
Según me contó la historia quería contar algo sobre quien había creído en él como jugador de baloncesto, a pesar de su corta estatura, y los entrenadores de su juventud habían desaparecido, desgraciadamente, o eran muy mayores para hacer algo como esto.


Al día siguiente me llamaron para preguntarme si estaba interesado en ser "actor" secundario, lo de actor está entrecomillado por razones obvias, del anuncio que iba a protagonizar Quique Azcón, que todavía no lo había nombrado, para Endesa y su serie Basket Lovers en relación directa con la empresa de energía y su combinación íntima con nuestro baloncesto.

Viaje a Madrid una tarde de lunes, al salir del trabajo, para llegar a una reunión con el propio Quique Azcón, que alegría volver a verlo, con los responsables de vestuario de la productora y con uno de los directores que iban a realizar el anuncio. Buen rato, risas, historias de antes y de ahora, de baloncesto y de nuestras vidas, nos probamos ropas y luego tomamos algo con los de la productora, que nos hicieron sentir muy cómodos hablando de baloncesto y de lo que íbamos a hacer el día siguiente.
Siempre con una chica haciendo fotos ininterrumpidamente de todo ese proceso, espero que pronto me envíen alguna de esas instantáneas, que también hizo lo mismo durante la mañana del día siguiente en la que me tocó rodar las imágenes en las que yo estaba presente. Tras la reunión en el hotel, cena con Quique para ponernos al día y recordar muchas anécdotas de aquellos tres años en los que estuvo en Murcia y en los que compartimos tantas cosas. Tras un "perfumado" de categoría a descansar que al día siguiente nos recogían a las 7,10 de la mañana para ir al set de rodaje que se había instalado en la vieja "Nevera" del Ramiro de Maeztu estudiantil.

La verdad es que la susodicha mañana se me pasó de forma muy rápida. La llegada a La Nevera me trajo los recuerdos de que allí había jugado hacía más de 40 años, en los primeros meses de 1973 y yo tenía 16 años, con el INEM La Laguna en un sector del Campeonato de España escolar juvenil cuando hice el COU en La Laguna en aquel centro.
Primera impresión de consideración en esta aventura tan diferente para mi. Con Quique y todo el personal que había en el sitio, increíble la cantidad de gente que se mueve para estas cosas, nos tocó hacer una última probatura de vestuario y un poco de polvos de esos que te dan en la cara para evitar los brillos.
Las canas eran, y son, las mías de las que además me siento muy orgulloso, lo digo porque alguno me ha dicho que si me habían puesto más canas para grabar el anuncio. Todas son mías, doy fe sin ser notario.

Las canas eran, y son, las mías de las que además me siento muy orgulloso, lo digo porque alguno me ha dicho que si me habían puesto más canas para grabar el anuncio. Todas son mías, doy fe sin ser notario.
No recuerdo bien, por el número de veces que se grabaron las imágenes, cuantas veces y desde cuantos planos pudimos repetir las escenas que luego han salido en el anuncio, pero el rato pasado, viendo ahora el anuncio creo que valió la pena.
Con Quique era fácil sentirme bien durante el rodaje, yo tenía muy claro quien era el protagonista de la historia, y darnos ese abrazo que sale en las imágenes, por hablar de alguna escena en concreto, es tan emotivo como parece y eso que esa mañana nos llegamos a dar muchos no, muchísimos. Creo que todos tenían la misma carga emotiva que se ve ahora en ese poco tiempo que ha salido a la luz pública.

Luego estuvimos un buen rato grabando con mi paisano Sergio Rodríguez, con Fernando San Emeterio y con Xavi Rabaseda, ellos cuando Quique jugó aquella temporada, la 90/91, en ACB tenían cuatro, seis y un año respectivamente, era muy difícil y muy complicado que se acordaran o supiesen quien era y cual era la historia de Quique.
Los jugadores, que luego tenían la presentación de la liga en la pista del Magariños justo al lado de La Nevera, siempre se mostraron dispuestos en la grabación y muy amistosos en las imágenes que nos tocó compartir, y si perdí la cuenta del número de abrazos, creo que el número de veces que nos dimos las manos o chocamos las manos con ellos también fueron incontables y siempre tuvieron una sonrisa como las que sacan en el anuncio una vez terminado y producido.
Aproveché para saludar a Sergio y charlar un rato con él, desde un sector junior que jugamos en Valencia, él con el Estudiantes y yo de entrenador del CB Murcia, no habíamos vuelto a coincidir y siempre es bueno encontrarte con alguien como Sergio, un fenómeno en toda regla con el que además de unirme nuestro paisanaje, el baloncesto y el haber salido de la isla para seguir con lo que más nos gustaba, da la casualidad que su padre también jugaba a baloncesto y hemos sido rivales, él era mucho mejor, en aquellos años de baloncesto en blanco y negro de Santa Cruz.


Ahora veo el spot y además de gustarme mucho el resultado final, me encanta lo que quiere contar y como lo cuenta. Creo que los realizadores del mismo son unos auténticos figuras de la publicidad y me siento muy feliz de haber tenido esta oportunidad.
Me alegro mucho por Quique a nivel personal y por este reconocimiento a nivel deportivo, es uno de los jugadores con los que sueñan casi todos los entrenadores encontrarse en su carrera deportiva.
Tengo que decir que era muy fácil entrenarlo y dirigirlo, lo fiché en Murcia la temporada 88/89 para jugar en aquella Primera B de entonces en la primera temporada que no entrené profesionalmente en Murcia, yo hice aquel equipo y fiché a Quique para que lo entrenara el desaparecido Ary Ventura Vidal, el que fuera seleccionador de Brasil y que se incorporó al equipo tras las Olimpiadas de Seul.
Yo hice aquella pretemporada con la ayuda de Paco García, que hoy entrena en Brasil, y tras los primeros partidos conmigo como entrenador el entrenador brasileño se hizo cargo del equipo. Aquella temporada la terminó Paco García en el banquillo. Luego ascendió conmigo en aquel primer ascenso a la liga ACB y con él era todo muy fácil, nuestra primera temporada en ACB fue el sexto hombre de un equipo muy justo que debutaba en aquella liga y en la que pasamos unos meses muy buenos. Gracias Quique.

Yo hice aquella pretemporada con la ayuda de Paco García, que hoy entrena en Brasil, y tras los primeros partidos conmigo como entrenador el entrenador brasileño se hizo cargo del equipo. Aquella temporada la terminó Paco García en el banquillo. Luego ascendió conmigo en aquel primer ascenso a la liga ACB y con él era todo muy fácil, nuestra primera temporada en ACB fue el sexto hombre de un equipo muy justo que debutaba en aquella liga y en la que pasamos unos meses muy buenos. Gracias Quique.


Este es el anuncio y espero que les guste lo mismo que me gusta a mi, que ya he dicho que me parece muy emotivo porque además es muy real.
Joder, que emotivo, se me ha puesto un nudo en la garganta...................
ResponderEliminarQue recuerdos!
ResponderEliminarFueron años maravillosos en nuestras vidas.
Julio Torres
Que recuerdos.
ResponderEliminarFueron años muy buenos .
Saludos