martes, febrero 12, 2013

25 AÑOS...

La verdad es que después de tanto tiempo es normal que se vayan cumpliendo aniversarios de fechas que han sido o son importantes en mi vida. Si en mi anterior entrada comentaba que el sábado pasado hacían cinco años del título de Copa de Leb Bronce ganado en Vigo con el Balneario de Archena, mañana, día 13 de febrero, se cumplirán 25 años del día que me casé con Marga, la mujer con la que comparto mi existencia desde entonces y con la que he pasado los mejores años de una vida llena de momentos buenos y malos, que de todo tiene que haber, de emociones compartidas con nuestro hijo y de todo lo que se puede encontrar en un camino al que ha algunos se les hace muy largo y a otros, como es mi caso, muy corto. 
Curiosamente el baloncesto tuvo mucho que ver en toda esta historia pues si no hubiese venido a entrenar al Juver Basket en Primera B en noviembre de aquella temporada 86/87, un año y pico antes, ni hubiese conocido a quien es hoy mi compañera y a lo mejor en vez de baloncesto hubiese estado ejerciendo la medicina desde hace una pila de años, son cosas de la vida y yo no me puedo quejar de como me ha tratado. 
A Marga la conocí a los pocos días de llegar a Murcia y tras un entrenamiento cuando el entonces presidente y propietario del club, Juan Valverde, me invitó a su casa a cenar, supongo que para conocerme un poco más pues la primera impresión que le di en Tenerife cuando me conoció no había sido muy buena que digamos. Aquella noche de finales de noviembre de 1986 marcó el principio de lo que luego ha sido una vida en común y de la que mañana se cumplen 25 años de matrimonio, eso que los más clásicos llaman Bodas de Plata en un matrimonio. Ni que decir que me acuerdo muy bien de aquella fecha, creo que son días que de una manera u otra nunca se olvidan, vayan bien o mal las cosas. 
Yo por entonces cumplía mi segunda temporada en Primera B como entrenador del Juver Basket y apenas tuvimos unos días libres tras la boda pues yo entrenaba y ella trabajaba. Muchos amigos de siempre y también del baloncesto estuvieron aquel día soleado de febrero con nosotros en la iglesia de Churra y luego en la celebración del 7 Coronas. Un rato de la vida de una pareja que siempre queda inmortalizado por las fotos del día y de las sensaciones compartidas, para mi uno de los más importantes de mi vida sin ninguna duda.
En este, mi blog, como saben los que lo leen habitualmente se mezclan retales de mi vida en el baloncesto y otros que no tienen mucho que ver con él, aunque eso conociéndome es bastante difícil. Normalmente las cosas que escribo y cuento pueden tener más o menos importancia según quien lo lea, si escribo de baloncesto de categorías inferiores los padres inmersos en esa complicada lectura son los más ávidos lectores, pero si escribo de aspectos más íntimos y personales también tienen sus seguidores habituales con lo que no siempre todo el mundo está contento. 
Cuando empecé con esta libreta de momentos y de sentimientos nunca pensé que podía abarcar tantas cosas, ahora que tan de moda está el escribir un blog, yo estoy libre de modas en ese sentido pues hace unos pocos días se cumplieron ocho años de mi primera entrada a modo de biografía deportiva en este blog y después de 839 entradas publicadas sigo manteniendo activo este espacio, aspecto que no está nada mal para los tiempos que corren. En el año 2005, cuando empecé con este ladrillo en forma de bitácora, empezaba mi tercera etapa, y última hasta el momento, en el CB Archena y hacía poco más de un año que me había cesado como Director de Cantera de "mi" club de toda la vida. Ahora tras todo este camino recorrido en los que nunca me he sentido solo, tengo que decir que Marga ha sido una de las artífices de que este espacio siga su trayecto correctamente pues ella siempre me animó a escribir aunque algunas veces me riña por el alto contenido en baloncesto que tiene según que entrada.
Como decía al principio mañana hacen 25 años y el próximo sábado lo celebraremos con algunos amigos y familiares, no muchos que la cosa no está para disparates en este sentido. Creo que después de estos años vale la pena volver a reunirnos e intentar revivir aquel momento que nos cambió tanto al vida. Yo había cumplido 31 años y ella solo tenía 19, lo que hoy se llamaría un "asalta-cunas" en toda regla. Muchos no daban una peseta de la época por la duración de nuestra relación tras un escaso año de noviazgo y fíjate por donde, todos aquellos se equivocaron, celebro las de plata y espero que tengamos salud para poder celebrar las de oro.
Por aquella época entrenaba un buen equipo de baloncesto en Primera B, era mi segunda temporada en Murcia con el Juver Basket, y por culpa del azar más que por el baloncesto que hacíamos se nos escapó un ascenso a la liga ACB que ya perseguíamos y que creo que nos merecíamos. Recuerdo muy bien aquella plantilla y aquel play-off de ascenso frente al Tenerife que entrenaba Moncho Monsalve, un desgraciado accidente de tráfico no solo cortó de raíz la carrera de un joven y excelente jugador de baloncesto, Alfredo Aranda, que además de ser el base titular era pieza clave en nuestro juego, sino que nos dejó sin capacidad de reacción para afrontar una eliminatoria tan dura a pesar de que nos trajésemos al bueno de Jordi Homs para afrontar aquellos partidos finales. 
Hoy todavía mantengo relación directa con algunos integrantes de aquel equipo fantástico, Alfredo Aranda, José Luis Subias, Guille Cejas, Jordi Homs, David Cárdenas y Paco García, por ejemplo que era mi segundo entrenador por entonces, con otros la distancia u otros factores han puesto tierra por medio, Germán Aparisi, Joaquín Bujeque, Javi García, Juanito Ruiz, Javi Izquierdo, Randy Owens o Russell Cross. El que falta de ese equipo de la 87-88, desgraciadamente, es José Ángel Martín de Francisco, nuestro Morty, que ya no está con nosotros y con él si que mantuve durante años nuestra cercanía por su trabajo como agente de jugadores. Hoy veo a su hijo jugar en ACB, Nacho Martín, y recuerdo un montón de anécdotas con el bueno del Morty.
Ya han pasado veinticinco años y aunque se han pasado en un abrir y cerrar de ojos hay muchas cosas que quedan en el camino que demuestran que han dado para mucho. En este tiempo hay una persona más en nuestra familia y él ha sido el motivo de nuestras vidas durante años. Creo que ha valido la pena en todos los sentidos y ahora solo queda mirar hacia delante e intentar seguir recorriendo este camino juntos, espero y prometo volver a escribir sobre los cincuenta años de nuestra convivencia en común. Ella siempre ha esto a mi lado en los momentos malos, ya se sabe que en los buenos no hace falta tener a nadie al lado para sentirse bien, y eso es de las cosas que más valoro en nuestra relación.
La música para terminar también es para ella. Con solo una sonrisa de Melendi se cierra esta entrada que se parece muy poco a las anteriores, pero que está escrita con todo mi corazón.

2 comentarios:

Jesús Carrillo dijo...

Felipe eres un campeón ya celebraremos tus bodas de plata como os merecéis. Un abrazo

Francisco dijo...

Lo que hacen algunos por ahorrarse un regalo (casarse un 13 de febrero). Seguro que a las doce de la noche aprovechas para dar el regalo que sirva de aniversario y para día de los enamorados :-)
Un saludo

PD
Que conste que yo soy anti día del padre, de la madre, de la mujer trabajadora y de los 1000 días que se celebran al cabo del año.