Todos, absolutamente todos, hemos oído y leído que los dos primeros cuartos de ayer frente a los lituanos es seguramente de lo mejor que se ha visto hace mucho tiempo en nuestro baloncesto, seguramente tendríamos que recordar el juego en el Campeonato Mundial del Japón en el 2006 para ver a los nuestros jugar como lo hicieron frente a Lituania, eso creo que está claro y todos somos más o menos de la misma opinión. El problema es que lo del último cuarto de hoy frente a Turquía es seguramente lo peor en muchos años de nuestro bagaje en la historia reciente del meteórico baloncesto español desde hace muchos años. Es muy difícil conjugar de forma razonable ambas actuaciones con menos de 24 horas de diferencia.
Sergio Scariolo no arriesgó con Pau Gasol, tocado en un tobillo en la segunda parte frente a los locales, de forma lógica y acertada, pero su equipo ni tenía por asomo la misma chispa ni el mismo entusiasmo que la noche anterior. De todas formas el equipo ni le perdió la cara ni se entregó en los tres primeros cuartos, 55 a 49 para los nuestros frente a un equipo aguerrido y con jugadores de primer nivel como Türkoglu, Ilyasova o el pívot Ömer Asik, todos ellos en la NBA, pero donde nos hacía mucho daño el joven alero, nacido en 1987, Emir Preldzic, un bosnio de nacimiento que juega en Turquía con el Fenerbahce desde el 2007.
España jugó muy bien el primer cuarto, 19 a 10, Marc Gasol había tomado el testigo de su hermano y dominaba, más cerca del aro que nunca, el juego interior con 9 puntos anotados y dominando a los interiores turcos. Navarro empezaba a demostrar que no tenía su día y los demás aportaban solo con cuentagotas. En los turcos, Ilyasova empezaba entonado y entre él y Türkoglu mantenían a los turcos en el partido. En el segundo cuarto se mantenía la misma tónica hasta el 24 a 15, pero desde ese momento y con Preldzic enchufadísimo las distancias se fueron recortando hasta el empate a 35 que rompió Calderón con un triple a falta de solo 3 segundos, 38 a 35.
En la segunda parte con Ibaka haciendo las cosas muy bien cerca del aro y defensivamente las diferencias se volvieron a estirar hasta 48 a 40 y luego a 54 a 47, pero era un espejismo pues los turcos empezaban a demostrar que querían el partido y el base Ender Arslan aportaba puntos importantes en la rotación de los exteriores turcos para apretar un poco más el marcador con ese 55 a 49 que lo dejaba todo para el último cuarto.
Lo del último periodo fue como un mal sueño, Felipe Reyes anotaba la primera canasta y volvía a poner una distancia de ocho puntos con casi 9 minutos por delante, 57 a 49. Desde ahí hasta el final no se sabe muy bien quien o quienes fueron lo peor del equipo español, en ese momento estaban en pista Calderón, Navarro, Llull, Felipe Reyes y Marc Gasol. Con ese resultado Ibaka sustituyó a Marc Gasol con 4 faltas, luego Rudy volvió a la pista con 57 a 54, con empate a 57 volvió Marc y se marchó Reyes y Ricky Rubio entró por Calderón, habían pasado 5 minutos y se seguía sin anotar.
Con el triple de Ömer Onan los turcos se ponían 57 a 60 y entonces llegaba un tiempo muerto de Scariolo. Tres minutos y medio sin anotar ninguno de los dos, fallaron todos los españoles en pista, incluido Rudy Fernández dos tiros libres a falta de 52", en la posesión posterior Türkoglu mató el partido con un triple cuando quedaban 31", 57 a 63, y entonces llegó el 2º tiempo muerto de España, Llull y Calderón entraron por Ibaka y Rubio pero tras ese tiempo muerto la posesión española terminó con un triple errado de Marc Gasol y 57 a 65 para terminar.
¿Qué equipo español veremos en esos partidos? ¿El de los dos primeros cuartos frente a Lituania o el del último cuarto frente a Turquía? Son preguntas que nos hacemos los aficionados y los que de una manera u otra vivimos más intensamente este juego. De todas formas a las malas está claro que con Pau Gasol en la pista es muy difícil repetir un cuarto como frente a los turcos, o eso espero al menos. Los momentos buenos, las victorias y los títulos, se viven de forma intensa, pero los momentos malos, derrotas inesperadas como ésta, pueden servir muchas veces como el revulsivo necesario para afrontar la recta final de una competición que ahora se convierte en durísima teniendo en cuenta los rivales que tenemos en nuestro lado del cuadro. Nadie esperaba una derrota como esta tras lo visto frente a Lituania, pero las resacas de las victorias importantes suelen dar dolor de cabeza.
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