LA IRREGULARIDAD POR BANDERA

Desde la derrota frente al Asefa Estudiantes antes de fin de año no volvía a sumar una colaboración sobre lo acontecido con el Ucam Murcia y sus partidos como local para La Verdad de Murcia, aunque también es verdad que tampoco habían vuelto a jugar como locales. 

Lo cierto es que después de leer lo que había enviado al periódico me he dado cuenta que se me habían quedado algunos aspectos importantes sin comentar. Es lo que hace la falta de entrenamiento, en el momento en que pierdes el hábito ya no salen las cosas como uno quiere. 

De todas formas, al final de lo presentado, que supongo será más o menos lo publicado en la edición escrita de mañana, añadiré algún detalle técnico y táctico que tenía bastante claro cuando estaba viendo el partido y que luego se me pasaron de escribirlos. Las diferencias con los dos puestos de descenso, que hoy ocupan Lagun Aro y Manresa, se recortan y no hay que olvidar que entre otros estos son dos rivales a los que hay que visitar en la segunda vuelta. 

Se me hace muy complicado escribir de una nueva derrota del Ucam Murcia en casa tras haber sumado una victoria tan importante como la del sábado pasado en Fuenlabrada. Está claro que la irregularidad en la que se ha establecido este equipo le puede pasar a recibo a medio plazo.

El partido empezó con la sorpresa de Andrés Miso en el quinteto local en el puesto de Berni Rodríguez y la confirmación de la baja de Juanjo Triguero en los sevillanos. José A. Antelo, 13 puntos en el arranque, tomó las riendas ofensivas de los locales y se mostró imparable ante un equipo que ya había usado a sus diez efectivos en el primer cuarto y que dependía en exceso de los triples de Bogdanovic para mantenerse en el marcador, 29 a 23.

A los pocos minutos del segundo cuarto Óscar Quintana también había entrado en la dinámica de los relevos y salvo Diane, que debutó en el último cuarto, también había puesto en liza a todos sus efectivos. 

La presión, en defensa individual o en zonas, de los locales, y las pérdidas del Cajasol consiguieron equilibrar un partido donde los visitantes empezaban a mostrar su nivel en el tiro exterior. 

Kim Tillie aportaba actividad y acierto a su juego contrarrestando el poco acierto de David Barlow y Berni Rodríguez que habían enviado al banquillo al acertado Antelo y a un Gatens al que apenas se le vio, por minutos y juego, en este encuentro. Bogdanovic aprovechaba muy bien las ayudas para anotar cuando se intentaba controlar a Satoransky cuando trataba de jugar en el poste bajo y los locales supieron jugar muy bien cada vez que Aíto García Reneses daba minutos a su banquillo. Al descanso más igualdad con 44 a 40.

Tras el descanso el Cajasol salió mucho más concentrado en defensa y los errores en el tiro de los locales junto a su poco acierto en el rebote defensivo permitía a los visitantes ponerse por delante por primera vez, 48 a 49 tras un triple de Holland que ya empezaba a mostrar su habilidad para fabricarse sus propios tiros y anotar con facilidad en situaciones de 1x1. 

El base Blakney tomó el mando y Williams se sumó a un John Holland que empezaba ser imparable en cada acción importante para su equipo. El 58 a 61 al final del tercer cuarto ya era un serio aviso para el Ucam Murcia de cara a la recta final del partido.

En el tramo final con Antelo, el mejor de los locales en la primera parte, Gatens y Ragland en el banco, el juego ofensivo de los locales parecía desaparecer por la falta de acierto generalizada en la que solo Berni Rodríguez mantenía el tipo, un triple suyo significó el último empate a falta de poco más de cinco minutos. Lewis también se había ido al banco en detrimento de Tillie y el debut de Mamadi Diane no aportó lo que esperaba su entrenador. El acierto de Holland rompió la igualdad y ningún defensor pudo con él en este tramo y siete puntos consecutivos suyos terminaron por hundir la poca moral que les quedaba a los de Oscar Quintana en ese momento.

Si se pierde en casa lo que se gana fuera hay que esperar que los que están por abajo no sumen victorias de lo contrario ese colchón que ahora existe se puede perder demasiado pronto y todavía que una vuelta completa por delante.

Esto fue lo que envié a La Verdad y luego leyéndolo con calma me he dado cuenta de detalles que durante el partido me parecieron importantes y que en esta colaboración está claro que no entraron. 

Los dos equipos defendieron individual todo el partido aunque los minutos en que los locales presionaron en toda la pista fue cuando más errores claros lograron de sus rivales. 

Otro aspecto importante fue la dirección del juego donde el juego de Satoransky y luego de Blakney estuvieron casi siempre muy por encima y mucho más acertados que unos grises Joe Ragland y Josep Franch, desacertados en el tiro y sin encontrar nunca el ritmo adecuado para su equipo.

Oscar Quintana no apostó por jugar con Antelo, Matt Gatens y Marcus Lewis en la recta definitiva y con el marcador muy igualado, eso es evidente, pero hay que recordar que la irregularidad de este grupo no convierte a nadie en imprescindible. 

Lo visto en Fuenlabrada la semana pasada, por ejemplo, es prueba clara de lo que hablo pues Joe Ragland había estado muy bien durante tres primeros cuartos y su equipo perdía con cierta claridad, cuando él no jugó en el último cuarto su equipo remontó y ganó de forma clara en la pista de los madrileños. 

Lo de Mamadi Diane, su último fichaje en forma de escolta-alero, jugando en la recta final del partido si que me pareció arriesgado pero está claro que el entrenador es el que más y mejor conoce a su equipo además de ser el más interesado en que su equipo gane.

Las fotos que acompañan esta entrada son precisamente de la galería de imágenes del partido que están hechas por Nacho García para La Verdad, muy buenas sin duda alguna. El final musical es para el último éxito del pequeño, por el tamaño, Bruno Mars que se llama Locked Out Of Heaven, una canción que según muchos recuerda el sonido de The Police y que a mi me suena muy parecida al reciente pelotazo de Gotye, Somebody That I Used To Know. Lo importante es que suena mucho y además bien.