un 29 a 24 que marcaba el camino a seguir a partir de ese momento.
El control del partido pasó a manos de Gonzalo Martínez y la definición quedó bajo el control de un inspiradísimo Taquan Dean, que anotó con facilidad y creó la atmósfera necesaria para que su equipo se transformase en un conjunto aguerrido defensivamente y con muchos más argumentos para ganar que su rival. Buena aportación un hipermotivado Chris Moss, Menorca había sido su casa las últimas temporadas, que bien secundado, especialmente, por Lamont Barnes y mi paisano Diego Fajardo solo encontraron resistencia en el juego interior de Bud Eley, pues la aportación del resto de interiores del Menorca fue prácticamente inexistente.
Este Vive Menorca, que en las tres jornadas anteriores había perdido dos partidos con equipos grandes de manera casi injusta, TAU y DKV Joventut, no se entregó en ningún momento pero quedó bastante claro sobre la cancha que su nivel de juego era muy inferior al del CB Murcia y eso que algunos, los de siempre, se empeñaron en mantenerlos dentro del partido, eso sin tener en cuenta la falta de respeto que hacían a un equipo, su entrenador y lo que es peor, a su afición. Afición que por cierto, necesita el empujón definitivo de los medios, audiovisuales y escritos, para hacer del Palacio un fortín de cara a los próximos compromisos.
Este resultado debe ayudar a buscar el equilibrio necesario para afrontar el futuro a corto plazo, no solo del equipo sino también de lo que significa el club y el baloncesto para la ciudad y la Región. Es muy importante tener en cuenta que para afrontar los próximos encuentros la aportación de Chris Thomas se hace indispensable para sumar desde tres posiciones, el juego de Taquan Dean terminará por ser más o menos controlado por sus rivales y el equipo ante la floja aportación de los aleros altos necesita sumar puntos desde otros parámetros diferentes del juego exterior.
Ante la baja de Jesse Young, por mucho más tiempo del esperado al principio, se ha hablado de refuerzos e incluso de nombres, el alero griego Kommatos, pero hasta el momento nada de nada. Esta victoria calmará ánimos y ayudará a la autoestima de los jugadores pero está claro que esa actitud del domingo es necesaria no solo en el Palacio de Deportes, es indispensable exhibirla fuera de Murcia para poder aspirar a ganar y para eso, algún refuerzo también le hace falta a Hussein teniendo en cuenta lo dicho anteriormente y el rendimiento de los aleros altos que tiene.
Se necesitaron cuatro jornadas para que el CB Murcia sumara su primera victoria y pasara la crisis convulsiva del farolillo rojo a otros implicados. Cuando se necesita una victoria de forma urgente, este tipo de partido suele tener una doble lectura, por un lado una victoria era absolutamente indispensable y por el otro, una derrota es mucho más que eso, es condenarte a una espiral demencial que puede condicionar el resto de una competición ha menos de un mes de haberla iniciado.
La ansiedad que se respiraba en el partido dejó que el Vive Menorca empezara muy enchufado al partido y gracias al acierto del pequeño Pooh Jeter, tomaran una pequeña ventaja al final del primer cuarto. En el inicio del segundo, la entrada de Gonzalo Martínez en la cancha junto a la segunda falta del base estadounidense de los menorquines fueron el detonante necesario para dar un giro completo a lo que pasaba en el parqué hasta ese instante. En ese momento del partido aprovechando la ausencia de Jeter y el excelente trabajo defensivo de Taquan Dean sobre Stojic, otra de las amenazas ofensivas de los visitantes, el equipo se transformó y pasó a defender con la dureza necesaria para jugar a un ritmo mucho mayor. Con un parcial de 12 a 1, se pasó de un 17 a 23 a un 29 a 24 que marcaba el camino a seguir a partir de ese momento.
El control del partido pasó a manos de Gonzalo Martínez y la definición quedó bajo el control de un inspiradísimo Taquan Dean, que anotó con facilidad y creó la atmósfera necesaria para que su equipo se transformase en un conjunto aguerrido defensivamente y con muchos más argumentos para ganar que su rival. Buena aportación un hipermotivado Chris Moss, Menorca había sido su casa las últimas temporadas, que bien secundado, especialmente, por Lamont Barnes y mi paisano Diego Fajardo solo encontraron resistencia en el juego interior de Bud Eley, pues la aportación del resto de interiores del Menorca fue prácticamente inexistente.
Este Vive Menorca, que en las tres jornadas anteriores había perdido dos partidos con equipos grandes de manera casi injusta, TAU y DKV Joventut, no se entregó en ningún momento pero quedó bastante claro sobre la cancha que su nivel de juego era muy inferior al del CB Murcia y eso que algunos, los de siempre, se empeñaron en mantenerlos dentro del partido, eso sin tener en cuenta la falta de respeto que hacían a un equipo, su entrenador y lo que es peor, a su afición. Afición que por cierto, necesita el empujón definitivo de los medios, audiovisuales y escritos, para hacer del Palacio un fortín de cara a los próximos compromisos.
Este resultado debe ayudar a buscar el equilibrio necesario para afrontar el futuro a corto plazo, no solo del equipo sino también de lo que significa el club y el baloncesto para la ciudad y la Región. Es muy importante tener en cuenta que para afrontar los próximos encuentros la aportación de Chris Thomas se hace indispensable para sumar desde tres posiciones, el juego de Taquan Dean terminará por ser más o menos controlado por sus rivales y el equipo ante la floja aportación de los aleros altos necesita sumar puntos desde otros parámetros diferentes del juego exterior.
Ante la baja de Jesse Young, por mucho más tiempo del esperado al principio, se ha hablado de refuerzos e incluso de nombres, el alero griego Kommatos, pero hasta el momento nada de nada. Esta victoria calmará ánimos y ayudará a la autoestima de los jugadores pero está claro que esa actitud del domingo es necesaria no solo en el Palacio de Deportes, es indispensable exhibirla fuera de Murcia para poder aspirar a ganar y para eso, algún refuerzo también le hace falta a Hussein teniendo en cuenta lo dicho anteriormente y el rendimiento de los aleros altos que tiene.
1 comentario:
Toca sufrir y de lo lindo.
Publicar un comentario