Con la llegada de la temporada 85-86 empieza a tomar forma la segunda parte de la historia.
La directiva del Náutico intenta hacer un giro en la marcha deportiva del club y plantea hacer un equipo más competitivo para intentar pelear por el ascenso, dos temporadas atrás había aparecido la ACB y era un bocado apetitoso para cualquiera.
Fichamos como jugadores importantes a Javier Izquierdo, un alero tirador madrileño, y a un ala-pívot americano blanco recién salido de la Texas Tech University, Quentin Anderson. El inicio no fue bueno y tras dos derrotas en las dos primeras salidas y ganar en casa cómodamente dos partidos, me cesaron. Fue algo raro, pero el Canarias había fichado a Eddie Phillips y nos había ganado fácil en pretemporada y además empezaron ganándolo todo. El Canarias era líder y nosotros en la 4ª jornada estábamos en mitad de la tabla, creo que esto pesó más que las dos derrotas fuera de Tenerife. Me sustituyó en el banco Guillermo Guigou, habíamos sido compañeros de equipo, vecinos, compañeros en la Facultad de Medicina y además amigos. Yo le había repescado para el club esa temporada, él había entrenado muy bien durante años en el Colegio La Pureza a chicas y estaba bastante apartado del baloncesto. Lo que son las cosas esa situación nos distanció, hoy él es un médico metido en la política insular de prestigio y su hijo pequeño juega muy bien al baloncesto.
Yo pasé unos meses malos, era mi primer cese como tal y me dediqué a estudiar e intentar terminar mis estudios de Medicina. Mi hermano Carlos estuvo a punto de morir por un escape de gas en el baño y creo que ese mal rato me hizo abrir los ojos y darle más importancia a otras cosas. La temporada para mi club no mejoró considerablemente, Guigou cambió de extranjero y trajo a un tal Sangodeyi, un nigeriano formado en USA que tampoco resultó del nivel del todopoderoso Eddie Phillips. Cuando la temporada acababa y, cosas de la vida, solo me faltaba un parcial para terminar mi carrera de Medicina, el club que todavía me pagaba religiosamente mi contrato me sugiere ir al Campeonato de España Júnior con nuestro equipo que se clasificaba y al que Ramón Asensio, su entrenador había dejado por problemas personales relacionados también con la Medicina. En una decisión poco afortunada me uní al equipo Júnior y preparamos aquel Campeonato de España. Digo poco afortunada pues no pude presentarme a mi parcial pendiente y me volvió a quedar la Medica II para septiembre.
La temporada siguiente con el Canarias en ACB como mejor equipo de la isla, el Náutico decide dar el paso de ir al Pabellón Municipal de Santa Cruz a jugar, fichar a Moncho Monsalve como entrenador y me ofrecen ser su ayudante además de coordinar todos los equipos inferiores. Corría la temporada 86-87 y desde luego iba a ser definitiva para muchas cosas. En la pretemporada me tocó trabajar mucho, Moncho tenía compromisos en forma de clinics en la Argentina y a mí me tocó, encantado por cierto, entrenar al equipo. Habíamos fichado dos buenos americanos, Lance Berwald y Marty Embry, y había un grupo muy bueno con jóvenes promesas, como Juan Carlos Delgado (QEPD), Javier Calero (QEPD) y todavía se mantenían hombres como Eduardo García Ramos, Eduardo Aciego, José Carlos Cabrera , en la foto de la izquierda, y Pedro Ramos. Matías Marrero ya había fichado en el Canarias en ACB. Pasaron dos meses de competición y llegó una situación que cambió mi vida.
Con la visita del Juver Murcia, equipo colista de nuestro grupo de Primera B, me llamaron para una entrevista con el Presidente y un directivo, que por cierto era gomero, del Juver. Creo y no me equivoco si digo, que quienes me recomendaron para tal trabajo lo hacían básicamente para quitarme de en medio del baloncesto de Tenerife y de paso me hicieron un favor.
Juan Valverde acompañado de Chano Méndez me ofreció ir a Murcia por lo que quedaba de temporada a intentar salir del atolladero en el que se encontraban. Lo más gracioso de este asunto es que yo había estado por primera vez en Murcia en mi último viaje como jugador universitario con mi Facultad de Medicina en el mes de mayo de ese mismo año.
En una foto de inicio, muy reciente por cierto, Juan Valverde, la persona que me hizo aquella oferta deportiva que dió un giro completo a mi vida. Hoy es mi suegro y sobre todo mi amigo.
En las próximas apariciones del blog empezará lo que llamo la historia, como podéis ver en este último capítulo de la prehistoria he tratado hacerlo algo más personal, espero que os guste.
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