En la
jornada 16ª el club me colocó como entrenador después de haber relevado a
Clifford que solo había dirigido 6 partidos y al onubense
Fernando Sánchez Luengo que había dirigido las siguientes 9 jornadas. En ese momento de la competición llegábamos con
6 victorias y 9 derrotas,
Clarence Kea junto a
Ralph McPherson eran una sólida pareja de extranjeros en un equipo bastante cortito donde sobresalía el extraordinario talento nacional de
Nacho Suárez y la siempre importante aportación de jugadores como
Julio Torres, Eduardo Clavero, Alberto Sanz, Javier Ibáñez y Paco Martín, junto a ellos estaban los jóvenes murcianos Juanjo López y Josema Prado.
El trabajo con el
"Señor de los Rebotes" era muy sencillo, el siempre hacia lo indispensable para cumplir con su trabajo, era un profesional muy listo que no derramaba una gota de sudor más de las necesarias y no hacía un salto más de los que hicieran falta para terminar su trabajo diario. Creo que en una temporada completa se podrían contar con los dedos de una mano
los mates que realizó en los entrenamientos, y si incluimos los partidos vamos muy justitos con las dos manos, lo suyo, estaba claro, no era de cara a la galería.
Cuando llegó a
Murcia ya tenía
32 años y os puedo asegurar que midiéndolo con cariño no sobrepasaba de ninguna manera el
1,98 , pero el se reía mucho con estas historias de más altos o más fuertes, el siempre sabía lo que tenía que hacer, ni más ni menos. Antes comenté que no jugaba de cara a la galería, eso es muy cierto, pero si os puedo asegurar que era un verdadero espectáculo verlo jugar, siempre activo, casi siempre con una sonrisa en su cara que descomponía a los rivales más fieros y siempre con palabras de apoyo para sus compañeros en el afán de ganar partidos. Sus números con
Clifford o Fernando eran siempre buenos y cuando me tocó dirigirlo, nos conocíamos bien pues los meses anteriores había viajado y estado en casi todos los entrenamientos con el equipo, sus números todavía se hicieron mucho mejores.
Teníamos un partido antes de las
Fiestas de Navidad con el
Breogan de Lugo que dirigía
José Antonio Figueroa y en el que jugaban
Boise Winters y Randy Allen, dos jugadores que como él habían tenido pasado
NBA. Teníamos pendientes cuantos

días íbamos a dar de vacaciones en esas fechas, todos querían estar en sus respectivas casas en esos días, y Clarence me dijo que si ganábamos holgadamente le daría a los dos americanos algún día más para poder viajar a
Estados Unidos, pues volvíamos a jugar el día
29 de diciembre en casa contra el
Gran Canaria.La noche del
21 de diciembre batió el record de rebotes, aun vigente, con un total de
29 capturas,
11 de ellos
en ataque, además de terminar con
44 puntos de
valoración para que el equipo ganara por
83 a 73 y superara el basket average del partido de ida. Fue una noche asombrosa en la que
Clarence siempre estaba por delante de sus defensores a la hora de ir al rebote y la que se quedaba por detrás, pocas veces, usaba su llave maestra de colocar hábilmente el brazo encima del hombro del rival y no dejarlo saltar con lo que le reboteaba por detrás con su escaso 1,98. Increíble, pero esa era una de sus características más importantes en su juego. La cara de desesperación de
Jose A. Figueroa era un auténtico poema.
Clarence voló a
Texas y luego volvió para jugar frente al
Gran Canaria de
Manolo Hussein al que le endosó
22 puntos, ese no era su fuerte, y
18 rebotes para terminar con
37 de valoración jugando
34 minutos y tras entrenar solo un día antes del partido, en el que por cierto ganamos
108 a 85.
De esa temporada podría contar innumerables anécdotas personales de un jugador que se llevaba bien con todos y especialmente bien con nuestro fisio,
Diego Albadalejo, al que cariñosamente llamaba
"Papi" y al que se sometía diariamente para que este le diera masajes o simplemente le tratara de alguna cosa que siempre le dolía en su cuerpo que era como una auténtica mole de músculos que lo hacía prácticamente inamovible dentro de la zona.
De esa jornada
16 a la 34 que cerraba la liga regular ganamos 10 partidos más para terminar con 16 victorias y 18 derrotas lo que nos dio derecho para jugar el play off por el título frente al
Elosua de León que nos ganó en el tercer partido en su cancha tras una eliminatoria muy intensa en la que
Clarence promedió casi
13 rebotes por partido los mismos que había promediado durante toda esa temporada
13,1 rechaces por partido. Luego
Clarence Leroy Kea jugó una temporada en Orense donde se quedó en "solamente"
12,7 rebotes por partido.
El señor Kea nació en Wilmington, North Carolina y empezó a jugar en el HS de Hanover en su localidad de Wilmington luego jugó en la Universidad tejana de Lamar, donde batió todos los récords de rebotes existentes, lo drafteó Dallas en 1980 y jugó en la NBA dos temporadas en la 80-81 y en la 81-82, de ahí a la CBA primero para jugar en Alaska con el Anchorage y de ahí a Roma
donde juega dos temporadas con el Bancoroma, luego a Israel con el Happoel Holom, la 84-85, vuelve a Italia donde tenía un gran prestigio para jugar con el Fantoni Udine, de ahí marcha a Francia a jugar con el Limoges dos temporadas, regresa a Italia para jugar tres años en Firenze y recalar en la ACB, jugó dos temporadas, después de Murcia en Orense, y fue líder absoluto del rebote, dejando un récord que todavía sigue vigente, el de mayor número de rebotes atrapados en un partido. Su marca, 29 rebotes, será sin ninguna duda muy difícil de batir.Cuando terminó en España jugó una temporada en Turquía con el Ulker de Estambul par luego retirarse.Además en su palmarés puede decir que ha sido en la temporada 1982-83 Campeón Copa de Europa con el Bancoroma, ganándole al FC Barcelona.Campeón de la CBA en la 1982-83 con Detroit Spirits.Campeón de la Copa Korac en la 1986-87 con CSP Limoges.Campeón de la LNB, Liga francesa, en la 1987-88 con CSP Limoges.Campeón de la Copa de Francia en la 1987-88 con CSP Limoges.Y Campeón de la Recopa de Europa en la 1987-88 con CSP Limoges.
Sin ninguna duda un auténtico carrerón de un gran profesional del que guardo un magnífico recuerdo.