Ayer me enteré que Marcos Molina Jr, hijo de mi buen amigo Marcos, viajaba con la selección española sub 19 al Campeonato del Mundo de la categoría que se jugará en Nueva Zelanda. Ayer viajaron a Australia para jugar unos partidos previos y del 2 al 12 de julio jugarán tierras maoríes. Marcos es un cuatro, un ala-pívot, con buena mano para tirar de tres puntos y bastante duro en defensa en situaciones de 1x1, este año ha jugado en el EBA del Pamesa y en ese equipo, donde la anarquía en el juego los ha llevado a descender con un buen conjunto, él ha sido el más regular de todos. Me alegro por los dos Marcos, padre e hijo, porque se lo que significa para cada uno de ellos y el valor que tiene.
Junto a Marcos estará otro murciano en esa selección, se trata del base Alejandro Hernández, un chaval al que conozco desde que empezó a dar sus primeros botes en el Barnes, que luego se formó en San José de La Vega y jugando en las selecciones murcianas desde benjamín y que tras unos años en el Barça esta temporada ha conseguido el ascenso a Leb oro con el Cornellá jugando como cedido del campeón de la ACB. Mucha suerte también para él.
Estos dos casos de jugadores murcianos, Marcos me toca más cercanamente, son dos claros ejemplos de jugadores que potencialmente pueden y deben estar en cualquier proyecto que exista para tener un club profesional de categoría en Murcia con el que la gente se pueda
identificar mucho más, siempre he defendido la inclusión de jóvenes jugadores murcianos con nivel en nuestro representativo. Desde la temporada del primer ascenso a la ACB con José Carlos Fernández y luego con jugadores como Juanjo López, Josema Prado, Carlos Crespo, Benjamín Martínez, Braulio Arias Jr, Gustavo Pallarés, Marcos Martínez, Jordi Molina y Ramón Moya por ejemplo, y luego, un poco más tarde con gente como Carlos Peñafiel, Edu Sánchez, Javi García Melgarejo y Samuel Garrido. Siempre he creído en ese compromiso de intentar formar y ayudar a la gente que tenemos más cerca para que ellos, un poco más tarde sean capaces de recoger el testigo y entrenar y jugar al más alto de los niveles. Ahora también hace mucha falta dar ese paso.
Esta semana parece que puede ser la definitiva y las palabras pueden dejar paso a los hechos. Yo que veo a los míos muy de cerca, me da la impresión que si no
es así, es decir que las palabras no se transformen en documentos y que cada uno aguante su vela, creo que pueden decir hasta aquí hemos llegado. El tiempo pasa de forma inexorable y todos estos días y semanas que van pasando sin tomar decisiones definitivas, es un débito importante para configurar una plantilla profesional de garantías y un club que de seguridad a los que queremos ver baloncesto de verdad sin tanto tapujo e historias rocambolescas donde se mezclan balones de varias clases y promesas incumplidas. Yo por lo menos, lo veo de esta forma, deambular en el purgatorio, aprovechando que ahora parece ser que no existe, no sirve para corregir nada, solo sirve para mantener a ciertos personajes en unos puestos donde lo único que hacen es generar más y más pérdidas. Pérdidas que, por cierto, ahora parece ser que se pueden pagar con el dinero de todos. Hay que ver que bien saben hacer algunos el egipcio.
Ricky Rubio, el base del DKV Joventut y de la Selección Española será elegible para el draft, que se celebrará mañana jueves, 25 de junio. Desde el pasado 19 de mayo se conoce el orden en que los diferentes equipos, o franquicias como a ellos les gusta, elegirán en esta ocasión. Dan Fegan, es el agente americano que Germán González, mi ex agente y buen amigo, le ha buscado parra tierras USA. Germán es el agente de Ricky desde sus comienzos y él ha dirigido, en la sombra, su espectacular carrera. Si el base catalán fuese elegido entre los tres primeros del draft, a esto apuntan muchas predicciones, se estaría en condiciones de asumir el pago de la cláusula de rescisión al Joventut, que es de 4,7 millones de euros si se hace efectiva en junio. Si no, ascendería hasta los 5,7 millones. Cifras de locura para nuestro deporte, otros están más locos, por un base que debutó en la ACB con 14 años, en octubre de 2005, y que en la actualidad solo tiene 18 años.

Ricky tiene talento de sobra para triunfar donde quiera, su madurez está fuera de cualquier duda y solo su inestable tiro exterior parece un punto muy pequeño ante las virtudes de su juego ofensivo y, sobretodo, defensivo. Él suele ir por delante en la lectura del juego del rival y su capacidad para anteponerse lo hace crecer en su juego desde la defensa. Compararlo con la situación que vive mi paisano Sergio Rodríguez en su trayectoria en la NBA no merece la pena hacerlo. Son dos jugadores muy diferentes, a mi me encanta Sergio y su juego, creo que si las personas que han llevado la carrera de Ricky hasta el momento, modélica sin duda alguna, han tomado este camino es porque tiene la seguridad de tener el espacio y el sitio adecuado para el catalán en la dura NBA. O eso espero al menos.
Cuando era un poco más joven, algo más de lo que lo soy ahora, Cat Stevens y sus canciones significaban mucho para mi. Era uno de mis cantantes preferidos y hasta me sabía las letras de muchas de sus canciones más emblemáticas. Hoy os dejo con Father and Son, una conversación entre padre e hijo, una maravilla llena de sentimiento que dice muchas cosas, todas ellas muy ciertas..
Mírame, yo soy viejo, pero estoy contento.
Yo fui como tu, y sé que no es fácil,
Con tranquilidad puedes encontrar lo que buscas.
Pero toma tu tiempo, piensa mucho,piensa en todo lo que tienes.
Por ti estas cosas estarán aquí mañana,pero puede que tus sueños ya no....